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Desde la Amazonía, Biden llama a proteger la selva y desafía a Trump

El gobernante demócrata llegó a Manaos junto a su hija Ashley y su nieta Natalie. De inmediato partió en un recorrido aéreo por el Amazonas, antes de visitar el "Museu da Amazônia"
Por AFP
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Rodeado de altos árboles verdes de la Amazonía brasileña, el presidente estadounidense Joe Biden llamó este domingo a proteger la mayor selva tropical del mundo y puso en duda que su sucesor, Donald Trump, pueda revertir la «revolución de energía limpia» en Estados Unidos.

Durante su visita a la ciudad de Manaos, la primera a la Amazonía de un mandatario estadounidense en ejercicio, Biden desafió a Trump, quien ha prometido dar marcha atrás a las políticas ambientales de la administración demócrata.

«La selva amazónica se construyó a lo largo de 50 millones de años… 50 millones de años. La historia nos observa literalmente ahora. Así que preservemos este lugar sagrado para nuestro tiempo y para siempre, en beneficio de toda la humanidad», dijo Biden en una declaración a la prensa.

Este ecosistema tropical, que se extiende por nueve países sudamericanos, aunque la mayoría está en territorio de Brasil (60%), es una de las zonas más vulnerables al cambio climático y a la degradación medioambiental.

Un estudio reciente de la red de monitoreo RAISG revela que ha perdido en cuatro décadas una superficie similar a la de Colombia.

Dardo a Trump

La histórica visita se produce mientras el mundo se prepara para el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca el 20 de enero.

Escéptico de la crisis ambiental, el exmandatario republicano (2017-2021) prometió durante la campaña electoral «perforar, perforar, perforar» y aumentar la extracción de combustibles fósiles.

Expertos advirtieron que su segunda presidencia frenaría la transición a la energía verde que Biden ha impulsado, aplastando las esperanzas de alcanzar objetivos climáticos cruciales en los próximos años.

Pero el mandatario saliente, de 81 años, consideró este domingo que «nadie» puede revertir la «revolución de energía limpia» en su país.

«No cuando tanta gente, independientemente del partido o la política, disfruta de sus beneficios. No cuando países de todo el mundo están aprovechando la revolución de la energía limpia para salir adelante», afirmó.

«Amigos, no tenemos que elegir entre medioambiente y economía. Podemos hacer ambas cosas. Lo hemos demostrado en casa», agregó.

Ayudas para la selva

El gobernante demócrata llegó a Manaos junto a su hija Ashley y su nieta Natalie. De inmediato partió en un recorrido aéreo por el Amazonas, antes de visitar el «Museu da Amazônia».

Allí, se adentró en una pequeña fracción del bosque tropical de árboles altos, copados por ruidosas guacamayas, y conversó con líderes indígenas, defensores del medioambiente y empresarios.

El museo está dentro de la Reserva Forestal Adolpho Ducke, considerada por muchos el punto de partida del río Amazonas y la puerta de entrada a la Amazonía.

Su desembarco estuvo precedido de un anuncio simbólico: la Casa Blanca informó que Estados Unidos elevó su contribución bilateral para financiar la lucha contra el cambio climático a 11.000 millones de dólares anuales en 2024.

La cifra convierte al gigante norteamericano en «el mayor contribuyente bilateral en financiamiento climático en el mundo», según Washington.

El anuncio tiene lugar cuando los participantes en la conferencia sobre el clima COP29 de Bakú discuten sobre quién debe financiar la lucha contra la crisis ambiental.

«Ningún estado debería jactarse de ser el mayor financiador bilateral. Es la contribución total que cuenta y Estados Unidos nunca alcanzó su parte justa», advirtió no obstante a la AFP Friederike Roder, de la ONG Global Citizen.

Próxima parada: el G20

Entre otras medidas, Biden anunció que su país duplicará, hasta 100 millones de dólares, su contribución al Fondo Amazonía, que gestiona recursos de naciones y organizaciones internacionales para preservar esta selva considera clave para frenar el calentamiento debido a su capacidad para absorber CO2.

«Tal vez (Trump) pueda venir aquí y ver el bosque y los daños causados por la sequía y otras cosas y cambie de opinión sobre el cambio climático», dijo un alto funcionario de la administración sobre presidente electo.

Tras su viaje al bosque tropical, enmarcado en una gira por Sudamérica, probablemente el último gran periplo exterior de su mandato, el presidente estadounidense partirá hacia Rio de Janeiro.

En la ‘Cidade maravilhosa’ (sureste) participará el lunes y el martes del G20, donde el regreso de Trump al poder y la conferencia de Bakú marcarán la agenda.

El estadounidense también tiene previsto almorzar con su homólogo brasileño, el izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva, que se comprometió a poner fin a la deforestación ilegal de la Amazonía para 2030.

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