A diferencia de los tantos eventos electorales/sociales que se han desarrollado en Venezuela en los últimos años que buscaban desalojar a Nicolás Maduro del gobierno, el 28 de julio alcanzó un hito histórico e insoslayable para él y el ecosistema político que construyeron para sostener el poder.
A toda vista la genialidad del gran negociador y articulador, el psiquiatra Jorge Rodríguez, se equivocó o indujo el error para aceptar un proceso electoral en el que evidentemente era imposible que el gobierno pudiera siquiera pensar en obtener la victoria, motivados quizás por el manejo histórico del proceso electoral en todas sus fases, no advirtieron ser sorprendidos por una ofensiva técnica/organizativa finamente construida para demostrar los resultados electorales, ahora penosamente se ahogan en la peor crisis de legitimidad posible, desnudos ante la inminente verdad; Nicolás Maduro perdió en todos los estados de Venezuela, en todos los estratos sociales, perdió ante sus seguidores y dirigentes del destartalado PSUV, y perdió ante la mirada impotente de los jóvenes militares del Plan República.
Impregnado de la gigante derrota que les persigue y desconcierta se adentran en una peligrosa calle sin salida, tomando la represión y la barbarie como método de defensa ante la avalancha de votos que lo abruman con una diferencia mayor a los 4 millones de votos a pesar de todas las artimañas empleadas, abonando a su ya referencial perfil de brutal violadores de los derechos humanos de la población, del escritor y psicólogo criminal, Robert D. Hare, creo concerniente interpretar su obra: Sin conciencia, el inquietante mundo de los psicópatas que nos rodean, citando:
“La sociedad no puede defenderse de los psicópatas, son ellos los que hacen las reglas, los psicópatas no son solo los fríos asesinos de las películas, están en todas partes, viven entre nosotros y tienen formas mucho más sutiles de hacer daño que las meramente físicas, los peores llevan ropa de marca y ocupan suntuosos despachos en la política y las finanzas”.
De manera que a pesar de contar con un mar de opciones en el camino de la paz, han preferido la violencia, y acuñarse definitivamente el peor rostro, ninguna nación democrática podrá defenderlos sin costos en sus propias políticas, los pueblos del mundo lo rechazan en cascadas, ningún negociador tiene moral para extenderle opciones y flexibilizar posiciones con la actual determinación de violencia y la detentación del golpe de Estado a través del fraude electoral, el 28 de julio produjo un gran resultado y es la elección por mayoría abrumadora de Edmundo Gonzalez Urrutia, un diplomático de carrera elegido por la providencia divina para adecentar el país y crear las bases del entendimiento político como único medio para el perdón y el encuentro de todos los venezolanos.
Hoy todas las administraciones de la región deben obrar para que Venezuela retorne a su tradición democrática, evidentemente debe ser lo conveniente para todos si evalúan con prudencia los efectos de la migración y las posibilidades de acrecentarse en los próximos meses, el nudo gordiano es como trasladan su criterio a la realización de acciones verdaderamente eficaces, partiendo además de la realidad actual; la sociedad venezolana cambio irreversiblemente.
La sociedades democráticas demandan la observación y la solidaridad plena y al unisonó, los presidentes deben demostrar que apuestan a la transición pacífica en las reuniones en privado, pero también en sus posiciones publicas de manera que puedan tener un significado impactante para quien plantea quedarse en el poder de forma vitalicia a través de métodos antidemocráticos y no pacíficos.
El madurismo tiene muchos pasajes históricos para reflexionar, la historia está escrita y pueden tener introspecciones a través de ella, acá resumidamente les ofrezco el comentario del secretario de Estado George Shultz al presidente Ronald Reagan, mientras discutían sobre el futuro del general Augusto Pinochet, y la disposición del presidente Reagan de ir a Chile y reunirse personalmente con el dictador:
“De ninguna manera, no se engañe, Pinochet ha sido cruel, represivo y lo que ha hecho es simplemente indefendible, este hombre tiene las manos llenas de sangre, ha hecho cosas monstruosas”.
Conclusión
El madurismo enfrenta desafíos en diversas variables y a múltiples velocidades, pretender mitigar o contener el conflicto de legitimidad interno con una sentencia del TSJ sin credibilidad es ingenuo y altamente fantasioso, y pretender burlar y retar la política internacional a través de actos obscenos de violación de los derechos humanos de la población es una provocación inaudita para muchos organismos y Estados que puede acabar muy mal.
@jufraga12
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