Hoy es la Fiesta Nacional en España, pero es también una fiesta casi universal, porque se conmemora la llegada de Cristóbal Colón a las costas del Nuevo Mundo, por eso lo llamamos el Día de la Hispanidad, aunque durante décadas se llamó Día de la Raza en España y en otros países del otro lado del Atlántico, que incluso hoy siguen celebrándolo bajo ese nombre. Hasta aquí es una historia más que conocida. Sin embargo, esta festividad ha provocado discusiones y diversas interpretaciones sobre lo que significa realmente el término Hispanidad, y por qué aquellos países que formaron parte de España se deben llamar así y no Latinoamérica o Sudamérica.
Los tres términos tienen una serie de matices, pero solo uno es capaz de abarcar lo que supone esta festividad no solo para España sino para los países hispanohablantes.
Antes que la historia o el idioma, existía la geografía, y por eso el término Sudamérica es «el escenario geográfico de un proceso histórico donde se entrelazan las tradiciones indígenas y la herencia hispánica, creando una realidad social y cultural compleja», como escribió Julián Marías. Es un espacio físico que agrupa a los países situados al sur del istmo de Panamá, como Argentina, Brasil, Chile, Colombia y Venezuela. Pero se queda corto a la hora de entender la diversidad que existe en toda su extensión.
Donde realmente está la discusión es en si los antiguos territorios españoles en América deben englobarse en el término Latinoamérica o Hispanoamérica. En un mundo donde los conceptos y las palabras se juzgan, politizan y etiquetan, ¿Qué los diferencia? ¿Cuál debemos utilizar? Y más importante todavía ¿Por qué la fiesta nacional se celebra bajo el estandarte de esa hispanidad? Todas las respuestas se encuentran encerradas en la definición de ambos conceptos.
Latinos o hispanos
El término Latinoamérica, se popularizó a mediados del siglo XIX en México, durante la intervención francesa de Napoleón III en la región. La idea era construir una nueva identidad entre las naciones que se acababan de independizar de España bajo una influencia francesa. Después el término evolucionó y se convirtió en el más utilizado en el mundo anglosajón para referirse a las personas que vivían más allá de la orilla sur de río Bravo.
Sin embargo, la Hispanidad es algo mucho más profundo, que trasciende los siglos y los continentes, porque «es más que un hecho histórico, es un destino espiritual. La historia de España y América es la historia de un mismo pueblo con diferentes manifestaciones culturales, pero con una unidad de fondo en sus valores esenciales», como explicó Ramiro de Maeztu.
La fiesta de la Hispanidad no representa que Colón llegó a América sino todo lo que fue después: la evangelización, la construcción de ciudades, la preservación de las lenguas indígenas y parte de su cultura, la creación de las primeras universidades y el acceso a la educación, las leyes de Indias que convirtieron a los indígenas en súbditos de la Monarquía Hispánica con los mismos derechos que un castellano o aragonés, también representa la unión a través del mestizaje y la mezcla de dos civilizaciones que se encontraron y fusionaron a través de la música, la comida o la espiritualidad; es decir, «una riqueza cultural de la que los pueblos hispanoamericanos deben sentirse orgullosos», como defiende el escritor mexicano Juan Miguel Zunzunegui.
Todo esto fueron realidades históricas que perduran hoy en forma de instituciones, monumentos y una lengua común con más de 599 millones de hablantes cinco siglos después.
Para los escépticos, nada de esto tiene que ver con la leyenda rosa, es historia. También lo es entender que España cometió muchos errores en América, donde se produjeron asesinatos, violaciones, robos e injusticias contra los indígenas durante la conquista, pero fueron acciones individuales. No fue esa la política de Estado que desarrolló la monarquía en la Nueva España sino todo lo contrario, los Reyes Católicos y sus herederos fomentaron la Hispanidad, con todo lo que eso significa. Por eso cada 12 de octubre se celebra en España la Hispanidad como fiesta nacional, al igual que en otros países que antaño compartieron la misma identidad política, social y cultural.
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