Se acerca la temporada de premios y ya algunos críticos de la industria del cine han publicado sus predicciones.
Las galas comienzan en enero de 2025, con los Globos de Oro, los Critics Choice Awards y los premios del Sindicato de Actores (SAG), y terminan en marzo por todo lo alto con los Oscar.
Aunque todos son importantes, es indiscutible que la estatuilla de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas es considerada el galardón más preciado para un profesional de la industria.
Esta temporada los votantes tendrán que elegir entre una variada lista, que incluye desde el regreso de Demi Moore al cine de terror corporal, con su rol en The Substance («La sustancia») hasta una nueva épica de espadas y sandalias con Gladiator II, dirigida por Ridley Scott.
A continuación, te compartimos los filmes y actores que nuestros críticos consideran que tienen posibilidad de resultar ganadores.
1. Cónclave
Aunque su trama comercial no parece en principio «carne de premio», lo cierto es que este filme da en el clavo para los Oscar: más allá de ser un thriller convincente, tiene mucho crédito artístico.
Esta historia ficticia se desarrolla tras bambalinas mientras los cardenales conspiran y juegan a la política para elegir a un nuevo papa.
La trama se eleva gracias a la meticulosa dirección de Edward Berger, que llena cada toma de arte visual e información, y a la actuación sutilmente poderosa de Ralph Fiennes como el cardenal a cargo del cónclave mientras duda de su propia fe.
Bien recibida por los críticos y el público, es una apuesta segura para una nominación a mejor película, con Fiennes como posible contendiente en la categoría de mejor actor, Berger como mejor director y quizás Stanley Tucci como actor de reparto.
Dos veces nominado, Fiennes nunca ha ganado un premio de la Academia.
A los votantes obviamente les gusta Berger, cuyo filme All Quiet on the Western Front («Sin novedad en el frente», 2022) ganó cuatro premios Oscar, incluido el de mejor película internacional.
El mayor obstáculo de «Cónclave» será mantener su impulso inicial.
2. Nickel Boys
Nickel Boys es una adaptación de una novela ganadora del premio Pulitzer de Colson Whitehead, que a su vez se basó en información sobre el horrible abuso racista que tuvo lugar en un reformatorio de Florida en la década de 1960.
Es justo el tipo de drama de época, poderoso y con carga política, que atrae a la Academia, sea cual sea su realización.
Pero el innovador trabajo de cámara de la película es lo que realmente distingue a Nickel Boys.
El director RaMell Ross, conocido por el documental nominado al Oscar en 2018 Hale County This Morning, This Evening, muestra todo desde el punto de vista de los personajes principales.
El público parece mirar a través de los ojos de dos adolescentes (Ethan Herisse y Brandon Wilson), una técnica inmersiva que es común en los videojuegos y las experiencias de realidad virtual, pero tan inusual en una película que Nickel Boys es la elección obvia para los premios de cinematografía y edición de este año, como mínimo.
3. Emilia Pérez
No hay una película más audaz, maravillosamente loca o atractiva que este drama cantado y bailado sobre un capo criminal mexicano transgénero que finge su muerte y oculta su nueva identidad a su esposa e hijos.
Accesible y única, esta vibrante película, llena de acción criminal y emoción personal, es una de las favoritas para ganar mejor película internacional y una fuerte contendiente para una nominación a mejor película.
Sin duda figurará en las categorías de actuación Karla Sofía Gascón, quien interpreta a Emilia. Es muy probable que gane el premio a mejor actriz, y sería la primera persona trans en hacerlo.
Zoé Saldaña, que en la producción ofrece una de las mejores escenas de baile, tiene buenas posibilidades como mejor actriz de reparto por su conmovedora interpretación de Rita, la abogada de Emilia.
En el Festival de Cannes de este año, Gascón y Saldaña compartieron con sus coprotagonistas Selena Gomez y Adriana Paz el premio a mejor actriz, lo que supone un buen augurio.
Si Netflix hace una campaña lo suficientemente buena, el cineasta Jacques Audiard podría incluso llegar a ser elegido mejor director.
4. Gladiator II
Desde antes de que se lanzara su colorido tráiler lleno de acción, el público estaba entusiasmado con esta secuela de la épica de espadas y sandalias del año 2000 que ganó el premio a la mejor película.
La anticipación se basó en parte en su elenco de ensueño: Paul Mescal como Lucius, el hijo del personaje de Russell Crowe en la original; Pedro Pascal como un general romano, y Denzel Washington como un rico propietario de gladiadores.
El tráiler desencadenó especulaciones inmediatas sobre la posibilidad de que Washington fuera un posible candidato a mejor actor de reparto, aunque solo sea por la feroz proclamación que hace en el corte: «Debo tener PODER».
El espectáculo y grandeza de la película la convierte en una opción natural en categorías técnicas, incluido el diseño de producción.
Y es probable que sea nominada a mejor película, una categoría con hasta 10 títulos. Pero con sólo cinco puestos para mejor director, ¿qué podría pasar con Ridley Scott?
Su carrera incluye Alien, Blade Runner y la primera Gladiator, y ha sido nominado en dicha categoría tres veces, pero nunca ganó.
Tiene buenas posibilidades de ser nominado, y será una carrera especialmente interesante de seguir.
5. The Brutalist
La mayoría de los periodistas de cine creyeron que el drama más impactante de este año sobre un arquitecto visionario sería «Megalópolis», de Francis Ford Coppola.
Hasta que llegó The Brutalist, de Brady Corbet. Esta epopeya de época independiente costó menos de US$13 millones -es decir, mucho menos de la décima parte del presupuesto de «Megalópolis»-, pero dura 215 minutos, incluido un intermedio, y sus temas, ideas y ambiciones son increíblemente expansivos.
Adrien Brody interpreta a un arquitecto judío húngaro que emigra a EE.UU. justo después de la Segunda Guerra Mundial y es contratado para construir un enorme centro cultural de hormigón para un magnate interpretado por Guy Pearce.
Es la interpretación más convincente de Brody desde que ganó un Oscar por «El pianista» en 2003, por lo que habría cierta simetría si se llevara a casa un segundo Oscar por un papel no muy diferente, pero 22 años después.
Mientras tanto, Corbet y su coguionista y socia Mona Fastvold están en la mira de un premio al mejor guion.
Y si Hollywood quiere asegurarse de que las películas puedan ser serias, intransigentes y artísticas, entonces una nominación a mejor película no está fuera de la ecuación.
6. Anora
El cineasta Sean Baker sigue a favoritas independientes tan terrenales como The Florida Project y Red Rocket con su película más popular hasta la fecha, «Anora», una farsa desenfrenada sobre una bailarina de un club de striptease interpretada por Mikey Madison que es arrastrada a un mundo de riqueza obscena por el hijo de un oligarca ruso, interpretado por Mark Eydelshteyn.
Es “chispeante” y entretenida, lo cual no es algo que se pueda decir de todas las películas que ganan premios prestigiosos.
No solo está arraigada en la dura realidad de la comunidad ruso-estadounidense de Nueva York, sino que también analiza de forma implacable el desequilibrio de poder entre los superricos y el resto de la sociedad.
Desde que ganó la Palma de Oro en Cannes, ha sido considerada una candidata a los Oscar a mejor película, mejor guion original y mejor director.
Y si Madison no es nominada a mejor actriz, entonces la Academia bien podría admitir que como organización no es apta para su propósito.
7. A Real Pain
Desde que este drama conmovedor, divertido y que gustó al público se estrenó en el Festival de Cine de Sundance, Kieran Culkin ha parecido un candidato seguro a mejor actor de reparto por interpretar a uno de los dos primos que visitan el lugar de nacimiento de su abuela en Polonia en A Real Pain («Un dolor real»).
De hecho, él y Jesse Eisenberg, quien también escribió y dirigió, son coprotagonistas, pero posicionar a Culkin como actor de reparto aumenta sus posibilidades de ganar (es decir, no competirá contra Adrien Brody y Ralph Fiennes como protagonistas, aunque resulta que puede enfrentarse a Denzel).
Cada actor se mantiene fiel a su papel habitual, con Culkin como el primo extrovertido e irreverente y Eisenberg como el tipo nervioso y formal, pero aportan una nueva profundidad a esos personajes.
Con sus temas hábilmente combinados (la herencia judía de los primos y el Holocausto, así como la dinámica familiar y el dolor emocional personal), la película también debería competir en las categorías de mejor película y mejor guion original.
Es algo sorprendente que el filme no sea visto como una competencia más fuerte en esas categorías, pero ahora que se estrenó, ese rumor que ha sido hasta ahora moderado podría aumentar.
8. La habitación de al lado
«La habitación de al lado» de Pedro Almodóvar ganó el máximo galardón en el Festival de Cine de Venecia de este año, y dado que otros ganadores recientes incluyen «Pobres criaturas», Joker, Nomadland y «La forma del agua», eso significa que está en condiciones para ganar otros premios importantes en los próximos meses.
La mayoría de los críticos coinciden en que no es el mejor trabajo de Almodóvar, pero es el primer largometraje del guionista y director español en inglés, y es sincero y elegante en su tratamiento de un tema espinoso: el derecho de una persona con una enfermedad terminal a poner fin a su propia vida.
Tilda Swinton interpreta a una corresponsal de guerra retirada que padece cáncer, y Julianne Moore encarna a una vieja amiga suya, una escritora que acepta quedarse con ella en una casa de campo alquilada mientras se acerca su muerte.
La película es cosa de dos protagonistas, por lo que la parte complicada para el estudio será decidir si colocar a ambas mujeres en la categoría de actriz principal o si situar a Moore como actriz de reparto para no correr el riesgo de dividir el voto entre ellas.
9. The Substance
Al igual que Promising Young Woman y Saltburn, de Emerald Fennell, The Substance («La sustancia») es una sátira de alto concepto que no es nada sutil, pero que es lo suficientemente descarada y sangrienta como para hacer que la gente vaya al cine (y que hable al salir), por lo que su guionista y directora, Coralie Fargeat, podría conseguir una nominación al Oscar al mejor guion original.
Su actriz principal, Demi Moore, también debería estar en la contienda esta temporada de premios.
Interpreta a una exsuperestrella que es dejada de lado por la industria del entretenimiento sexista y discriminatoria por edad, y recurre a crear un clon más joven de ella misma (Margaret Qualley).
Es un papel que se autoparodia valientemente, y Moore lo aborda con tanto entusiasmo que podría ser una de esas situaciones como ocurrió con John Travolta en Pulp Fiction que recuerdan a los votantes de la Academia cuánto valoraban una vez a un actor que ha pasado de moda.
Otro factor es que Hollywood es extrañamente aficionado a las películas que se burlan de ellos, por lo que «La sustancia» podría incluso ser nominada a mejor película.
10. A Complete Unknown
Los votantes del Oscar no pueden resistirse a una película biográfica. Y así, sin que la crítica o el público la hayan visto, esta versión ficticia de Bob Dylan al comienzo de su carrera ya está en la lista.
Parte de eso se debe a su actor principal, Timothée Chalamet, como Dylan en sus años en Greenwich Village.
Y otra parte proviene de una plantilla que bien podría ser un plan para construir una nominación al Oscar: conseguir que actores famosos interpreten a cantantes famosos de la vida real y dejar que canten ellos mismos.
Considere esto: A Complete Unknown («Un completo desconocido») fue dirigida por James Mangold, quien condujo otra película biográfica musical aspirante a premios, Walk the Line (2005).
Reese Witherspoon ganó el Oscar a la mejor actriz por su actuación en esa película como June Carter Cash y Joaquin Phoenix obtuvo una nominación a mejor actor por el rol de Johnny Cash.
Como mínimo, «Un completo desconocido» bien podría darle a Chalamet su segunda nominación, después de Call Me By Your Name (2017).
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