En mis últimos tres artículos vengo escribiendo sobre el llamado Efecto Pollyanna, un sesgo de optimismo. Me he valido de documentos públicos -fácilmente ubicables en la internet- con la finalidad de materializar un análisis que me indique, en la escala del 1 al 10, que tan optimista resulta un CEO de empresa o su presidente aquí en Venezuela.
En efecto y en los dos últimos artículos analicé, en primer lugar, la carta a los accionistas de John Thain, CEO de Merril Lynch, en su Memoria de 2007, unos meses antes de que Merril Lynch fuera rescatada por el Banco de América en pleno auge de la exteriorización de la crisis financiera de 2008. En segundo lugar y en la semana que siguió, analicé la carta a los accionistas de Horacio Velutini, CEO de Fondo de Valores Inmobiliarios (FVI), en la Memoria de 2022, año en que se corrió la especie aquella de que “Venezuela se arreglo”.
El análisis de la carta de Horacio Velutini arrojó un grado de optimismo de 7 sobre 10 y si uno realiza el análisis sin dos de los párrafos de la carta (el 3 y el 9), párrafos un tanto impregnados de sesgo, negatividad y frustración, el grado de optimismo sube a 8,5 sobre 10.
En esta oportunidad analizo la carta a los accionistas de Luis Emilio Velutini, Presidente del FVI, en la Memoria de 2023, es decir, la del año siguiente a la de Horacio Velutini.
El tono general de la carta de Luis Emilio Velutini es «muy optimista» pues utiliza un lenguaje positivo, enfático –e ideológicamente neutro- para destacar los logros y avances de la empresa en un marco donde omite referencias a lo “externo” y se enfoca en la empresa misma. En una escala del 1 al 10 –completica la carta- le he asignado un 9. La confianza en el futuro de la empresa y la satisfacción con los resultados obtenidos son evidentes en cada párrafo de su contenido.
La carta resalta la importancia de la implementación de nuevas tecnologías para optimizar procesos y mejorar la eficiencia. Reporta los incrementos significativos en el tráfico de visitantes, los ingresos por metro cuadrado y estacionamientos, lo cual indica algun grado de recuperación de la dinamica comercial. Las cifras allí presentadas muestran un aumento en los ingresos, una reducción de los gastos y una mejora en la rentabilidad. Finalmente destaca el compromiso de la empresa con la eficiencia operativa y la gestión prudente de los costos.
Debo aclarar, en honor a una todavía mayor transparencia, que los ingresos (por arrendamientos, servicios y estacionamiento) que aumentaron con respecto a 2022, fueron aquellos expresados en bolívares nominales. En bolívares constantes, es decir, en bolivares de un mismo poder adquisitivo (al 30 de septiembre de 2023) y de acuerdo con los estados financieros publicados en el portal del FVI, tales ingresos exhiben, más bien, una pequeña disminución cercana al 3%. Ustedes lo saben: el FVI es una empresa cuyos estados financieros principales deben ser reportados reexpresados para tomar en cuenta la inflación según lo dictan las normas de la institucion supervisora del mercado de valores venezolano. Entonces, y siguiendo con la línea del optimismo, bien hubiera podido ser añadido por Luis Emilio Velutini que “los ingresos, expresados en bolívares de un mismo poder adquisitivo, prácticamente se mantuvieron, lo que aunado a la reducción de costos y gastos, nos condujo a una mayor rentabilidad”.
Resumiendo. Definitivamente la carta, elaborada con un alto grado de optimismo y absoluta neutralidad ideológica, está diseñada para motivar a los accionistas. Luis Emilio Velutini utilizó un lenguaje claro y conciso para comunicar los logros de la empresa y generar confianza en el futuro. La comunicación es estratégica al destacar los aspectos más relevantes para los accionistas, como el crecimiento, la rentabilidad y la innovación. Además, enfatiza el compromiso de la empresa con la transparencia y la eficiencia.
La Memoria Anual 2023 del FVI, titulada “Transformación de fondo”, con la carta a los accionistas de Luis Emilio Velutini, la pueden ubicar aquí.
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