Sacudidos por la era digital, la crisis económica y la pérdida de confianza de los usuarios, los medios de comunicación tradicionales se han debilitado considerablemente, al punto de que hay temores sobre la supervivencia de estos.
Auspiciado por cientos de medios, entre ellos AFP, el Día Mundial de la Información (World News Day) se celebra el sábado para concienciar al público sobre esos desafíos.
Crisis económica en los medios de comunicación
«El modelo económico de los medios de comunicación informativos ya no es viable», advertía la Unesco en 2022.
Es la base del sector la que se está desmoronando: los ingresos publicitarios son absorbidos por los gigantes de internet en detrimento de los medios tradicionales.
Según estudio de la consultora WARC, citado por medios especializados, el trío compuesto por Meta (Facebook, Instagram), Amazon y Alphabet (Google) captará cerca de 44% de los gastos publicitarios mundiales en 2024, frente a 25% de los medios tradicionales.
Esta brecha se amplía por el hecho de que el público accede a la información a menudo a través de redes sociales, en lugar de los sitios de los medios.
Sin embargo, algunas redes, comenzando por Facebook, ya no consideran la información como una prioridad y la destacan menos que antes, según el informe 2024 del Instituto Reuters sobre la información digital.
La consecuencia para los sitios de los medios: una fuerte caída del tráfico proveniente de las redes sociales, lo que afecta sus ingresos.
Además, el público parece poco dispuesto a pagar por la información. Según el informe del Instituto Reuters, solo 17% de los encuestados en 20 países ricos lo hicieron en 2023.
Todo esto provoca numerosos despidos, cierres de operaciones y otras reducciones de costos en los medios de todo el mundo, subraya el estudio.
Pérdida de confianza en los medios
Una tendencia de los últimos años es que el público está perdiendo confianza en los medios de comunicación. Solo 4 de cada 10 encuestados confían «en la mayoría de las noticias la mayor parte del tiempo», según el Instituto Reuters.
Simultáneamente, los ‘influencers’ y creadores de contenido parecen ser mejores fuentes de información que los periodistas, a ojos de los jóvenes, quienes prefieren los formatos de video.
El Instituto Reuters menciona los ejemplos del francés Hugo Décrypte, el británico Jack Kelly y el estadounidense Vitus Spehar, estrellas de YouTube y TikTok, que tienen más influencia sobre los jóvenes que los medios tradicionales.
Cada vez más desinformación
Muy presente en las redes, la desinformación ha cobrado una nueva dimensión con las herramientas de inteligencia artificial (IA), que generan textos o imágenes cada vez más verosímiles.
Según el grupo de investigación NewsGuard, ahora hay más sitios falsos de noticias locales en Estados Unidos que verdaderos.
Estos sitios falsos, algunos vinculados a Rusia, publican artículos partidistas generados por IA, a menudo con el objetivo de influir en las elecciones presidenciales estadounidenses de noviembre.
En Brasil un juez del Tribunal Supremo suspendió la red social X, propiedad del multimillonario estadounidense Elon Musk, a quien acusa de no luchar contra la desinformación.
«Erradicar la desinformación parece imposible, pero se pueden tomar medidas», asegura Anne Bocandé, directora editorial de Reporteros Sin Fronteras (RSF), a la AFP.
Entre las medidas que pueden ser consideradas, hay la «regulación» de las plataformas de internet o la creación de «indicadores de confiabilidad» de la información, como la norma Journalism Trust Initiative de RSF.
Inteligencia artificial: el desafío de los medios tradicionales
Ante los cambios provocados por la IA, los medios están experimentando a gran escala.
Durante los Juegos Olímpicos de París, la plataforma de streaming estadounidense Peacock ofreció resúmenes personalizados con la voz del comentarista Al Michaels, generada por IA.
Esto genera temores de que la IA reemplace a los periodistas.
En contraposición a estos miedos, el gigante económico alemán Axel Springer ha decidido centrarse en su actividad periodística, apostando por la IA.
Esta se encargará de tareas ordinarias de producción, mientras que los periodistas se enfocarán en contenidos de valor agregado (reportajes, exclusivas…).
Además de ser una herramienta, la IA es un tema financiero para los medios, cuyos contenidos la alimentan.
Para obtener una compensación, algunos medios, como los de Springer o el periódico francés Le Monde, están firmando acuerdos con empresas de IA. Otros, como The New York Times, recurren a la justicia por violación de derechos de autor.
Libertad de prensa amenazada
Periodistas encarcelados, asesinados, imposibilitados de ejercer su profesión…
«La represión es un asunto clave», lamenta Anne Bocandé, de RSF.
Según sus datos, 584 periodistas están encarcelados en todo el mundo a causa de su trabajo.
China, Birmania y Bielorrusia son «las cárceles más grandes» para los periodistas.
En cuanto a las muertes, «Gaza es un terrible indicador», añade Bocandé. Según RSF, más de 130 periodistas han sido asesinados en la Franja por bombardeos israelíes desde el 7 de octubre de 2023, de los cuales «al menos 32 en el ejercicio de sus funciones».
Además de estas situaciones extremas, se observa «una represión silenciosa», incluso en democracias. Anne Bocandé menciona por ejemplo las «leyes de seguridad nacional» que obstaculizan el periodismo de investigación.
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