La etimología de la palabra dice: «el fascismo es una ideología, un movimiento político y una forma de gobierno de carácter totalitario, antidemocrático, ultranacionalista y de extrema derecha. El término proviene del italiano fascio, y este a su vez del latín fasces, que alude a los signos de la autoridad de los magistrados romanos».
Los regímenes fascistas se implantaron en Europa durante la primera mitad del siglo XX y desde entonces distintos gobiernos han adoptado algunas de sus formas. El primer régimen fascista fue la Italia de Benito Mussolini, quien acuñó el término en 1919, le siguieron la Alemania de Adolf Hitler (1933-1945) y la España de Francisco Franco durante su primer decenio (1939-1949). Algunos dictadores en América Latina, contemporáneos y posteriores, emularon parte del modelo.
Para el gobierno y sus seguidores fascismo es “un movimiento político represivo que nace en las entrañas del capitalismo. El mismo aflora en contraposición a la creación del Estado Socialista, un Estado humanista que propone la igualdad, la solidaridad y el respeto mutuo entre los seres humanos, el cual solo es posible aplicarlo en democracia. De hecho, el ascenso de Hitler al poder fue financiado por el gran capital de la época con el objetivo de combatir con saña todo tipo de doctrina que se acerque al socialismo y por lo tanto a la práctica de la democracia verdadera”.
Otros estudiosos del tema pero pertenecientes a partidos de izquierdas aseguran “la antítesis del fascismo es la democracia, la cual resulta imposible de aplicar en una sociedad donde prevalezca el capitalismo, el cual constituye un modelo económico insostenible a largo plazo, pues un sistema basado en la pura acumulación de capital provoca la miseria, la pobreza de las mayorías y pone en peligro la existencia de la humanidad, por los altísimos grados de consumismo que su misma doctrina profesa”.
Para los intelectuales chavistas “el sistema político que más se acerca a la práctica capitalista, en cualquiera de sus presentaciones, es el sistema autoritario fascista, ya sea dictatorial tipo Pinochet (con un legado de muerte en nombre del crecimiento económico sin humanismo) o tipo «democracia» norteamericana, donde la dictadura se expresa mediante el dominio de dos partidos elitistas que se alternan en el poder.
Leyendo un documento de análisis / tribuna popular, el fascismo es una ideología y un movimiento político de masas sociales, que tiene su raíz en el nacionalismo, consiste en sembrar odio indiscriminado a lo diferente, donde la razón queda completamente subordinada a la voluntad y a la acción; se caracteriza por asumir comportamientos de víctimas o revanchistas lo cual conduce a acciones de violencias hacia lo que se odia impulsados por una élite para favorecer sus intereses.
Ahora bien, cuando escuchamos y vemos el debate sobre el tema del fascismo, la alta dirigencia revolucionaria activa un eslogan que dice: “Con Nicolás junto al pueblo, unidos para vencer el fascismo”. Mientras los dirigentes de la oposición aseguran: “Al fascismo de los enchufados se le derrota con la verdad”.
Finalmente, la pregunta sería: ¿Es viable el fascismo desde la oposición en Venezuela? Es casi imposible según la lógica. El gobierno llama a cada momento a la oposición fascistas, pero esta se ha respaldado en los libros de la historia para explicarle a los venezolanos que solo puede practicarse el fascismo desde el poder, es decir, desde una posición de gobierno. Difícilmente se puede ser fascista desde una trinchera opositora, hay que dejar claro que el fascismo es un sistema político que se sustenta en el control del Estado y de todos los poderes que se articulan a su alrededor del Estado.
Algunas características del Fascismo: 1. Nacionalismo poderoso y permanente. 2. Disgusto por el reconocimiento de los derechos humanos.3. Identificación de los enemigos como una causa unificada. 4. Supremacía de lo militar. 5. Control de los medios de comunicación.6. Obsesión con la Seguridad Nacional.7. La religión y el gobierno están entremezclados. 8. El poder corporativo es protegido.9. El poder laboral es suprimido. Porque las organizaciones de poder laboral son las únicas amenazas de los gobiernos fascistas, los sindicatos y asociaciones laborales son eliminados.10. Desprecio por los intelectuales y las artes. Las naciones fascistas tienden a promover y tolerar una abierta hostilidad a la educación superior y la academia. 11. Obsesión con el crimen y el castigo. 12. Amiguismo y corrupción. 13. Elecciones fraudulentas.
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