Como suele suceder tras este tipo de encuentros, ambas campañas intentaron presentar a su candidato como el claro ganador del debate de este martes en Filadelfia entre la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, y el expresidente Donald Trump.
Y si bien ambos lados se armaron de argumentos para justificar la posición, la percepción general entre medios de comunicación y encuestas (aún preliminares) es que Harris tuvo una mejor noche, frente a un Trump que pasó buena parte de las casi dos horas que duró el intercambio a la defensiva, malhumorado y reciclando teorías de conspiración que provocaron hasta risas.
Entre ellas, que los migrantes haitianos están comiendo perros y gatos en un pueblo de Ohio, algo que ha sido refutado hasta por J.D. Vance, su propio compañero de fórmula.
Según una de las primeras encuestas que se conocen, realizada por la cadena CNN, 63% de los televidentes vio a la vicepresidenta como la triunfadora frente a 37% que se inclinó por Trump. Ese mismo grupo, interrogado antes de que se iniciara el debate, se había dividido por mitades iguales (50%) cuando se les preguntó quién ganaría.
En otra muestra de The Washington Post, que se hizo en tiempo real con votantes en estados indecisos, una gran mayoría (22 entre 24 votantes) también le dio mejores calificaciones a Harris.
Polymarket, portal que predice la percepción de inversionistas y personas que realizan apuestas, arrojó otra cifra contundente: 97% de probabilidades de que el debate beneficie más a Harris que a Trump.
La mayoría de los principales medios de comunicación, entre ellos el Post, The New York Times y The Wall Street Journal (conservador) encabezaron su cobertura con titulares sugiriendo un desenlace similar.
«En feroz debate, Harris provoca a un Trump a la defensiva», decía el del Times.
«Harris ataca duramente a Trump, lo que provoca réplicas con una retórica feroz», fue el del Post, mientras que el Journal destacó que Harris le había puesto «un cebo a Trump en feroz debate».
Quizá aún más diciente fue el comentario de Brit Hume, uno de los presentadores de la cadena Fox, que suele ser favorable al expresidente. «Que no les quede la menor duda. Trump tuvo una mala noche y mi impresión es que Harris salió muy bien librada», dijo Hume.
Larry Sabato, profesor de política de la Universidad de Virginia, dijo: «Trump estuvo terrible y Harris ganó ampliamente. Tomó una revancha tras la derrota de Biden en el primer debate».
La buena velada para la vicepresidenta se redondeó con el apoyo de la popular cantante Taylor Swift, que minutos antes de terminar el debate salió a ofrecer su respaldo a Harris. Dato que no es menor, pues la artista cuenta con millones de seguidores, muchos de ellos jóvenes y potenciales nuevos votantes.
«Kamala Harris, de principio a fin, fue mucho más dominante que Trump»
La vicepresidenta, de acuerdo con la mayoría de analistas, habría salido bien librada por varias razones.
En primer lugar, los ojos estaban posados sobre ella dada la brevedad de su campaña -siete semanas-, el desconocimiento de muchas de sus políticas y las dudas que aún persisten sobre sus credenciales como futura comandante en jefe.
Sobre todo después de la pésima presentación del presidente Joe Biden en el último encuentro con Trump, que provocó pánico entre los demócratas y causó su salida de la contienda.
Si bien Harris lució un poco nerviosa durante los primeros minutos del encuentro, rápidamente recuperó la compostura, ofreciendo un plan económico que busca favorecer a los estadounidenses de clase media, con sapiencia en política exterior y haciendo una aguerrida defensa del derecho al aborto, entre otras cosas.
Si bien evadió algunas preguntas, como por ejemplo las altas tasas de migración ilegal que se presentaron durante los primeros años de su administración, al final terminó luciendo «presidenciable», una de las interrogantes que debía resolver. Pero sobre todo se presentó como la candidata del cambio y el futuro, pese a que ella en realidad representa el continuismo.
Trump, hacia el final del debate, intentó encasillarla con Biden y los problemas que ha tenido su administración. «Ahora nos promete todas estas cosas, pero por qué no las ha hecho en estos tres años y medio. Usted es Biden», le dijo el expresidente en quizá su mejor momento de la noche. Pero para muchos sucedió muy tarde -en sus argumentos de cierre- y luego de que Harris lo mantuvo a la defensiva y explotando temas que suelen irritar al expresidente.
Un punto muy destacado por los observadores.
«Harris, de principio a fin, fue mucho más dominante que Trump. Lo llamó ‘débil y equivocado’, frases que Trump suele usar contra sus rivales. Lo toreó con que la gente suele abandonar sus mítines por aburridos, y por haber recibido una fortuna de su papá solo para luego declararse 6 veces en bancarrota», decía NPR al hacer un balance sobre ganadores y perdedores.
En otro segmento, lo llamó una «vergüenza mundial» y le sacó en cara que 81 millones de votantes lo habían destituido en las pasadas elecciones, pero que él seguía aún confundido con el resultado y mintiendo sobre un supuesto fraude.
Trump, y eso lo destacaron mucho medios, mordió el anzuelo ante cada uno de los señalamientos, desperdiciando tiempo en defenderse.
Pero quizá uno de sus mejores momentos fue cuando se tocó el tema de la cobertura de salud para los estadounidenses. Mientras Harris habló de tener un plan para expandir el llamado Obamacare, Trump no pudo concretar, alegando que solo tenía un «concepto de plan» para mejorarlo.
«EE UU será una Venezuela con esteroides»: Trump recurrió a la carta de la migración irregular
El expresidente también tuvo momentos destacados, resaltando en cada oportunidad que pudo la crisis migratoria que existe en el país y que le atribuye a los demócratas y sus políticas.
Según Trump, Biden y Harris habrían dejado entrar a millones de ilegales, en su mayoría criminales provenientes de Suramérica, que están contribuyendo a una supuesta alza en la criminalidad.
«Si ella es presidente, Estados Unidos será una “Venezuela con esteroides», dijo el republicano insistiendo muchas veces en que Harris era una liberal marxista que acabará con el país.
Pero aún allí perdió oportunidades. Si bien son frases que resuenan entre su base, las acompañó con falsedades que le restan peso. De acuerdo con el FBI, por ejemplo, las tasas de criminalidad en el país están bajando, no subiendo, y alegar que EE UU se transformará en Venezuela es algo que pocos, al menos en el centro del espectro político, creen.
El verdadero impacto del debate está aún por determinarse. Los expertos, de hecho, mencionan cómo estos suelen tener poca influencia en el resultado final, y cómo otros, que se han percibido como perdedores, han terminado ganando las elecciones.
Las encuestas de las última semanas, de hecho, vienen mostrando una carrera más apretada y, en un ambiente tan polarizado como el actual, es muy probable que pocos cambien de parecer por lo sucedido en un debate de televisión.
Pero para Harris, y los demócratas aún traumatizados por el desastre de hace dos meses, este martes en la noche al menos fue un parte de tranquilidad.
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