Diosdado Cabello ha sido un individuo usurpador en todas sus manifestaciones y “ocupaciones” desde el poder. Su incursión como militar que participó en la rebelión militar del 4-F fue la de un individuo que hoy, al parecer, luego de más de dos décadas, terminará acabando su carrera política tal y como nos relató su propia historia, es decir, como un mentiroso y fracasado.
Y es que Cabello recrea cómo montado en su “Montecarlo” resultaron sus últimas horas como teniente del ejército al ser copartícipe de aquel 4 de febrero de 1992, diciendo que vivió uno de los momentos más excitantes de su existencia: “Pasamos por Plaza Venezuela. Te juro que es una de las cosas más emocionantes que he vivido. Pasar por ahí y sentir la alegría de la gente cuando nos vio, porque íbamos a hacer lo que ellos querían que se hiciese hace tiempo: ‘¡Saquen a esos coño e’ madres!’, nos decían los que estaban comiendo perros calientes a esa hora”¹.
¡Claro, Diosdado! Como tú mismo dices que así te llamaban a “secas”, es muy difícil creer esa versión de que te hiciste el “muerto” esa madrugada del 4-F dentro de tu “Montecarlo”, pero que, además, te sacaron desde el vehículo para “encontrarte” la herida. Lo irónico es que reconozcas para la fecha de semejante confesión (2014) que tú y quienes te acompañaron pudieron rendirse cuando no existía la tecnología que nos permitió ver a los venezolanos cómo años después unos rebeldes contra el madurismo se rindieron en El Junquito pero terminaron masacrados. O sea, Diosdado, que a ti y a los otros militares de aquella sublevación militar, si asumimos tus palabras como ciertas, les bastó hacerse los muertos para que sus vidas fueran perdonadas, mientras que a otros, aunque hayan grabado su propia rendición, no les fue suficiente para continuar vivos.
¡Diosdado! Al seguir evaluando tus palabras, más adelante nos dices: “Uno no sabía cuál era desayuno o la cena. Siempre lo mismo. Pero yo he tenido buen dormir, así que no tenía problema con eso. A veces era fácil descubrir qué hora era, aunque no viera el sol, por la cara de los interrogadores. Me sacaban de la celda y cuando veía a los tipos, yo me decía: ‘Son como las 3:00 de la mañana’ ¡Estaban clavándose!”². Supongo, Diosdado, que esa es la razón por la cual esos métodos que habrían aplicado contra ti, ahora los maduristas los perfeccionaron con celdas como “La Tumba” en el Helicoide, de esa manera los llamados presos políticos no tienen ni siquiera que “molestarse” por la aparición del sol, que ustedes sí lograban ver todos los días.
¡Diosdado! También te atreves a señalar a Pompeyo Márquez, Américo Martín y Teodoro Petkoff como parte de quienes protagonizaron los días posteriores del intento de golpe de Estado del 4-F, un ataque feroz de esa “izquierda intelectual” que pretendió adueñarse de la rebelión que comandaba Chávez, diciendo palabras más, palabras menos, que ustedes le lavaron el paltó a ese grupo que también integraba Pablo Medina. Por eso entiendo que al llevarse presos a los generales Raúl Isaías Baduel, Miguel Rodríguez Torres o Alexis López Ramírez ustedes, como maduristas, intentan borrar todo vestigio que aún perdure sobre Chávez, porque el madurismo para existir, sin Chávez de por medio, necesita extirpar o desaparecer cualquier imagen del 4-F que perdure en el tiempo con una voz crítica.
¡Diosdado!, olvidaste que Baduel fue protagonista para el retorno de Chávez luego del golpe de Estado del 11 de abril de 2002. Que Rodríguez Torres también participó el 4-F y, sobre quien reconoces, cocinaba contigo por turnos en las celdas militares. ¿Será que nuevamente le llevarás, esta vez hasta la cárcel de “La Pica”, un ejemplar de “El Sazón de la Revolución”? Y sobre López Ramírez no recuerdas que llegó a ser parte de la seguridad presidencial del presidente fallecido. En todo caso, lo único que puede evidenciarse es que el madurismo detiene a estos generales porque Chávez solo sirvió mientras ustedes accedían al poder.
Ahora bien, Diosdado, son cínicas tus palabras cuando afirmas que le dijiste a tu madre (Felicia) que tu padre (Adrián) le llevaba comida a los waraos. ¿Y hoy qué ocurre con esos waraos? Por lo menos puedo asegurar que nada te quedó de lo que una vez hizo tu padre por ese grupo indígena, porque nuestros waraos yacen en el más completo abandono madurista, incluso a merced no solo del hambre, sino de graves enfermedades como el paludismo³.
Y sabes, Diosdado, en todas esas nimiedades que hablas, no puede dejar de causarme risa cuando dices que después de salir de prisión, tenías tu “propia compañía” y dices: “Me fue tan bien que ya había entrado a Petróleos de Venezuela (Pdvsa) como contratista, sin apoyo de nadie”. ¡Qué cosas, no! Hoy habría que preguntar si quienes tienen o han tenido “contratos” en Pdvsa con el madurismo no deben tener el visto bueno desde lo más alto de su cúpula, mientras los trabajadores de lo que queda como industria petrolera renuncian todos los días, porque ni siquiera les alcanza el salario para satisfacer sus necesidades básicas de alimentación, al punto de que habría que preguntarles si cuando menos podrían comer pan con queso y tomar “frescolita”, como aseguras fueron tus tiempos al lado del “comandante”.
¡Diosdado! Ya puedes ir reescribiendo cómo serán tus últimas horas en el madurismo, porque así como el 4-F llegó a su fin, hasta tus más cercanos(as) diputados(as) “constituyentes” se atreven a decir que “nunca entregarán el poder político”, es decir, que tú, al parecer, tampoco figuras en la lista de ese grupo, aunque circunstancialmente te mantengas en una cohabitación forzosa con ellos, razón por la cual esta historia, también para ti, está llegando a su final, aunque en esta oportunidad no te subas a un viejo Chevrolet Montecarlo, curiosamente del imperio, sino a una camioneta Toyota, último modelo, pero del imperio japonés que son tus preferidas, y rodeado de muchos “anillos de seguridad”.
Sin duda, ya sabemos cómo han sido y probablemente serán las últimas horas de Diosdado.
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¹ http://www.noticierodigital.com/2014/02/diosdado-cabello-cuenta-todo-sobre-el-04-02-1992/
²http://www.psuv.org.ve/memorias/diosdado-cabello-y-despues-4-f-siguio-rebelion/#.WrDOAh3OXhk
³ https://www.aporrea.org/actualidad/n319195.html
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