Apóyanos

Capa tras capas

    • X
    • Facebook
    • Whatsapp
    • Telegram
    • Linkedin
    • Email
  • X
  • Facebook
  • Whatsapp
  • Telegram
  • Linkedin
  • Email

En esta tardecita templada vamos a desarrollar un tema juntos, basado en el arte con simbiosis naturales y matiz de filosofía, uno que nace de las explicaciones sobre las exposiciones de Rubén y muchas más en el Museo del Prado en Madrid. Resulta encantador ver a los curadores de arte hablar sobre las grandes obras de la pintura que componen el gran puzle de la humanidad

Cuando se desarrolla la observación tanto física como psicológica se aprecia que todo está construido capa tras capa, que al igual que la pintura, los tapices, la escultura, la fotografía y en sí todas las artes y las ciencias están construidas capa tras capas; primero se realiza un boceto, una primera maqueta o negativo de lo que se piensa o se imagina lograr, para después llevarlo a la realidad, al igual que en todo método científico, artístico, no siempre lo que se piensa lograr es lo que se concluye, muchas veces las conclusiones no son las esperadas y superan la realidad, incluso la ficción, todo va a depender de la agudeza de la investigación, pues suelen ser siempre superadas las expectativas del que mira capa tras capa, donde se nos revelan mundos no conocidos, no estudiados por la simple visión del espectador.

Gracias a los nuevos instrumentos electrónicos de navegación, medición, todos podemos estar de acuerdo, desde los salones más religiosos hasta los laboratorios más alejados de las fe, que todo es energía, ya esto lo puede decir tanto un monje en un arrebato de éxtasis, como un hombre de ciencia.

Siendo este el eslabón perdido, la pieza perdida del puzzle, que durante siglos viene buscando el hombre en las distintas ruinas, tumbas, grutas, cuevas en los lugares más recónditos y fantásticos de la tierra.

En siglos pasados, la química se llamaba alquimia, lo paradójico es que se estudiaba en los monasterios o colegios eclesiásticos no porque fuera propio de ellos, sino porque eran estos los centros dedicados al estudio de la naturaleza de las cosas.

Después vinieron las nuevas ciencias, donde la alquimia pasó a llamarse química, como muchas otras ciencias más, fue la misma época donde se logra divorciar el matrimonio de la Iglesia por el matrimonio civil, reconocido ya no por una autoridad eclesiástica, sino por un sistema estatal, un gobierno más llano, en fin, para no buscarnos más enredar las cosas, la ciencia pasó a ser de más fácil acceso para todos, ya no se tenía que pasar largas horas de estudio sobre los tratados de la Iglesia, sino que se podía estudiar ciencia sin conocer la fe. Es decir, se democratizó la misma, ahora usted y yo sin tener fe podíamos mover montañas, al menos en teoría esto es así, fue así cuando se lograron los grandes avances de la humanidad, para luego de tanto rompecabezas nos encontramos con la distinta descomposición del átomo y nos encontramos con un universo en el que la ciencia moderna no se había sumergido y hasta los razonamientos más alejados de la fe empezamos a creer, es decir, a tener fe.

Para terminar con la frase y el fondo de la misma con la que se ha titulado esta tardecita templadita, sobre que es en el seno de la vida monástica, propiamente de la Iglesia, donde se desarrollan los distintos trabajos de la ciencia, el arte y la filosofía, ya que es en las catedrales, templos e iglesias donde se nos muestra la técnica de capa tras capa los asuntos y misterios de toda las ciencias y artes.

Noticias Relacionadas

El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!

Apoya a El Nacional