Foto: Tribuna Salamanca
Salamanca fue recientemente sede de las jornadas “El desafío de la hispanidad: Talla global a través del español”, un evento que reunió a académicos y pensadores para reflexionar sobre el futuro de la comunidad hispánica. En dos días de intensos debates, se discutieron los retos que enfrentan los países hispanohablantes para superar las divisiones históricas impuestas por narrativas externas, como la Leyenda Negra, y cómo consolidarse como una fuerza global influyente en el siglo XXI.
El académico venezolano Carlos Leáñez Aristimuño, coordinador del evento, destacó que la diversidad cultural de la hispanidad no es una debilidad, sino una fortaleza. Leáñez defendió que el mestizaje enriquece las raíces de los pueblos hispanohablantes y debe ser aprovechado como una herramienta de unidad, especialmente a través del español.
Otro punto crucial fue la crítica a la Leyenda Negra, que ha intentado deslegitimar el legado del Imperio Español. Según Leáñez, es necesario desmontar estos mitos y reconstruir una visión más objetiva de la historia compartida de los pueblos hispánicos, como paso fundamental para fortalecer su presencia global.
En las intervenciones de otros pensadores como Marcelo Gullo, Enrique García-Máiquez, Fernando Savater y Alberto G. Ibáñez, se profundizó en la importancia del idioma y la cultura para la unidad. Gullo abordó cómo la Leyenda Negra ha sido utilizada como herramienta de dominación geopolítica, mientras que García-Máiquez y Savater resaltaron el papel del español como un medio de resistencia frente a las imposiciones externas. Savater, en particular, subrayó que el español es más que una lengua de comunicación; es un espacio de defensa de la identidad hispánica.
Ibáñez, por su parte, alertó sobre los movimientos micronacionales que intentan fragmentar la unidad lingüística y cultural de los países hispánicos, una estrategia geopolítica que busca mantener a estas naciones en una posición subordinada. Su mensaje fue claro: la unidad debe ser el objetivo para proyectar una hispanidad fuerte y unificada.
Un momento destacado del evento fue la proyección del documental Hispanoamérica, canto de vida y esperanza, dirigido por José Luis López Linares, que ofreció una reflexión sobre la riqueza y diversidad de la comunidad hispánica, al tiempo que denunciaba los intentos de fragmentarla. En el debate posterior, se destacó el poder del cine como herramienta para reconstruir la autoestima colectiva, promoviendo una visión más equilibrada de la historia compartida.
Las jornadas reafirmaron que la hispanidad es más que un fenómeno lingüístico; es una hermandad fundamentada en el mestizaje, el idioma y la religión católica, elementos que han unido a los pueblos hispanohablantes durante siglos. Superar las divisiones históricas y las narrativas externas es crucial para avanzar hacia un futuro en el que la Hispanidad se presente con fuerza renovada en el escenario global.
Los ponentes coincidieron en que, si los países hispánicos logran coordinar esfuerzos, podrían convertirse en una potencia global que influya en la política, la economía y la cultura del siglo XXI. El historiador Manuel Lucena instó a la creación de una institucionalidad panhispánica que fomente una colaboración estrecha no solo cultural, sino también política y económica.
Este evento dejó claro que la hispanidad es una potencia global en espera de ser despertada. Los desafíos son muchos, pero la unidad, el fortalecimiento de nuestra historia común y el uso estratégico de nuestra lengua y cultura son las claves para superar los obstáculos.
¿Está la hispanidad preparada para tomar las riendas del futuro y afirmar su presencia global?
Pedro Adolfo Morales Vera es economista, jurista, criminólogo y politólogo.
Noticias Relacionadas
El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!
Apoya a El Nacional