Apóyanos

Venezolanos arriesgan sus vidas por un futuro mejor

Datos de la Operación Acogida indican que más de 800.000 venezolanos han cruzado a Brasil a través de la frontera norte en años recientes, buscando atención, alimentos y nuevas oportunidades
    • X
    • Facebook
    • Whatsapp
    • Telegram
    • Linkedin
    • Email
  • X
  • Facebook
  • Whatsapp
  • Telegram
  • Linkedin
  • Email

Javier Pérez es un joven oriundo de San Cristóbal, en el estado Táchira, ciudad cercana a la frontera con Colombia. Desde pequeño soñaba con convertirse en ingeniero para construir un futuro mejor para su familia. Sin embargo, a medida que la crisis en Venezuela se agravaba, sus sueños comenzaron a parecer inalcanzables. La inflación descontrolada y la escasez de alimentos y medicinas lo llevaron a él y otros venezolanos a tomar una decisión drástica: arriesgar su vida por mejores condiciones.

Venezolanos arriesgan sus vidas por un futuro mejor

En el verano de 2022, Javier emprendió un viaje hacia Brasil con la esperanza de encontrar un lugar donde pudiera seguir sus estudios y ayudar a su familia. La ruta era larga y peligrosa, atravesando la selva amazónica y cruzando fronteras en condiciones extremas. Junto con amigos decidió tomar el camino más directo, pero el viaje no tardó en volverse una pesadilla.

El primer desafío fue la deshidratación. Las temperaturas en la selva eran insoportables, y el grupo se encontró con escasez de agua potable. Javier, acostumbrado a la vida en San Cristóbal, no estaba preparado para el calor extremo y la falta de recursos. Pasaron días buscando fuentes de agua y en ocasiones tuvieron que beber de riachuelos contaminados. La deshidratación comenzó a hacer estragos en ellos. Javier sufrió mareos, fatiga y dolores de cabeza intensos.

A medida que avanzaban, el grupo enfrentó otro obstáculo igualmente temible: la hipotermia. En las noches la temperatura descendía drásticamente. Los cambios abruptos entre el día caluroso y la noche fría tomaron por sorpresa a Javier y a sus compañeros. Sin ropa adecuada ni refugio pasaron noches en vela, tratando de mantenerse calientes con mantas improvisadas y el calor de sus cuerpos. La hipotermia se convirtió en una amenaza real.

La supervivencia en la selva

A pesar de las adversidades, Javier se mantuvo unido a sus compañeros y estaba decidido a alcanzar su destino. Su determinación se vio reforzada por la esperanza de un futuro mejor. Se ayudaban, y compartían los escasos alimentos que tenían. Cada pequeño avance era celebrado como una victoria.

El grupo llegó a la frontera con Brasil después de semanas caminando. Exhaustos y desnutridos, fueron recibidos por organizaciones humanitarias que les ayudaron con atención médica, alimentos y agua. El joven y sus amigos recibieron tratamiento para la deshidratación, y fueron informados de las oportunidades disponibles.

Un nuevo comienzo

Una vez en Boa Vista, la vida comenzó a cambiar para el joven. Al llegar a la ciudad se inscribió en un programa para inmigrantes que le ayudó a aprender portugués y encontrar trabajo. Con el tiempo, consiguió un empleo en una tienda local y pudo empezar a ahorrar dinero para continuar sus estudios.

En la universidad, Javier estudió ingeniería civil. A pesar de los desafíos que enfrentó, nunca dejó de luchar por sus sueños. Su experiencia en el viaje le enseñó la importancia de la resiliencia y la fortaleza humana. En sus momentos libres, el muchacho se convirtió en un voluntario activo que ayuda a otras personas, contando su historia y ofreciendo orientación a aquellos que se encuentran en situación similar.

Éxodo venezolano en Brasil

Según datos de la Operación Acogida, más de 800.000 venezolanos han cruzado a Brasil a través de la frontera norte en años recientes, buscando atención, alimentos y nuevas oportunidades.

En datos recientes conocidos por NTA, la Policía Federal indicó que en agosto de 2024, 10.800 venezolanos llegaron a Brasil a través de la zona de Pacaraima, lo que significa aumento de 28% en comparación con julio. Esta cifra también supera el promedio mensual registrado durante los primeros ocho meses del año.

El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!

Apoya a El Nacional