Desde la distancia no puedo juzgar con precisión, pero debo decir que es sumamente esperanzador que finalmente se instale el Colegio de Politólogos del Estado Carabobo. Según se recoge en la prensa digital, el pasado 24 de octubre se juramentó la junta directiva de ese gremio cuyos profesionales pueden ser fuente de soluciones y alternativas para la grave crisis institucional que padece Venezuela. Eso sin mencionar el esperable rol reivindicativo que deberían jugar de cara a un gremio que ha padecido amarga y virulentamente un grave intrusismo.
Fíjense amigos lectores, la primera acción que seguramente podría ejecutar esa junta directiva del Colegio de Politólogos de Carabobo sería hacer valer que solo pueden practicar el oficio y ser parte del gremio quienes tengan título de Politólogo o Licenciado en Ciencias Políticas, que no vale ni una carta de culminación de estudio ni hacerse llamar “analista político” en algún medio de comunicación. Que la carrera merece respeto.
Asimismo, un gremio profesional tan importante, cuya junta directiva es un reflejo de la voluntad de cada uno de los politólogos carabobeños expresada mediante su voto de conformidad con la previamente aprobada Ley de Ejercicio de la Ciencia Política en Venezuela, debe ser un ejemplo de independencia de intereses partidistas. Sus declaraciones seguramente serán destacables por su defensa de la Constitución, de la Carta de las Naciones Unidas, de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, de la Convención Americana y del Sistema Interamericano de los Derechos Humanos.
Muy probablemente, su junta directiva, demostrando su sólida formación académica, expresará su preocupación por la escalada represiva que vive Venezuela bajo la cual casi 2.000 ciudadanos han sido sometidos a prisión arbitraria, sin debido proceso, sin defensa privada y cuyos familiares denuncian torturas, tratos crueles y degradantes. Entre las víctimas resaltan niños, niñas y adolescentes y eso claramente será un punto a destacar por la junta directiva como voz legítima del gremio de los politólogos.
Pero donde seguramente la nueva junta directiva del Colegio de Politólogos de Carabobo destacará será en la defensa de la democracia y su integridad. Como conocedores del sistema electoral venezolano y la legislación aplicable, seguramente exigirán al CNE la publicación de las actas electorales desagregadas por centro de votación y por mesas de las pasadas elecciones presidenciales. Todo en virtud de defender la democracia, sus procedimientos, promover la transparencia y la legitimidad de las instituciones políticas. De ese tamaño son mis esperanzas con respecto al Colegio de Politólogos. Mucha suerte en su gestión.
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