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En el 23 de Enero tratan de silenciar las cacerolas y restringir la movilidad después de las 6:00 pm

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En la parroquia 23 de Enero hubo cacerolas durante la mañana y la noche del lunes, 29 de julio. En la tanda nocturna una voz dijo “candelita que se prenda, candelita que vamos a apagar”, desde parlantes ubicados en el sector La Piedrita, cerca de la redoma del bloque 7.

A pesar de la advertencia, el ruido de las cacerolas sonó por unos cuantos minutos más y se repitió consecutivamente, tras un impuesto silencio, incluso con más fuerza, hasta la noche del martes, 30 de julio.

La protesta pacífica a través del ruido de las ollas se escuchó en diversas parroquias de Caracas, a menos de 24 horas de que el Consejo Nacional Electoral (CNE) diera los resultados de la elección presidencial.

Ese primer boletín preliminar, con 80 % del escrunitio y sin datos desglosados por estado, mesa y centro de votación como obliga la Ley Orgánica de Procesos Electorales, ha sido denunciado como fraudulento para la oposición liderada por María Corina Machado y el candidato Edmundo González, quien aseguran obtuvo más de seis millones de votos, por encima de los más de dos millones de Maduro.

Pero durante la mañana y la tarde este martes el bullicio habitual del populoso sector fue acallado. Hasta las 6:30 pm no se escuchó el ruido de las cacerolas en la parroquia, como sí ocurrió en otros sectores de Caracas. Este silencio fue precedido por un mayor despliegue de grupos de choque, llamados colectivos, por toda el área.

Foto: Ivanna Laura

Cornetas versus cacerolas

La misma noche del 29 de julio, Rosa*, desde La Sierra, tocó la cacerola al mediodía. “Tocamos un rato y luego nos castigaron con tres horas de una corneta a todo volumen con música del chavismo”, le contó a Ana*, otra vecina de la parroquia.

Rosa escuchó sobre un orden de restricción a la movilidad después de las 6:00 pm, la misma información se propagó entre otros vecinos. Otro aspecto relevante han sido las caravanas de hombres, en su mayoría vestidos de negro, quienes atraviesan en motos las calles de la parroquia. Algunos lo hacen encapuchados.

Desde el día de la elección, Ana se fue a casa de su hija, en otra zona de Caracas. Por la noche recibió una llamada de su hermano, quien le dijo, desde El Mirador, que “aquí nadie entra ni sale”, según la orden que instruyeron los grupos de choque.

Foto: Ivanna Laura

Nadie se mueve

Durante la noche del lunes, en medio de las cacerolas, aparecieron los miembros de los grupos de choque frente al bloque 39 y el resto de edificaciones de la Zona F.

Los “colectivos” pasaban con sus motos mientras tocaban las cornetas “y echaban tiros al aire como para amedrentar a la gente y que dejaran de tocar las cacerolas”, contó María*, vecina de la zona.

Este martes continuaron las caravanas. Lo hicieron cada tanto, en medio del silencio y la soledad que prevalecía en la zona. Al menos hasta la tarde, las cacerolas no se volvieron a escuchar en el 23 de Enero. María no ha escuchado sobre el una restricción de la movilidad impuesta en la parroquia. Sin embargo, durante estos días ha optado, junto a su familia, por quedarse “tranquilos”, en casa.

“Hoy todo ha estado tranquilo, no hay gente en la calle”, añadió María.

Vecinos consultados por Crónica.uno coinciden en que para este martes, 30 de julio, el silencio fue lo que más abundó en una parroquia tan ruidosa y activa. Las cacerolas solo se volvieron a escuchar con fuerza al final la noche del martes, 30 de julio.

El regreso del cacerolazo fue una respuesta al ir y venir de caravanas de motorizados que recorrieron la zona toda la mañana y gran parte de la tarde, explicaron las fuentes que pidieron mantener su identidad a resguardo por temor a ser víctimas de represalias.

Foto: 23 de enero

Transporte público y comercio en la zona

El transporte público fue escaso durante este 30 de julio, segundo día poselectoral. No hubo muchas unidades en servicio, pero de vez en cuando pasaba alguna que otra. En cambio, los locales comerciales, que en su mayoría son ventas de alimentos, lucieron con pequeñas colas de compradores, desde la mañana y hasta pasadas las 3:00 p.m.

—¿Vas para la marcha? preguntó un hombre a otro desde los alrededores del bloque 5 del 23 de Enero.

—Sí, claro, a la de Altamira, contestó el segundo hombre.

Las personas que caminaban por la parroquia durante el día lo hacían con bolsas en las manos, que dentro llevaban alimentos y bebidas. Queso, pan, mantequilla, leche, refresco, papel higiénico y más. Huevo no quedaba en casi ninguno de los pequeños abastos. Los mercados itinerantes de frutas y verduras están vaciados.

Presunta detención

A las 2:00 p. m. Gladys* escuchó bulla. Se acercó a la ventana de su apartamento en el bloque 1 pero no pudo distinguir bien lo que estaba pasaba. Luego, escuchó que se habían llevado detenidos a “varios jovencitos” por “guarimbear”, terminó que usa el chavismo para referirse a las protestas en su contra.

Según fue la Dgcim”, contó Gladys, quien reside en el 23 de Enero desde hace más de 15 años.

En un video difundido por redes sociales, se observa como un grupo de seis presuntos funcionarios, vestidos completamente de negro, llevan esposados a tres hombres, directo a dos camionetas negras. Mientras desde el bloque les gritan “jala bolas”.

Para las 4:00 p. m. eran pocas las personas que transitaban por los alrededores del bloque 1. “De verdad que no se nada. Yo salí en la mañana a trabajar y ahorita vengo llegando”, comentó un señor, vecino del bloque.

Durante la tarde de este martes, grupos de civiles encapuchados rondaron la parroquia. Vestidos con indumentaria con camuflaje, negra o gris.

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