Hablar de la isla de Taiwán, o la anteriormente denominada isla de Formosa, explorada por los portugueses (1540), «isla Hermosa», es siempre grato. Es una sociedad altamente democrática y liberal que en sus escasos 36.000 km², y pese a tener en frente a su rival la China comunista, logró dar lecciones de avance y prosperidad, principalmente en comercio y tecnología.
Desde 1945 la isla no comparte la ideología totalitaria comunista de la China continental y es un estado independiente con reconocimiento diplomático de varios estados del mundo. No vamos a hacer una consideración profunda del tema político de Taiwán, vamos a tratar de entender su mirada y acción en relación a la energía y tecnología.
En el ámbito comercial Taiwán exporta por valor de 479.000 millones de dólares (2022) e importa por un valor de 427.000 millones de dólares, con claro superávit comercial de 52.000 millones de dólares (varias fuentes).
Su “producto estrella” de exportación son elementos de partes electrónicas, principalmente microchips, dominando Taiwán 60% del share market del globo, a través, de entre varias compañías, a la poderosa compañía Taiwan Semiconductor Manufacturing Company (TSMC), en fabricación de semiconductores y que provee a Apple, Nvidia, AMD, entre otros.
Para 2025 los procesos de fabricación serán más precisos y complejos en las que fabricará chips con procesos de dos nanómetros, esto es: dos nanómetros (un nanómetro es la mil millonésima parte de un metro) es la distancia que hay entre transistor y transistor. De este modo, cuantos más transistores se puedan ubicar en un microchip más capacidad de procesamiento tendrá.
Obviamente todo el proceso de fabricación requiere de un elemento clave: energía.
Ingentes cantidades de electricidad para mover esas fábricas.
Aún no tiene el país una agresiva política de expansión de inversiones en energía que permitan suministrar electricidad a su principal industria.
En este 2023 que va finalizando, Taiwán está entre los 10 principales importadores de GNL del mundo. Básicamente no tiene gas y debe traerlo a la isla.
El consumo de electricidad en Taiwán está dominado por combustibles fósiles (82%) vale decir carbón y gas (41% cada uno); generación nuclear, solar, eólica e hidroeléctrica (llega al 17.5%).
En 2023: Taiwán consumió alrededor de 24,7 Bcm (billion cubic meters) de GNL (liquid natural gas) 83,4% destinado a la demandan de generación eléctrica (con datos de la Administración de Energía de Taiwán, Ministerio de Asuntos Económicos). Claro que importar LNG siempre tiene un riesgo, especialmente para Taiwán: la permanente amenaza de China comunista de cerrarle el paso a sus proveedores, un claro acto de guerra pero que nadie descarta que pueda ocurrir. Por ello la energía en Taiwán debe tener una agresiva política de almacenamiento (de gas). Y cuando exista la fórmula y los medios tecnológicos: deben almacenar electricidad.
La generación de electricidad a gas de la isla representó el 39,6% de la energía total en 2023.
Taiwán planea incrementar el gas (importado vía LNG) a 50% del mix energético para 2025, lo que significa una mayor dependencia de las importaciones.
Algunos analistas muy positivos sobre la situación del país esperan que la capacidad instalada de energía solar alcance 15 GW (gigavatios) hasta 2025, mientras que la capacidad eólica marina instalada se podría situar en 2 GW; para tener generación propia y no depender tanto de las importaciones de LNG y no utilizar tanto carbón dado el compromiso de Taiwán con el medio ambiente.
Adicionalmente a fabricar chips Taiwán puede convertirse en un centro de actividades de IA inteligencia Artificial, que lógicamente, por el uso de supercomputadores y procesadores requerirá otro gigantesco volumen de electricidad.
Siendo así, algunos analistas creen que la generación eléctrica vía nuclear podría ser la solución temporal para Taiwán que no tiene el espacio territorial para instalar grandes centros de generadores eólicos o paneles solares y en tanto la tecnología avance a tal punto que se pueda almacenar superávits de electricidad generada y no consumida.
Varios expertos de la isla están urgidos en indicar a sus líderes y autoridades que debe haber una agresiva política de atracción de inversiones para generar más fuentes de suministro de energía verde y llegar a 4.500 millones de kWh en 2025 a partir de generación solar y proyectos de energía eólica marina a gran escala.
Veremos que sucede en los siguientes trimestres. Aunque Taiwán tiene un serio compromiso de llegar a “emisiones netas cero de Taiwán para 2050”, es un desafío costoso y que debe ser manejado de forma racional.
Vale decir, ejecutado en fases. Es una transición energética ordenada.
Adicionalmente pese a que la energía nuclear podría ser la solución, hay fuertes opositores a la industria nuclear y en todo caso indican que Taiwán tiene la oportunidad de convertirse en el primer país del Este de Asia en pasar de la energía generada con energía nuclear a la energía libre de energía nuclear en 2025.
La transición energética es compleja, debe ser ordenada y muy equilibrada para no afectar la economía de los países.
@BorisSGomezU
Noticias Relacionadas
El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!
Apoya a El Nacional