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Murió la periodista Mara Comerlati

La comunicadora, que trabajó en la fuente de Arte y Cultura en El Nacional, viuda del caricaturista Pedro León Zapata, falleció el jueves en la noche
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La periodista Mara Comerlati, viuda del caricaturista Pedro León Zapata, murió el jueves en la noche, informaron allegados este viernes a través de redes sociales.

El artista plástico y humorista Rolando Salazar comunicó en X el fallecimiento de la periodista, quien trabajó en la fuente de Arte y Cultura en El Nacional.

“Lamento informarles que nuestra querida Mara Comerlati (viuda de Zapata) falleció la noche de este jueves 12 de diciembre. ¡Descanse en paz! Condolencias a Liliana y demás familiares y amigos”, escribió Salazar en X.

También a través de X, el Colegio Nacional de Periodistas (CNP), colegas y amigos de Comerlati lamentaron el fallecimiento de la periodista y expresaron condolencias a sus familiares.

“La junta directiva cumple con el penoso deber de participar el fallecimiento de Mara Comerlati (viuda de Zapata), destacada periodista con amplia trayectoria profesional, por años cubrió la sección de arte y cultura de @ElNacionalWeb”, publicó el CNP.

De acuerdo con el diario Tal Cual, recientemente se difundió en redes sociales una campaña en busca de donantes de sangre ORH+ y ORH para ayudar a Mara Comerlati en la Policlínica Méndez Gimón, en Caracas.

Comerlati cursó Comunicación Social en la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), donde se graduó. En 1982, se casó con el pintor y escritor Pedro León Zapata, con quien tuvo dos hijos.

En los últimos años de Zapata, se convirtió en los ojos y manos del pintor luego de que este se sometiera a una intervención quirúrgica, contó la periodista en una entrevista con la revista Sic en 2015.

Comerlati le propuso a Zapata continuar haciendo caricaturas para El Nacional, aunque no pudiera hacerlo por sí solo.

“Le dije que necesitábamos el dinero, lo que no era mentira. Y así logré que se mantuviera activo”, recordó entonces la periodista.

En la entrevista, explicó que lograron desarrollar un código que les permitió realizar las caricaturas en los últimos años del artista.

“Cuando se le hizo imposible articular palabras, me empezó a dictar letra por letra. Y cuando eso tampoco se pudo, desarrollamos un código: él me indicaba cosas y con eso yo deducía la letra. Por ejemplo, señalaba al piso, donde se acomodaba mi gata, y eso era la letra G; si apuntaba al perro, era la P, al techo era la T. Y ya con la G, yo le decía ‘¿gobierno?’. Un pestañeo me lo confirmaba. Y siempre lográbamos hacer el trabajo. Le presté mis ojos y mis manos, porque él no podía usar los suyos”, contó Comerlati.

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