La legendaria Simone Biles se colgó este martes su primer oro en París-2024 al guiar al equipo estadounidense a lo alto de la gimnasia artística. Su logro se da en una jornada en la que revivieron polémicas por la ceremonia de apertura del pasado viernes.
La dueña de 23 títulos mundiales, Simone Biles, se embolsó su quinto metal dorado olímpico en París 2024, el primero desde Rio de Janeiro-2016. Así, comenzó su campaña reconquistadora tras la amarga experiencia en Tokio hace tres años.
Biles, de 27 años, fue arropada por el Arena Bercy y sus visitantes ilustres, entre ellos la leyenda del tenis Serena Williams, el millonario Bill Gates y el director de cine Spike Lee.
Su rutina incluyó un preciso salto en el potro que le valió la mejor nota de la primera rotación, un aterrizaje clavada de las barras asimétricas, su aparato menos fuerte, y un espectacular ejercicio de suelo ante un estadio en pie.
Ante la ausencia de Rusia, vencedora en la capital nipona, la plata fue para Italia y el bronce para el Brasil de Rebeca Andrade. Este último logró de esta manera el primer podio olímpico por equipos en su historia en la gimnasia.
El renacer olímpico de Biles tendrá otra importante batalla el jueves, en la final del concurso general individual.
Polémica no cesa
Como es costumbre en los Juegos Olímpicos, los recintos deportivos suelen dividir atenciones con las discusiones políticas. En esta ocasión, la ceremonia inaugural del viernes en el río Sena, la primera fuera de un estadio, atravesó la cuarta jornada de competencias.
La reivindicación a la cultura LGBTI+, la participación de drag queens y una posible alusión a la última cena cristiana han calentado los ánimos de sectores conservadores en todo el mundo.
«Los Juegos Olímpicos se usaron como una herramienta de perversión que corrompe la naturaleza humana», dijo el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, en una reunión de su partido islamoconservador.
Las críticas unieron a enemigos jurados, como el ayatolá supremo iraní y el candidato presidencial republicano en Estados Unidos, Donald Trump.
«El respeto a Jesucristo (…) es un tema indiscutible para los musulmanes», aseguró Alí Jamenei.
«Tengo una mentalidad muy abierta, pero me parece que lo que hicieron fue vergonzoso», afirmó Trump en una entrevista televisiva.
La candente situación de un espectáculo cuyo mensaje central era el «amor», según su director artístico Thomas Jolly, coincidió con la inauguración este martes de la Casa del Orgullo, un oasis a orillas del Sena donde la comunidad LGTBIQ+ celebra a sus atletas «y aliados».
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