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Una historia que contar

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Ataque a los periodistas que cubrían las protestas en 2017

Los 8 millones tenemos una historia que contar, esta es la mía.

Era el día de mi cumpleaños, 27 de noviembre. Este año no hubo fiesta; al contrario, comenzaba una serie de acontecimientos en Venezuela que terminarían por acabar con la democracia. Chávez hizo un segundo intento de golpe de Estado contra el presidente Carlos Andrés Pérez. La vida nos iba cambiando sin darnos cuenta, como en la fábula de la ranita en agua tibia, que se va acostumbrando hasta que ya es muy tarde.

Pero ya en 1996, el principal asesor de Hugo Chávez, Juan Barreto, apuñaló a un amigo cercano en una fiesta en mi casa. El chico en cuestión, hijo de un alto gerente de Pepsi Cola, salió milagrosamente con vida y sin mayores consecuencias que tener que dejar Venezuela para siempre… o hasta ahora.

En 2002, se fueron mis padres, con una semana de diferencia. Deprimidos viendo al país irse por el precipicio de una dictadura militar se fueron enfermando y las ganas de vivir se fueron a los 74 y 62 años respectivamente. Mi padre, Héctor Mujica, fue un hombre de izquierda y de principios democráticos firmes, las atroces torturas de la dictadura del General Marcos Peréz Jiménez lo tenían casí paralítico, los dolores no los detenía ni la morfina ni el whisky, me dio un último regalo: En un Aló Presidente en vivo mandó «al carajo» a Hugo Chávez; éste le había llamado para celebrar el aniversario del Partido Comunista, mi padre le dijo claramente y en cadena nacional «llegaste por la izquierda a la presidencia hijo de puta, y estás destruyendo el país», todavía me faltan palabras para agradecerle. Mi madre, Julie Elena Áñez, fue la directora de la Biblioteca de la Unversidad Central de Venezuela por 25 años, de ella el amor por los libros y su certeza de los pasos que vamos dando, de él mi amor por el periodismo y la escritura, de ambos el amor por Venezuela. El 11 de abril de 2002 apenas habían pasado dos meses de sus muertes, ese día entendí que era huérfana, mientras asesinaban con balas en la cabeza a colegas periodistas. Yo era detenida por soldados de Miraflores mientras cubría la marcha del 11 de abril, los colegas desesperados llamaban a sus padres e hijos, yo no tenía hijos, ahora tampoco padres. Muy pronto entendería que también el país donde nací, estudié y crecí se estaba desvaneciendo.

Cayendo la tarde, el atardecer caraqueño estaba rojo como la sangre que dejaron las víctimas de los Círculos Bolivarianos, creación de los primeros colectivos chavistas que perseguirían a los opositores respaldados por las fuerzas oficiales. El 12 de abril daba cobertura desde Fuerte Tiuna; todo se volvió un circo enorme pero armado. Pasamos de un gobierno al otro y regresamos al mismo punto, ahora con garantía de odio por parte del gobierno del Comandante. Quedamos bajo secuestro del vicepresidente José Vicente Rangel. En la madrugada nos dejaría libres, eso sí, con la advertencia: «Nadie les garantiza su vida, pueden irse».

Sufrimos varios asaltos de los colectivos para robarnos la cámara, junto con varios colegas. No era algo casual; te llamaban por tu nombre. ¿Encapuchados y con pistola en mano, quién no les iba a entregar la cámara?

No sé cuántas marchas hemos hecho dentro y fuera del país; ya hemos perdido la cuenta de las víctimas en estos 25 años. Sin embargo, ellos pierden, siempre han perdido.

Mi exilio comenzó en París, pasó por Nueva York y regresó a Caracas, siempre regresé mientras pude. El olor de Venezuela, el sonido de los pájaros, mi cerro Ávila, las playas y mi Gran Sabana, los Andes donde despedí a mi padre y los llanos que te dejan perpleja la mirada siguen en mi. Pero ya hace años que no puedo regresar, sería un regalo para los hermanos Cabello y los Rodríguez. Ellos siempre nos están esperando, pero pierden.

Perdieron dignidad, perdieron su libertad de ser ciudadanos respetados, perdieron el futuro de sus hijos y parientes que se cambiaran el nombre y les decomisaran lo robado, perdieron cuando todos salimos a votar. La cónsul en París, Glena Cabello, formalizó una acusación por terrorismo en mi contra. El maître François Zimeray tomó mi caso gratuitamente y me defendió durante tres años de investigación. Todo salió a mi favor; ellos perdieron. Quedaron en evidencia, hicieron, de nuevo, el ridículo. Los malos siempre pierden, aunque parezca lo contrario. Venezuela ganó.

Asesinaron muchachos en 2014, remataron en 2017, ya no se podía más, escribí una carta para ayudar, sacar a mi hermano mayor, embajador en Francia, tenía que hacer algo, mi padre no me lo perdonaría. Él fue víctima de torturas en la dictadura anterior a la del chavismo. Esto fue publicado en medios venezolanos en resistencia, pero lo tomó el diario Liberación y el Correo de la tarde en Italia, todos con tendencia a la izquierda. Se convirtió en un problema politico para el régimen y para mi hermano. Perdí el nexo con la familia. Pero comencé a dormir mejor.

Me tocó volver a emigrar, salir de París después de casi dos décadas, es dificil hacer vida laboral y seguir como si nada con una acusación por terrorismo. Comencé a viajar a Madrid, me gané una beca en la Escuela Sur del Círculo de Bellas Artes, estudié Gestión Cultural en la Fundación Contemporánea de La Fábrica en Madrid, allí creé una asociación, Somos Caravana, para ayudar a la inserción de las personas migrantes en la sociedad donde han emigrado, no ha sido fácil y lleva su tiempo, sobre todo conseguir financiación. Sin embargo, el bufete en París tomó Caravana y otro en Madrid ayuda para hacer los papeles sin cobrar.

Hay gente que nació para hacer dinero, yo para hacer amigos y estudiar. Ahora entre Madrid y París lograré activar Somos Caravana, ayudaré a quienes se ven forzados a emigrar y necesitan integrarse a sus nuevos hogares, todos extrañamos el olor de nuestra tierra, los sabores, el cantaíto de nuestra manera de hablar, los amigos que van cambiando el color del cabello con canas blancas e hijos grandes, el color de los atardeceres de Carora o el sabor del mar en la bahía de Juan Griego, pero tocó irnos y sentir otras realidades, Venezuela será libre y volveré a casa, pero nunca olvidaré lo que ha sido perder un país.

Detrás de cada nombre hay familias y amigos que viven con ese duelo.

Lista de los asesinados por la dictadura durante las protestas en Venezuela de 2014 que iniciaron el 12 de febrero en el país.

Bassil Da Costa, Juan Carlos Montoya, Robert Redman, José Ernesto Méndez, Genesis Carmona, Luzmila Petit de Colina, Julio Eduardo Gonzalez Pinto, Delia Elena Lobo, Arturo Alexis Martínez, Elvis Rafael Durán De La Rosa, José Alejandro Márquez, Willmer Carballo Amaya, Geraldine Moreno, Jimmy Vargas , Antonio José Valbuena Morales, Joan Quintero, Eduardo Anzola, María Julieta Heredia, Giovanni Pantoja, Deivis Durán Useche, Luis Gutiérrez Camargo, José Gregorio Amaris Castillo, Acner Isaac López Lyon, Giselle Rubilar, Daniel Tinoco, Ramzor Bracho, Jesús Eduardo Acosta, Jose Guillén Araque, Guillermo Sánchez, Francisco Madrid, Anthony Rojas, Wilfredo Rey, Jhon Castillo, Argenis Hernández, Jesús Labrador, Adriana Urquiola, Miguel Antonio Parra, Luis Alberto Romero Moncada, Roberto Annese, Mariana Ceballos, José Steven Colina, José Daza, Josue Farías. 2014.

Lista de los asesinados durante las protestas en Venezuela de 2017 que iniciaron el 31 de marzo de 2017 en Venezuela.

Jairo Ortiz, Daniel Alejandro Queliz Araca, Miguel Ángel Colmenárez Milano, Brayan David Principal Giménez, Gruseny Antonio Calderón Scirpatempo, Carlos José Moreno, Paola Andreína Ramírez Gómez, Niumar José San Clemente Barrios, Mervin Fernando Guitian Díaz, Albert Alejandro Rodríguez Aponte, Ramón Ernesto Martínez Cegarra, Francisco Javier González Núñez, Jairo Ramirez, Kelvin Steeven León, William Heriberto Marrero Rebolledo, Robert Joel Centeno Briceño, Jonathan Antonio Meneses López, Elio Manuel Pacheco Pérez, Romer Stivenson Zamora, Yorgeiber Rafael Barrena Bolívar, Manuel Perez, Kenyer Alexander Aranguren Pérez, Natalie Martinez, José Ramón Gutiérrez, Ángel Lugo Salas, Estefany Tapias, Almelina Carrillo Virgüez, Renzo Rodríguez Rodas, Jesús Leonardo Sulbarán, Luis Alberto Márquez, Orlando Johan Jhosep Medina Aguilar, Christian Humberto Ochoa Soriano, Jackson Enrique Hernández Hernández, Juan Pablo Pernalete, Eyker Daniel Rojas Gil, Yonathan Eduardo Quintero Arenas, Carlos Eduardo Aranguren Salcedo, Ángel Enrique Moreira González, Ana Victoria Colmenárez de Hernández, María de los Ángeles Guanipa, Jesús Armando Alonso Valera, Armando Cañizales Carrillo, Daniel Gamboa, Luis Eloy Pacheco, Jesús Asdrúbal Sarmiento, Carlos Mora, Gerardo José Barrera Alonso, Miguel Medina, Hecder Vladimir Lugo Pérez, Miguel Castillo Bracho, Anderson Enrique Dugarte Dugarte, Luis José Alviarez Chacón, Diego Armando Hernández Barón, Yeison Nathanael Mora Castillo, Diego Fernando Arellano De Figueredo, José Francisco Guerrero Contreras, Manuel Felipe Castellanos Molina, Freddy Jerson Ramírez Calderón, Reinaldo Márquez Rada, Paúl René Moreno Camacho, Daniel Rodríguez Quevedo, Jorge David Escandón Chiquito, Edy Alejandro Terán Aguilar, Yorman Ali Bervecia Cabeza, Jhon Alberto Quintero, Miguel Ángel Bravo Martínez, Alfredo José Briceño Carrizález, Elvis Andonis Montilla Pérez, Ynigo Jesús Leiva, Freiber Pérez Vielma, Juan Antonio Sánchez Suárez, Erick Antonio Molina Contreras, Augusto Sergio Puga Velásquez, Adrián José Duque Bravo, Manuel Alejandro Sosa Aponte, Danny José Subero, César David Pereira Villegas, Nelson Antonio Moncada Gómez, María Estefanía Rodríguez, Luis Miguel Gutiérrez Molina, Yoinier Javier Peña Hernández, Neomar Lander, Orlando Figuera, Sócrates Jesús Salgado Romero, Douglas Acevedo Sánchez Lamus, José Amador Lorenzo González, Luis Alberto Machado Valdez, Luis Enrique Vera Sulbarán, José Gregorio Pérez Pérez, Nelson Daniel Arévalo Avendaño, Fabian Urbina, David José Vallenilla Luis, Lendy José Guanipa Millán, Ronny Alberto Parra Araujo, Jhonatan José Zavatti Serrano, Javier Alexander Toro Trejo, Isael Jesús Macadán Aquino, Luiyin Alfonso Paz Borjas, Roberto Enrique Durán Ramírez, Alexander Rafael Sanoja Sánchez, Víctor Manuel Betancourt, Alfredo José Figuera Gutiérrez, Eduardo José Márquez Albarrán, José Rodolfo Bouzamayor Bravo, Rubén Alexander Morillo Pereira, Fernando Rojas Rubio, José Gregorio Mendoza Durán, Ramsés Enrique Martínez, Engelberth Duque, Jonathan Alexander Giménez Vaamonde, Rubén Darío González Jiménez, Manuel Ángel Villalobos Urdaneta, Oswaldo Rafael Britt, Yanet Angulo Parra, Xiomara Soledad Scott, Héctor Alejandro Anuel Moreno, Ronney Eloy Tejera Soler, Eury Rafael Hurtado, Andrés José Uzcátegui Ávila, Jean Luis Camarillo Deluque, Víctor Manuel Márquez Luengo, Yamile Margarita Vásquez Gómez, Carlos Alberto Paredes Carrizo, Rafael Antonio Balza Vergara, Enderson Enrique Calderas Ramírez, Jean Carlos Aponte, Rafael Celestino Canache Guaina, Gilimber Terán, Jose Miguel Pestano, Leonardo Augusto González Barreto, José Gustavo Leal Villasmil, Oneiver Jhoan Quiñones Ramírez, Eduardo Gil Rodríguez, Wilmer Smith Flores Carrascal, Marcel Pereira, Albert Rosales, Ender Rafael Peña Sepúlveda, Juan José Monges Páez, Ronald Ramírez Rosales, Luis Eduardo Ortiz, Adrián Smith Rodríguez Sánchez, Ricardo Campos, Luis Beltrán Zambrano Lucena, Eduardo Olave, Ángelo Yordano Méndez, José Fernando Sánchez Sánchez, Haider Ocando, Hilario José Gutiérrez, Daniela de Jesús Salomón Machado, Antony Rodrigo Labrador, Jhonny Alfredo Colmenares Colmenárez, Ramón Antonio Rivas, Wilmerys Zerpa, Eduardo Orozco, Luis Guillermo Espinoza, Anyelo Rafael Quintero Rivas.

Al día de hoy 17 de agosto de 2024, más de 24 muertes, un número aún no definido de desaparecidos y más de 2.000 detenidos de manera arbitraria. Menores de edad, indígenas y jóvenes con discapacidad.

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