Primero apareció Yeliana. Ropa negra, botas de cuero, pelo corto, maquillaje oscuro y piercings. El alter ego de Greeicy: una mujer ruda, fuerte, herida. No está sola. Otras nueve mujeres también vestidas de negro la acompañan sobre el escenario. La ayudan a contar su historia, la de Yeliana, la de muchas mujeres.
Completamente inmersa en el personaje de Yeliana, la cantante colombiana, que se presentaba por primera vez en Caracas con su Greeicy Yeliana World Tour, comenzó su show con “Que me quiera”. Un Poliedro casi lleno, apenas con algunas filas vacías en las gradas laterales, la recibía con emoción. El de Greeicy es el único concierto, de una larga lista, que no se canceló luego de las elecciones presidenciales del pasado 28 de julio.
Foto Ezequiel Carías
Aún en personaje, sin pronunciar más que las estrofas de las primeras canciones que le dieron forma a la primera parte del show, Greeicy o –si se prefiere– Yeliana cautivó con un juego seductor con la cámara que seguía cada paso que daba y los proyectaba en las pantallas sobre el escenario. Como si de un baile se tratara, cada movimiento, cada gesto, cada mirada estaba cuidadosamente coreografiado. En ese momento, solo existían la cantante y el lente que la enfocaba.
Así transcurrió la primera parte del concierto, la más conceptual de la noche. Sin prisa, sin pausa, la cantante se paseó por siete de las nueve canciones de Yeliana, el tercer disco de Greeicy. A “Que me quiera” le siguieron “Vete”, “Zha”, “I Try For You”, Tal vez” y “Química”.
Foto Ezequiel Carías
Con “De a poco” llegó el momento de despedir a Yeliana. Vestidas con túnicas negras, la cantante y sus bailarinas se mezclaron hasta que ya no se distinguía quién era quién. Las luces se apagaron y un único reflector se posó sobre el escenario. Era el turno de Greeicy, quien apareció para ponerle el toque dulce, romántico y bailable de la noche.
Con el pelo largo, trenzas, falda corta y botas peludas, la cantante saludó por primera vez a un público eufórico por al fin ver a la versión de Greeicy que querían. “Tenía mucho tiempo queriendo visitarlos”, dijo la colombiana, quien después de interpretar “Espejo”, canción con la que abrió esta etapa de show, se tomó unos minutos para expresar lo emocionada que estaba de cantar en Venezuela.
Foto Ezequiel Carías
“Ahora que estoy parada sobre el escenario y recibo la energía tan increíble que ustedes tienen, entiendo que vale la pena regalarnos este momento tan bonito”, afirmó Greeicy, quien también reconoció que tenía dudas de presentarse en Caracas.
En la segunda parte del show, la más larga, Greeicy alternó canciones de sus dos primeros discos como “Mas fuerte”, “Los consejos” y “ Ya para qué”.
Foto Ezequiel Carías
Aunque Greeicy cantó sola, en canciones como “Zhan”, “Minifalda” y “ Lejos conmigo” se escucharon las voces de Danny Occean, Juanes y Alejandro Sanz, respectivamente, acompañándola.
La segunda parte del show fue, sin duda, la que más disfrutaron los fans de Greeicy, quienes cantaron, bailaron y gritaron con canciones como “Los besos”, “Esta noche” y “Amantes”, una de las más esperadas del concierto. Incluso, hubo algunos que llevaron pancartas para pedirle que los invitara cantar con ella, pero no tuvieron suerte.
El show estaba llegando a su fin, pero sus fans querían más. Al finalizar “Los besos son en la boca” Greeicy se despidió y las luces se apagaron. El público, aún con ganas de más, le pidió una canción más y ella los complació. La cantante cerró la noche con “Destino”, que canta originalmente con Nacho.
Fue una hora y media en la que Greeicy sedujo, enamoró, pero sobre todo emocionó a un público que no solo quedó complacido con su show, sino que quedó con ganas de más. Así cómo ella, que prometió volver. “Espero que pasen muchos años y nos sigamos encontrando muchas veces más”.
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