Este mapa que ilustra nuestro escrito, original de la BBC, resulta muy interesante. Por favor observen el mismo. Tomen su tiempo…
Comiencen por observar la dimensión del Frente al Este del Dnieper, al hacerlo recuerden: No es una guerra de maniobras, ni una que vaya por toda Ucrania; es una guerra de desgaste, una donde Rusia viene destruyendo lo que Ucrania le pone por delante (salvo para los expertos claro). Toda esa zona inmensa y según no pocos la más rica de Ucrania está bajo control ruso; esa masa de territorio, toda ella salvo Crimea serían hoy territorios autónomos ucranianos si Kiev no se hubiera levantado de los acuerdos a punto de firmarse en Estambul en abril de 2022.
Toda esa masa de territorio es hoy “parte de Rusia” y si creen que Moscú cederá todos esos territorios luego de dos años y seis meses de guerra por un acuerdo de paz, sin dudas merecen tener una cátedra con su nombre en una Universidad de la Defensa o bien en la masa de las universidades latinoamericanas convencidas que el “realismo” es una mala palabra.
En esa zona que denominamos Teatro de Operaciones hay en combate más o menos 550.000 hombres de las Fuerzas Armadas rusas y enfrentan quizás alrededor de 200.000 de Ucrania. Los rusos tienen una parte importante de sus tropas en reserva o en rotaciones, los ucranianos no pueden hacer eso.
Ahora dirijan su vista hacia “arriba del mapa”, es decir hacia el noroeste del mapa (siempre los mapas tienen al norte arriba, a la izquierda el oeste, a la derecha el este y abajo el sur). Allí notarán una manchita en azul. Ella muestra la incursión ucraniana en el oblast de Kursk. Ahora a ello sumen estos conceptos: esa mancha azul son aproximadamente 15.000 tropas ucranianas. La “mancha” está, hasta el momento de escribirse esto, contenida por alrededor de 25.000 soldados rusos y el doble o más se espera arriben. Esa mancha está a cerca de 100 km de Kursk la ciudad capital del oblast y donde en 1943 se diera la mayor batalla de tanques de la Historia Militar.
La dimensión del terreno bajo control ucraniano en Rusia es irrelevante a la hora de sentarse a un acuerdo. Concedo que comunicacionalmente es otra cosa, pero en términos militares es hoy irrelevante. La sola idea que desde esa porción de territorio ruso, una fuerza ucraniana se expandirá para llegar a penetrar en Rusia y generar un caos en ese país también merece ser considerado un firme candidato a enseñar en esas Universidades de la Defensa de fantasía que abundan en occidente con mucha perspectiva de género.
Luego de esta visita al mapa (algo que siempre debe hacerse cuando se analizan guerras), se necesita recordar algunas cosas: Ucrania va por su 6ta o 7ma movilización general (¿han visto imágenes de eso?); Ucrania es un país enfrentando un gravísimo problema demográfico. Algo sobre lo que me he explayado en detalle en varias ocasiones (soy el único en Latinoamérica que menciona eso!!). Ucrania por lo anterior tiene severos, severísimos problemas para generar reemplazos, crear nuevas unidades e incluso rotar a las que combaten.
Depende totalmente de la ayuda militar y económica externa para pelear; Rusia tiene cuanto menos cinco veces la población de Ucrania. Tiene un problema demográfico en relación con China pero no con Ucrania. Rusia no depende como Ucrania de la ayuda extranjera para pelear, cuanto menos no en la forma en que Kiev lo hace; Rusia no ha hecho más que dos movilizaciones parciales. No tiene hombres por la fuerza en la zona de combate e incluso para atender el tema de la penetración en el oblast de Kursk no apeló a sus conscriptos.
Rusia no es un país más que está en guerra con otro. Es una Gran Potencia en guerra contra otra nación en su frontera a la que considera vital para su supervivencia. Tengo para mí que no tomamos acabada dimensión de lo que la guerra europea significa: Seamos muy claros, esto no es una guerra convencional entre Armenia y Azerbaiyán, la que tuvieron Irán e Irak. Ni siquiera la que Estados Unidos tuvo contra Irak en 1991 y 2003 (en ambos casos Estados Unidos no enfrentaba un desafío vital a su condición de Gran Potencia en su frontera inmediata). Esto debe ser observado con la misma decisión que John F. Kennedy tuvo en 1962 cuando dispuso todo lo necesario para invadir Cuba luego de un bombardeo que destruyera la masa de las rampas de lanzamiento soviéticas en aquel crucial momento de la “Crisis de los Misiles”. ¿Se entiende la diferencia?
Culmino hoy con otra entrega de recomendaciones de mi “inútil biblioteca”: AUGE Y CAÍDA DE LAS GRANDES POTENCIAS por Paul Kennedy, este eminente historiador analiza y describe el auge y la caída de las grandes potencias políticas, económicas y militares a lo largo de los últimos cinco siglos. La nación proyecta su poder militar según sus recursos económicos, pero el alto coste de mantener la supremacía militar la precipita a la decadencia. Las grandes potencias en crisis reaccionan gastando más en defensa y se debilitan desviando recursos productivos; DIPLOMACIA por Henry Kissinger, en este polémico y monumental libro, Kissinger explica qué es la diplomacia y nos muestra su propia interpretación de la historia. Sus observaciones secretas sobre grandes acontecimientos y sus retratos íntimos de líderes mundiales -de De Gaulle a Nixon o Gorbachov-, basados en el trato personal y la experiencia, proporcionan al lector una visión poco frecuente de la alta diplomacia, que demuestra un profundo conocimiento histórico, unas indudables dotes para la ironía y una excepcional comprensión de las fuerzas que unen y separan a las naciones; GUERRAS JUSTAS E INJUSTAS por Michael Walzer, distinguir entre ius ad bellum y ius in bello implica que una guerra puede ser justa, pero desarrollarse injustamente, y viceversa. Y el dilema básico es que la guerra exige cumplir con el fin de conseguir la victoria, lo que suele implicar el desentendimiento de cualquier límite con tal de obtenerla («en la guerra, la mayor gentileza consiste en concluirla con rapidez»), pero la convención bélica (en breve, la guerra justa) nos exige respetar esos límites; THE TRAGEDY OF GREAT POWER POLITICS por John Mearsheimer, es un libro sobre el tema de la teoría de las relaciones internacionales donde Mearsheimer explica y defiende su teoría del “realismo ofensivo” al enunciar sus supuestos clave: 1) Anarquía: el sistema internacional es anárquico, 2) Capacidades militares ofensivas: todas las grandes potencias poseen capacidades militares ofensivas que pueden usar unas contra otras, 3) Incertidumbre: los Estados no pueden estar seguros de que otros estados no utilizarán sus capacidades militares contra ellos, 4) Supervivencia: el objetivo principal de los Estados es la supervivencia, 5) Racionalidad: los Estados son actores unitarios racionales que piensan estratégicamente sobre cómo perseguir su objetivo principal (supervivencia). A partir de estos supuestos, Mearsheimer sostiene que los Estados buscarán constantemente acumular poder y que la cooperación entre estados es difícil. La «tragedia» de la política de las grandes potencias es que, no obstante, incluso las grandes potencias que buscan seguridad se verán obligadas a competir y enfrentarse entre sí.
@J__Benavides
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