Sunme Yoon, traductora de todas las obras en español de la premio Nobel Han Kang, considera en una entrevista con EFE que «ningún otro escritor» en Corea del Sur merecía más el galardón que ella, tanto por la profundidad de su escritura como por su coherencia a nivel personal.
Yoon (Seúl, 1965) se mudó con tan solo cinco años a Buenos Aires, de donde saldría 20 años después con una licenciatura en Letras para poner rumbo a Madrid, donde se doctoró en Literatura Medieval antes de retornar a su ciudad natal.
En Seúl, mientras enseñaba español en diferentes universidades, se topó con la traducción sin preverlo; le ofrecieron trabajar en un poemario del autor Kim Chun-su y quedó enganchada.
Comenzó a traducir bastante poesía y a escritores que no necesariamente eran los grandes nombres que en ese momento el gobierno incluía en sus listas de obras que había que intentar difundir en el extranjero.
En ese sentido, habla de una «sensibilidad diferente» que venía dada por haber crecido y estudiado fuera de su país natal y considerar el español como su primera lengua.
«Como todo latinoamericano yo crecí leyendo a Borges, a Sábato, a Córtazar, a Vargas Llosa, a García Márquez, a Alejo Carpentier, además de traducciones de autores occidentes. Pero nada de literatura oriental», explica.
Una novela «muy adelantada a su época»
En torno a 2010 se topó con La vegetariana, novela de Han Kang que se había publicado en 2007, que solo estaba entonces traducida al japonés y que no había hecho excesivo ruido por ser una obra «muy adelantada a su época» en Corea del Sur.
Yoon conectó enormemente con la protagonista del libro, Yeong-hye, cuya decisión de dejar de comer carne desata una espiral trágica en el seno familiar.
«Si te pones a pensar con cuántas cosas (las mujeres) nos tenemos que resignar, y tenemos que obedecer. Y sin embargo, este personaje de La vegetariana, para mí es una heroína«, afirma Yoon sobre un personaje que considera «consecuente con lo que piensa hasta las últimas consecuencias».
La traducción en español fue editada originalmente por la hoy desaparecida editorial argentina Bajo la luna en 2012, y al año siguiente Han quedó sorprendida al visitar la Feria del Libro de Buenos Aires y toparse con un auditorio lleno y ávido por preguntarle por su trabajo.
Al regresar a Seúl, la premio Nobel 2024 buscó a Yoon para agradecerle su trabajo y contarle lo asombrada que estaba por el hecho de que «el público en las antípodas de Corea había entendido mucho mejor su obra».
La propia Han le pidió que tradujera el resto de sus escritos y, desde entonces, el hecho de conocerla personalmente la ha ayudado a entender su literatura de otra manera y a ver cosas antes que los demás.
«Llegas a conocer esos motivos literarios que afloran todo el tiempo. Por ejemplo, en su caso con el color blanco, con la nieve, con el motivo de las almas gemelas. Siempre hay una hermana, una amiga, en todas sus obras. Es como un anhelo de un alma gemela», detalla Yoon.
Escritora y persona consecuente
La traductora considera que Han Kang, en cierto modo como la protagonista de La vegetariana, «es consecuente consigo misma y con lo que dice en su obra».
«Como ser humano, como escritora y demás, la profundidad de su obra… Todo se conjuga para que haya ganado este premio. Lo concedieron a la persona más adecuada. Ningún otro escritor coreano se lo merece más», asevera.
Yoon ha traducido en la última década a muchas otras autoras surcoreanas, desde Sohn Won-pyong (Almendra, Gran Travesía) pasando por Yun Ko-eun (La turista, Reservoir) o Chon Un-Young (El hombre del desván, Hwarang), y destaca que la voz femenina es la que literariamente prepondera hoy en Corea del Sur, donde las listas de libros de ficción más vendidos las copan ellas.
«El premio Nobel es para Han Kang y para Corea, como dicen acá, ‘tanbi’ (literalmente, ‘lluvia dulce’, la expresión coreana para definir la primera lluvia tras una sequía)», cree la traductora.
«Esto va a ser un gran espaldarazo para la traducción. Creo que nos va a dar visibilidad a los traductores y a todos los jóvenes que están interesados en leer y traducir literatura coreana«, explica Yoon, que desde hace años es profesora del Instituto de Traducción Literaria de Corea (LTI), cuyo rol, junto con el de la Fundación Daesan, considera absolutamente fundamentales para que la literatura de su país haya traspasado fronteras.
El próximo 5 de diciembre, cinco días antes del discurso que Han Kang ofrecerá durante la entrega del Nobel en Estocolmo, Random House publica otros dos trabajos de la galardonada autora traducidos por Yoon, Imposible decir adiós y Actos humanos, esta última editada originalmente en español en 2018 por Rata Books.
Aparte, Yoon tiene previsto que se publique, seguramente en 2025, su traducción de una antología de cuentos de «una autora que tiene poco escrito y en Corea es casi desconocida«, una situación similar a la de Han Kang cuando ella se topó con La vegetariana hace más de una década.
Al plantearle si podríamos estar ante otra futura premio Nobel surcoreana, la traductora responde con jovialidad: «Uno nunca sabe».
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