Hoy todavía estamos desbrozando lo que hace varios días dijo Padrino López: la batalla «entre el fascismo y la patria» que solo podemos entender como la discordia entre los gobierneros verdaderamente fascistas y el resto de venezolanos opositores patriotas.
En los últimos meses de 2024 que están trascurriendo, Padrino López debe mostrar la decisión (asumiendo que va a adoptar en consenso con prosélitos de la FANB dirigida por él) que contribuya a conducir el país a la normalidad democrática o a la continuación de la fragua que lo está caldeando perversamente. Esto es de extrema importancia, dada la inmensa reacción mundial que se está produciendo en favor de Venezuela.
El poco tiempo que queda podrá estar sirviendo para cuajar quién sabe cuánto de lo que se está batiendo entre bastidores, que puede estar dependiendo en gran medida de lo que hace Padrino López.
No parece que en la historia venezolana se haya producido un concierto de asuntos alrededor de un solo dirigente militar (salvo Gómez) durante un periodo tan largo al más alto nivel de gobierno, como el ejercido por Padrino López, y del cual haya constancia oficial; es decir, puede haber casos relativos a personajes ocupando de facto posiciones muy altas, aupadas por mandones como Fidel Castro, pero sin registro oficial. En el caso de Padrino López hay constancia oficial de sus cargos. Si en el periodo de la dupla «cívico-militar» de Venezuela ha habido personeros (sin registro oficial) con funciones más altas que las de Padrino (por estar bajo control cubano, por ejemplo), eso queda para registro de historiadores.
Lo cierto es que Maduro ha sido siempre un títere «presidente» (en el lado «cívico» del duplo) sin poder como el que ha estado ejerciendo Padrino López (en el lado «militar»), pues en la dupla el poder es militar; de hecho, Maduro nunca ha sido «poderoso» sino ocupante de la silla presidencial, a sabiendas de que él no puede batir el cobre. Maduro solo ha estado en la parsimonia agitada por el grupito de fantoches a su alrededor, que para gusto de todos se divierten con las vilezas que hacen para hostigar a compatriotas decentes que son apresados a diario por ejercer sus derechos cívicos.
Padrino López puede aprovechar el chance de reivindicar lo que él crea que puede reivindicar siendo de responsabilidad indirecta defendible. Falta ver lo que él deje ver. Por ahora, digamos que veremos.
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