Desde las 8:00 am, miles de personas se han dado cita en el Centro Nacional de Acción Social por la Música, sede del Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela, donde son velados los restos del maestro José Antonio Abreu, quien murió el sábado, luego de una larga convalecencia, a los 78 años de edad.
A las 10:00 am ingresaron los restos mortales del maestro. Fue ubicado en el centro del escenario de la Sala Simón Bolívar rodeado por dos coronas enviadas por el Despacho de la Presidencia y por Nicolás Maduro y Cilia Flores.
Sus hermanas, en primera fila, reciben las condolencias por parte de los dolientes. Por la sala han pasado políticos, embajadores, amigos y distintas personalidades del mundo musical venezolano.
Una orquesta conformada por músicos de las diversas orquestas que conforman la gran obra del maestro Abreu interpretó el Segundo Movimiento de la Séptima Sinfonía de Beethoven, y “Lacrimosa”, del Réquiem de Mozart, dirigidas por David Uzcátegui y Gregory Carreño, respectivamente. María Guinand, directora de la Schola Cantorum, ha estado al frente del coro.
A partir de la 1:00 pm, hora en la que comenzó la misa oficiada por Monseñor Aldo Giordano, nuncio apostólico de Venezuela, no se permitió el ingreso de más personas a la sala Simón Bolívar, llena hasta su último rincón. Afuera quedaron cientos de personas que quisieron darle el último adiós al maestro Abreu.
A las 3:30 pm José Antonio Abreu será enterrado en el Cementerio del Este.
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