La estrategia de la líder de la nación fue enfrentar al ecosistema criminal que ha demostrado en estos 25 años que lo suyo son las farsas electorales y en la dinámica del tiempo ha venido reduciendo, significativamente, el tamaño de la hoja de parra con que pretende esconder su impudicia e inmundicia y parapetar su imagen ante la comunidad internacional.
María Corina Machado con un equipo y organización de estándar mundial decidió participar, aún sin condiciones, hasta fue inhabilitada rompiendo con el consenso de Barbados, y logró que la manifestación masiva de la soberanía popular quedara plasmada en Actas que el mundo ha examinado y reconoce.
La contingencia es que el Rey que otrora iba quedando desnudo en sus sucesivas fechorías, se ha degradado esta vez de manera obscena, y ahora hasta se tongonea y baila con su risa cínica. Sin importarle lo hace con total irresponsabilidad y sin guardar las formas.
La realidad ha demostrado que el régimen se fortalece y aprende de las farsas electorales- y llegado a este momento- lo intenta a punta de la más dura represión con el objetivo de normalizar y estabilizar su permanencia en el poder, con la subsiguiente decepción y desmovilización colectiva.
De otro lado, la mayoría denuncia que ha incurrido en desaguisados y crímenes que lo incriminan y señalan ante el mundo, y trabaja para que, con presión interna y externa, se alcance la votada transición democrática.
El desiderátum de una lucha de este tipo es calibrar el entorno con frialdad, reconocer la dura realidad que enfrentamos y prever planes de contingencia. Hemos jugado tantas veces en una especie de palo encebado del régimen, que por más que subas, avances y casi llegues, no se ha logrado cobrar el premio de rescatar la democracia.
Se ha alcanzado la conciencia democrática mejor forjada en el continente.
Sencillamente lo decimos: los planes deben tener asidero en la realidad del entorno y fundamentalmente saber alinear medios con fines. Lo contrario conduce a fiascos.
A veces los hijos de las tinieblas parecen más astutos que los hijos de la luz. No tienen límites con la maldad. El apagón fue, por diseño, una forma de tortura y someter a los venezolanos para que nos enfoquemos en las angustias cotidianas y abstraernos así de la lucha política.
Seguiremos combatiendo a la dictadura genocida, en nombre de la libertad y de la defensa de los derechos humanos, conscientes de que servimos al propósito del bien común.
¡Libertad para Javier Tarazona, los policías metropolitanos, los comandos de Vente, Rocío San Miguel, Dignora Hernández, Henry Alviarez, Carlos Julio Rojas y los hermanos Guevara! ¡No más prisioneros políticos, torturados, asesinados ni exiliados!
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