Un hombre identificado como Andrés Eloy Martínez Pérez enfrenta cargos por asesinato en primer grado tras confesar haber agredido a Gaudy García Piña, una migrante venezolana de 37 años de edad cuyos restos se localizaron en septiembre en el condado Boulder, Colorado, en Estados Unidos.
Martínez Pérez reportó la desaparición de García el 15 de julio ante la Policía de Denver. Sin embargo, su confesión ocurrió meses después, durante un interrogatorio realizado el 6 de diciembre, cuando admitió que atacó a la víctima en un episodio de rabia.
Ella quería terminar la relación
Según su relato, García expresó su intención de separarse tras haber llegado a Estados Unidos, lo que desató su reacción debido a los 12.000 dólares invertidos para traerla al país, reseñó 9 News, una estación de televisión afiliada a NBC.
Los restos de la venezolana fueron encontrados el 24 de septiembre por trabajadores que inspeccionaban terrenos en la cuadra 1000 de Blue Mountain Road, una zona no incorporada al noroeste de Lyons. Al no contar con identificación, los investigadores comenzaron a revisar reportes de mujeres desaparecidas con rasgos similares.
La conexión se estableció semanas después, cuando un familiar de la víctima proporcionó una muestra de ADN, lo que confirmó la identidad de García Pina. Con esta información, los detectives volvieron a entrevistar a Martínez Pérez, quien reconoció haber dejado a la mujer en un área remota tras el ataque físico.
A pesar de asegurar que ella seguía con vida al momento de abandonarla, el lugar que describió coincidió exactamente con el sitio donde se encontraron los restos.
El hombre, de 31 años de edad, permanece recluido en la cárcel del condado Boulder bajo cargos de asesinato en primer grado y violencia doméstica.
«Esto duele mucho y me gustaría que me ayudaran en orar, en buscar», declaró en julio, poco después de la desaparición, Claudia García Piña, hermana de la víctima, en una entrevista con Univision Noticias. Explicó que Martínez le dio tres versiones sobre la desaparición y que, a partir de allí, la familia denunció ante la policía.
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