Apóyanos

Del 28J a un nuevo Proyecto País

    • X
    • Facebook
    • Whatsapp
    • Telegram
    • Linkedin
    • Email
  • X
  • Facebook
  • Whatsapp
  • Telegram
  • Linkedin
  • Email
A dos meses de las elecciones del 28J, el país y la comunidad internacional no ven claro nuestro futuro y mucho menos hacia dónde nos dirigimos, si es al reconocimiento de quien en verdad ganó, la ratificación de un triunfo “de facto” o hacia una negociación para un gobierno de transición que dé una salida a la crisis venezolana.
La verdad verdadera es que el país está prácticamente paralizado, la economía se dirige a un crack, el sector político opositor perseguido y dividido y el gobierno no da señales que indiquen que quiere buscar soluciones que nos conduzcan a buen puerto sino todo lo contrario. Los radicalismos, para mal, se han adueñado del espíritu de los venezolanos que, aunado con la desesperanza, todavía no encuentra el camino para romper la malignidad que nos domina, en lugar de pensar más en el país que en el propio liderazgo, el protagonismo y la megalomanía que es la que en definitiva nos ha conducido al empantanamiento en el que nos encontramos y el cual no nos permite una salida honorable para todas las partes.
Es una realidad, que tenemos de aquí al 5 de enero, para encontrar un mecanismo que nos permita sentarnos y decidir una salida que, aunque no nos guste de a mucho, abra el camino a la normalización del país y su inserción nuevamente a la comunidad internacional.  También es otra realidad que la comunidad internacional ha hecho lo que ha estado a su alcance para que Venezuela retome a la normalidad democrática, pero en definitiva a quienes les corresponde encontrar esa salida no es a nuestros amigos internacionales sino a los venezolanos y para ello, tenemos que comenzar por reconocernos todos.
El país nacional y la comunidad internacional lo que debe es presionar a los políticos y al gobierno a ser creativos para encontrar dentro del marco constitucional una salida institucional, que las hay, si queremos democracia, que hoy no la tenemos o está muy maltrecha. Tenemos que comenzar por sentarnos a conversar ya no sobre cómo nos desplazamos unos con los otros de acuerdo con nuestras visiones políticas sino más bien cómo podemos construir juntos un Proyecto Político Nacional que sienta las bases institucionales de la democracia que queremos, garantice la viabilidad política, dé a luz a un gobierno de transición o unidad nacional que posteriormente se normalice institucionalmente a través de los venideros procesos electorales constitucionales que tenemos en cierne, además de los que se pudieran plantear.
Hay que reconocer que no es fácil sentarse en una mesa a negociar cuando el gobierno se atrinchera en él y la oposición solo ve su desplazamiento y castigo. La presión nacional e internacional hoy no es para desplazar a unos y para poner a otros, es para obligar a ambos sectores a negociar pensando en el país que se quiere y garantizando un nuevo “status quo político”. Las conversaciones para que tengan viabilidad deben tener como base garantías institucionales y respeto para ambas partes no para una, además y principal, lo importante es pensar en la construcción de un Plan País igual como el que se erigió con el Pacto de Puntofijo, esa democracia que todos conocimos y duró 40 años, y después el país democráticamente decidió cambiar por el proyecto político bolivariano que hoy también llegó a su agotamiento, por lo que estamos obligados a encontrar sustitución a este proyecto fallido a través de un Gran Acuerdo Nacional que conduzca al inicio de un gobierno de Acuerdo Nacional y de viabilidad o  de los primeros pasos al nuevo Proyecto País, en el que sin duda alguna la comunidad internacional nos acompañará.

El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!

Apoya a El Nacional