Cinco años fueron suficientes para que la seguridad pública en la ciudad de Río de Janeiro (Brasil) volviera a salirse de control. La solución del gobierno federal fue poner el problema sobre los militares.
De acuerdo con Infobae, una violencia provocada por enfrentamientos entre bandas rivales provocó un aumento de las muertes en las favelas: 2017 terminó con un registró de 6.700 asesinatos.
«Parte de la violencia es causa del avance de la guerra entre el Primeiro Comando da Capital (PCC), de San Pablo, que está tratando de tomar el control en Río de Janeiro, contra las pandillas locales, que son agregaciones de las que actúan en las prisiones”, explicó Enrique Desmond Arias, profesor de políticas públicas y gobierno.
Nicholas Barnes, investigador del Instituto Watson de la Universidad Brown, especializado en seguridad pública, sostuvo que es difícil comprender por qué Río de Janeiro tiene la imagen de ser un lugar de fiestas y alegría así como de extrema violencia.
Pensar que la criminalidad es una característica exclusiva de Río es un error, debido a que, el fenómeno traspasa el país entero, detalló el portal. «Brasil tiene 19 ciudades que están entre las más violentas del mundo, pero Río no entra en esa lista», dijo Barnes.
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