El Real Madrid arrancó la defensa de la Champions con un triunfo 3-1 ante un valiente Stuttgart, frenado por un inmenso Thibaut Courtois, este martes en el Santiago Bernabéu, en el bautizo europeo con gol de Kylian Mbappé y Endrick con la legendaria camiseta blanca.
«En los partidos del Stuttgart siempre hay muchos goles, es un equipo muy ofensivo, pero deja muchos espacios a la espalda. Hemos mejorado, hemos reaccionado bien y hemos ganado», resumió Courtois, elegido mejor jugador del partido.
Three goals and three points for Real Madrid ⚪#UCL pic.twitter.com/wD9mRw74mL
— UEFA Champions League (@ChampionsLeague) September 17, 2024
El Real Madrid y su idilio con la Champions
«Camino a la décimosexta», avisaba una inmensa pancarta en uno de los fondos del Bernabéu en el primer partido en Champions del Real Madrid desde que conquistara la 15ª ante el Borussia Dortmund (2-0) en Londres el 1 de junio.
La competición estrena formato -grupo único de 36 equipos, ocho partidos contra diferentes rivales y los ocho primeros clasificados de manera directa a octavos- y el Real Madrid intenta encajar las piezas de su nuevo rompecabezas: sin Toni Kroos en el medio y con Mbappé en su ataque.
La salida del alemán se traduce en una menor fluidez en la construcción, mientras que la presencia de Mbappé supone más madera ante la portería rival, pero aumenta el riesgo de atasco al juntarse en las inmediaciones del área con Vinicius, Jude Bellingham y Rodrygo.
Con menos problemas de rico, el Stuttgart, en su cuarta participación en la Champions, la primera desde 2010, se plantó en el Bernabéu sin complejos, generando un carrusel de ocasiones en los 20 primeros minutos salvadas por el gigante Courtois.
Tras este tramo de exhibición alemana, con los primeros murmullos de desaprobación en la grada, el Real Madrid empezó a tomarle el pulso al duelo.
Sin controlar el juego y vulnerable atrás, su batería de estrellas empezó a mostrar detalles. Mbappé firmaba su jugada preferida: bicicleta desde la izquierda, balón perfilado hacia el centro y cañón, despejado esta vez por el arquero Alexander Nubel (25).
En la primera jugada de la segunda parte el capitán de la selección francesa abrió su cuenta blanca en Europa: su compañero en los Bleus Aurelien Tchouameni jugó en largo para Rodrygo que sirvió en bandeja para que el 9 marcara a puerta vacía.
«Sé que puedo hacer más, cada partido me siento mejor. Fue duro, es la Champions League, siempre es difícil pero ganamos. Sabemos que el formato ha cambiado y es importante ganar rápido para clasificar rápido», resumió Mbappé.
Mbappé delivers 📬#UCL pic.twitter.com/PE2DOaDm4B
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El Stuttgart se descompuso en la segunda parte
El paso por los vestuarios había descompuesto al Stuttgart, confiado y solvente en la primera parte, despistado y frágil en el arranque de la segunda.
El Real Madrid tuvo un cuarto de hora para matar el partido: Mbappé tuvo el segundo pero disparó centrado (48) y Vinicius se topó con el larguero (58).
El Stuttgart salió de su letargo y volvió a merodear el área rival. A la hora de juego Jamie Leweling intentó un disparo cruzado pero apareció el muro de Courtois.
Tras el aviso llegó el empate. En un balón vivo que voló de un lado al otro del área Undav remató de cabeza en el segundo palo.
Adicto a las emociones fuertes, con el lujoso revulsivo Luka Modric al saque de un córner, Rüdiger hizo rugir al Bernabéu.
Endrick, de 18 años, cerró la cuenta con un latigazo en la última jugada.
«Muy contento de debutar y marcar mi primer gol en Champions. Y muy feliz de ayudar al Real Madrid. Esto es lo que quiero en mi vida», señaló el fenómeno brasileño.
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