Como estamos en una lucha por las ideas, y más ahora que supuestamente se avecina una contienda electoral por la Presidencia de la República, considero que uno de los acuerdos que debe llevarse a cabo, si efectivamente queremos adecentar la política y eliminar el chantaje, el amedrentamiento, pero también la soberbia, la prepotencia y el paramilitarismo mediático, hay un grupo de “programas” de televisión que deben salir de las pantallas de los medios públicos, si, en efecto, se busca la llamada “reconciliación”.
Aclaro que desde hace mucho tiempo no veo esos programas, máxime cuando en otras oportunidades por vía escrita o radial me he referido a cada uno de ellos como parte de la podredumbre madurista, en donde cada uno de los “moderadores” de semejantes bodrios, cada quien con su estilo, hace lo propio: calumniar, difamar, denigrar, pero sobre todo intentar hacer ver al pueblo de Venezuela que las desgracias que vivimos son responsabilidad de “agentes” externos e internos, estos últimos apátridas, quienes deberían estar condenados en el mejor de los casos, bajo cadena perpetua, confinados en mazmorras al estilo de las que existían en la Edad Media y época preindependentista.
Sobre los dos primeros programas que encabezan el título de este artículo, ambos son bazofias televisivas de Venezolana de Televisión (VTV). Uno es peor y más putrefacto que el otro. Solamente el horario “restringido” nos orienta sobre la condición de lo que allí plantean quienes conducen la criptosemántica más perversa del madurismo en Venezuela. De hecho, tanto La Hojilla como Zurda Conducta nada tienen que ofrecerle al pueblo de Venezuela.
En el primer caso, Mario Silva aún no termina por desmentir o, mejor dicho, probarnos que aquel famoso audio en donde claramente aparece por su voz en franco diálogo con un supuesto militar cubano¹ de nombre Aramis Palacios, no le pertenece, y en cual realizó serias acusaciones contra el alto gobierno, entre quienes mencionó tanto a la autodenominada “primera combatiente” como al otro autodenominado hijo de Chávez, quien por cierto conduce otra pestilencia de carácter bélico también en VTV, con el remoquete de Con el Mazo Dando. Sobre tal audio recordemos que el conductor de esa “hojilla” alegó que había sido objeto de un supuesto montaje por parte del Mossad, donde nunca se atrevió a decir que había sido el “imperio”, y que nos presentaría las “pruebas” sobre la falsedad de esa grabación.
¡Claro! Jamás pudo desmentirlo, porque nada puede hacer contra la verdad. Tampoco olvidemos que tres semanas antes de esas declaraciones secretas de Mario Silva, pronosticamos la caída de ese programucho², el cual salió de manera forzada del principal canal del Estado, sobre todo por órdenes del propio Diosdado Cabello, quien también se hizo el desentendido sobre las acusaciones que en ese audio hicieron en su contra, y menos mencionar algo sobre el particular en sus distintas apariciones públicas.
No obstante, tenemos que emplazar a Ismael García, quien fue el parlamentario que en ese entonces nos presentó ese audio, ya que nos habló de que existía una segunda parte, más grave que la primera, pero esa otra parte de otras supuestas graves declaraciones al parecer fue convertida en “polvo cósmico”, razón por la cual los venezolanos estamos en la obligación de preguntarle al político de marras: ¿qué ocurrió con ese segundo audio? ¿Es cierto que fue entregado a Diosdado Cabello, a cambio de un pacto político de “no agresión” y “verdes” de por medio? Pero si usted quiere comprobar que entre ellos existe un pacto de no agresión, solo vea el video de Mario Silva con Diosdado Cabello³ en La Hojilla (concretamente entre los minutos 38 y 41 de ese programa) para que observen cómo los “protagonistas” en VTV no son capaces de iniciarle juicio a Ismael García, sino que cuales mujiquitas se van por la tangente. Por cierto, en ese mismo programa, aunque tanto Silva como Cabello aparezcan como si nada hubiese pasado entre ellos, la verdad es que en tales imágenes, al contemplar las miradas, la manera como se estrechan las manos, y las “sonrisas” (fingidas) demuestran que no se soportan por razones obvias.
Sea lo que sea que haya ocurrido entre Mario Silva y Diosdado Cabello, el señor Ismael García sigue en deuda con el país. Verbigracia, Mario Silva debería ser investigado, a propósito de que existe un “fiscal” que casi todos los días nos habla de su lucha contra la “corrupción”. Sobre el famoso audio que fue con hojilla afilada, debemos preguntarle a ese fiscal, es decir, a Tarek William Saab: ¿por qué usted que tanto le gusta achacar que Luisa Ortega Díaz siempre ocultó casos de corrupción, el audio donde aparece la voz de Mario Silva no representa ni siquiera un mínimo de investigación?
Además, ¿acaso no es un traidor a la patria, alguien que comenta información de Estado con un militar extranjero? ¿Dónde quedaron las denuncias de golpe de Estado que Mario Silva hace en contra de altos militares y civiles? ¿Por qué estos nunca fueron procesados? ¿Qué pasa con las graves acusaciones que hace Mario Silva en ese audio sobre Diosdado Cabello ante supuestos hechos de corrupción? En otras palabras, Tarek William Saab queda como un bocón, cuando señala que él ataca la “corrupción”, pero ni se inmuta por darle inicio a una investigación contra el jerarca madurista.
La Hojilla es un referente de la peor política que puede realizarse en cualquier instancia de medios. Sin entrar en descalificaciones personales, su moderador sí es un operador político pero de la más rancia, subyugada y panegírica entrega al madurismo, y no tengo dudas de que el elevado nivel de vida que presenta el susodicho, rodeado de camionetas blindadas y escoltas, así como cualquier cantidad de recursos y herramientas de última tecnología a su disposición, provienen de la malversación y corrupción del tesoro nacional. Ante tal realidad, lo reto para que nos explique a los venezolanos de dónde sale el dinero para su ostentosa forma de vivir. ¿O acaso le pagan, precisamente con la mentada moneda del “imperio”?
En cuanto a Zurda Conducta, resulta pleonástico hablar sobre sus “moderadores”, pero concretamente tengo que referirme (sin que esto implique xenofobia) a que no es posible que en VTV un colombiano, concretamente Pedro Carvajalino, denigre en nuestra patria de los venezolanos, aunque estos sean los más acérrimos antimaduristas. Tanta paja que habla este gobierno sobre “la autodeterminación de los pueblos” y que “los problemas de los venezolanos los resolvemos los venezolanos”, entonces recurren a un extranjero para que venga a dictarnos “cátedra” de moral y buenas costumbres4, las cuales por cierto no solo destruyen el idioma, sino que este individuo tampoco ha podido desmentir sus supuestos vínculos como desertor de la guerrilla colombiana o paramilitarismo de ese país.
Otro de los moderadores de ese programucho es alías “Cabeza e’ mango”, cuya conducta en diversas ocasiones evidentemente la ha desviado en su letra inicial, al punto que en su currículo figura hasta el haber atropellado bajo los efectos de sustancias alteradoras del equilibrio nervioso a funcionarios bomberiles. También tenemos a un “constituyente” como “conductor” de esa blasfemia mediática, quien sin hablar en el “órgano político” que controla Delcy Rodríguez, tiene tan alta posición sobre el “respeto” por las mujeres, que en una oportunidad trató de “prostituta” a una periodista que lo estaba entrevistando. En síntesis, este programa no solo es bazofia, sino representa la letrina del habla y la conducta en Venezuela expresada en las diversas actuaciones públicas de sus operadores mediáticos.
Por último, existe otro programa, transmitido a través de otro canal de los llamados “medios públicos”, en el cual su moderador, Jesús Silva, quien es permanente articulista de Asamblea Popular Revolucionaria (Aporrea), llamado La Propuesta, tal individuo ha dicho que denunciaría “fuera quien fuera” a quienes se hicieran llamar “doctores” sin serlo. Vaya su palabra por delante, no solo porque en todos sus artículos y manifestaciones públicas solo le falta compararse con Dios o Narciso, aquel personaje de la mitología griega, sino que calla cuando el referido “fiscal” Tarek William Saab se hace llamar “doctor” o lo señalan como tal en los medios o generador de caracteres, sin que hasta la fecha Jesús Silva lo haya demandado ante las instancias correspondientes.
O sea, Jesús Silva es otro mentiroso, quien solo emplea su programa para vilipendiar a los venezolanos que combaten el madurismo, que hasta sus palabras resultan despreciables ante quienes han resultado asesinados en “procedimientos de Estado”, como fue el caso de Oscar Pérez y su grupo rebelde.
Para lograr la paz se requiere actuar apegado a la ley y la verdad. La Hojilla, Zurda Conducta y La Propuesta son tres programas de perversión mediática que generan un triángulo de odio entre los venezolanos. Más temprano que tarde saldrán del aire y tendrán que rendir cuentas a la justicia. Que nunca se les olvide.
Nos podemos cerrar con la interrogante: ¿será cierto que los “moderadores” que coinciden con sus apellidos en los diferentes programas mencionados son primos? Si es así, resulta evidente que todo queda entre “familiaaaaa”.
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¹ https://www.youtube.com/watch?v=YODGetyvFEE&t=2s
² https://www.aporrea.org/actualidad/a165190.html
³ https://www.youtube.com/watch?v=pOC1lFn75T4
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