Gritos de «fuera», así como lanzamiento de barro, recibieron a la comitiva de los reyes de España, Felipe VI y Letizia, el presidente del gobierno, Pedro Sánchez, y el presidente regional de Valencia, Carlos Mazón, a su llegada a Paiporta, epicentro de las inundaciones que asolaron esa provincia el martes.
Decenas de voluntarios y vecinos indignados recibieron con insultos a la comitiva y se encararon con ella, con gritos de «fuera, fuera», mientras que tanto el rey como la reina intentaron mediar con jóvenes que se les acercaron, en un pueblo donde ha habido al menos 62 muertos por las inundaciones, que provocaron 213 fallecimientos en la provincia, así como un número indeterminados de desaparecidos en el mayor desastre natural en España en lo que va de siglo.
Los vecinos de Paiporta le tiran barro al Rey de España en su visita a la localidad. pic.twitter.com/0Ai2t0rPng
— 马悟空 (@Ma_WuKong) November 3, 2024
Con la cara manchada de barro, igual que su abrigo, el rey siguió avanzando por una de las calles principales de esta localidad de la zona cero del temporal y trató de tranquilizar a varios de los voluntarios, muy alterados tras cinco días de desastre por la riada.
El Rey, lejos de huir, se acerca a escuchar a los vecinos, sabiendo que recaerá sobre él todo el chaparrón de ira, rabia y frustración de gente que lo ha perdido todo.
Orgullo y honor.
Viva el Rey de España. pic.twitter.com/mCw1C4E7Fv— Jesús Caballero (@jesus_m_cab) November 3, 2024
La reina también dialogó con algunos de los indignados, mientras que seguían los gritos de «fuera, fuera» y algunos insultos dirigidos a todas las autoridades.
⚠️⚠️Imágenes históricas, la Reina de España increpada por el barro por vecinos de la zona cero de Valencia, el Rey Felipe intenta acercarse a los vecinos aún en medio de la indignación.
Sánchez se ha perdido entre la multitud.
pic.twitter.com/i1YxmmLYZG— Mag Jorge Castro🇨🇺 (@mjorgec1994) November 3, 2024
Aunque en un principio la seguridad comenzó a abrir paraguas para evitar la caída de barro a la comitiva, posteriormente los cerraron mientras que el rey seguía caminando y deteniéndose a hablar con los voluntarios y vecinos alterados.
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