Mañana, sábado 13 de julio de 2024, en la Galería de Arte Nacional de Caracas, a las 6:00 pm, será presentado el libro Saab (Una historia). Se trata de la segunda edición ampliada, con un leve cambio en el título [https://filven.com/todo-listo-para-la-filven-2024-en-la-galeria-de-arte-nacional/]
Una de las voces más impactantes de la narrativa venezolana, el reconocido y talentoso escritor Alberto Jiménez Ure, sostiene que Tarek William Saab es un creador capaz de conmover, y de causar sensaciones múltiples en el alma de los lectores. Es decir pertenece al grupo de poetas llamados a trascender.
Jiménez Ure en el libro Saab (Una historia)* explora esa sensibilidad que hace del poeta un ser superior, a tal efecto afirma sin medias tintas «[…] La inteligencia superior rige mediante la cognición y vaticinios, actos que desaceleran las pretensiones del mediocre cuando prorrumpe el prestidigitador para encender la yesca donde casi todos dormimos en paz, rodeados de trigales que alimentan a criaturas racionales para las cuales la buena fe es dictat. Mi certeza que él (Tarek William Saab) sea testigo de cuanto afirmo se capta en las formas de su discurso literario (lenguaje) henchido de espiritualidad […]»
Por las páginas de esta aproximación a la obra y vida del poeta Tarek William Saab, fluye una indagación que intenta desentrañar el enigma poético de una voz literaria cuya trascendencia y revelación se dio a conocer a finales de los años ochenta con la publicación de un poemario que marcó un precedente en la poesía venezolana: Los Ríos De la Ira, y que catapultó a su autor a una fama temprana y a un porvenir de predestinado en las letras venezolanas.
Ese primer libro influenciado por la Beat Generation (la poesía conversacional, y autores como Roque Dalton, Javier Heraud, Luis Alberto Crespo) es una especie de cuerpo metafórico que estalla en la conciencia y en la espiritualidad de la patria hecha poema, reclamando, imponiendo, plasmando ese espacio en el que la palabra se hace rebeldía y sufrimiento y abandono total como diría Octavio Paz. Un poemario con una fuerza telúrica impresionante, un ritmo de imágenes en aluviones que impactan en la sensibilidad de los lectores, ahogándolos, asfixiándolos en ese espacio donde el amor, la rebeldía y la soledad se hacen presente.
Saab (Una historia) es un estudio-viaje por los intersticios de una de las voces más singulares de nuestra poesía actual, que, a base de la creencia en sí mismo y un trabajo meticuloso, ha logrado ganar reconocimiento entre la crítica literaria del país. El libro es un documento original e indaga -con seriedad y profundidad- en los abismos de un creador cuyos poemas son ánforas sagradas rescatadas de algún viejo naufragio en las costas de la espiritualidad.
Conformado por más de 300 páginas que recogen distintas facetas del poeta, la obra de Jiménez Ure indaga en ese abismo que se hace paisaje, viento, noche y tren, especie de tierra del nunca jamás que como un río atraviesa la poesía del reconocido poeta de la revolución.
Saa Saab (Una historia) es un testimonio espiritual que intenta ahondar en la sensibilidad de un autor que irradia la luz sagrada de los grandes espíritus, y que logra conmover a sus lectores con poemas donde la melancolía, la soledad, la infancia escapada, el dolor y el amor expresan los códices sagrados de un cuerpo poético muy singular de quien, desde su primer libro, asombró a intelectuales venezolanos como Juan Liscano, Gustavo Pereira, Luis Alberto Crespo, Caupolicán Ovalles e inclusive recibió elogios del novelista de fama mundial Jorge Amado: autor de Doña Flora y sus Dos Maridos.
El Principio Poético de Saab fue Literatura Brava es uno de los capítulos de un libro que se disfruta, y depara sensaciones únicas al conocer a través de testimonios la lucha y el sacrificio de un hechicero de la palabra que ha logrado hacer trascender su obra e instalarla en el panorama poético de un país que [como diría Gustavo Pereira en el prólogo de Los Ríos de la Ira] «País que nos hincan y nos duele hasta el hueso, torcidos como alambres en el medio del sufrimiento […]»
Jiménez Ure intenta descubrir para el lector la lucha espiritual entre el bien y el mal que recorre la obra del poeta Tarek a tal efecto asegura a través de una comparación entre el poeta William Blake y John Milton «[…] No es maniqueísmo persistir en la temática del bien en contienda, su antítesis es extremadamente poderosa y logra adherentes con mayor facilidad […]»:
«Todo quiere cerrarse en címbalos de rabia/ Pero la tibieza de tu olor/ aún queda en mis brazos/ y un arcángel pasa/ y me toca». Así precipitó, en comunión con el concepto de Dios Tarek William Saab en su poemario Los ríos de la ira.
En el capítulo X Jiménez Ure reúne una cantidad de poemas que muestran la huella de un hombre de letras capaz de hacer apuestas estéticas, mostrando que es una de las voces más singulares de nuestra poesía, al permanecer aislado de la influencia de los movimientos estéticos venezolanos, desarrollando un trabajo que hace de su obra una especie de isla poética.
Su poesía ha mantenido una vertiente amorosa que transforma el cuerpo en imagen, que recorre la piel y expresa esa comunión santificada entre el cuerpo y el alma, una impetuosidad que horada los más sublimes recuerdos de la infancia que se asoma desde lo recóndito de la conciencia política, así lo comprende el autor Alberto Jiménez Ure en el capítulo XVII titulado: El Romanticismo en la Poética de Saab.
En toda la obra de Tarek William Saab el erotismo es una ceremonia, un ritual de búsqueda purificada e idealizada del cuerpo femenino como espacio de perfección, como un lugar sagrado y religioso donde se puede ofrendar, y donde van a dormir los amantes después de todos los suplicios cotidianos «[…] sin embargo/ poseemos el sentido del orgasmo y la contemplación/ por que la culpa unida a la belleza/ dormidos plácidamente en las plantaciones/ los amantes crecen libres de pecado […]»
Los versos de Saab están adornados por la belleza isq*, una especie de emoción desenfrenada que proviene de sus antepasados árabes, que en vastos amaneceres imaginaban a la mujer ideal y esperaban la consumación del sagrado acto de la entrega, en la cual el equilibrio universal de toda la emoción contenida en la magia del «isq» se hacía presente.
Jimenez Ure argumenta, con elementos convincentes, compara y escudriña la vida del poeta desde el campo de ese otro espacio que construye la poesía para hacer de la vida un territorio para lo justo y lo humano. «[…] ¿Cómo afirmar o sostener con suficiente vehemencia que Tarek es más romántico que estoico, menos sensual que erótico? ¿Cómo hacerlo si numerosas veces prevalece en sus opúsculos la nostalgia y la tristeza que casi abatimiento psíquico, prevaleciendo como eje del corpus creativo, un humanista con dignidad sin tacha de quien no se sabrá jamás si leyó primero a quien admiraba que al castigo oculto en inusitadas metáforas […]»
Es entonces este libro una aproximación a la personalidad de un gran humanista, que ha logrado trascender el ejercicio de figura pública para construir una base sólida de estadista y hombre justo, comprometido con los sueños más hermosos que alberga la humanidad: La igualdad y la fraternidad. Por estas páginas discurre el accionar de ese estadista que ha brillado en momentos cumbres de nuestra historia, un venezolano que defiende la institucionalidad ante La ONU, un Saab Estoico ante la Defensa del Esequibo, un Saab en funciones de Fiscal General capaz de asombrar al mundo y derrotar la impunidad forjada en el caso del asesinato del mayor cantante venezolano: Tirone González, conocido como Canserbero.
En las páginas de Saab (Una historia) late acechante el coraje de un líder de estos tiempos modernos que ha logrado revolucionar -desde la espiritualidad- el espacio de la política tradicional demostrando un compromiso de alma con los desamparados, con los abandonados. con los nadie. Desde la Gobernación de Anzoátegui, el poeta Tarek impulsó un gobierno incluyente que no solamente sentó las bases del desarrollo regional, sino que llevó a su máximo nivel el apoyo social a los grupos más vulnerables del estado. Es el mismo poeta que, ante la felonía y la traición de su antecesora, prefirió inmolarse espiritualmente para evitar una guerra civil en el país. Es ese poeta al que esta patria que resuena con el tambor y el baile de San Benito, y que se reúne alrededor de una mesa, debe recordarse como decía Ernesto Cardenal: «[…] Aquí pasaba a pie/ por estas calles,/ sin empleo ni puesto/ Y sin un peso/ Solo poetas, putas / pero recordadle cuando tengáis puentes de concreto,/ Grandes turbinas, / tractores, plateados graneros, / buenos gobiernos […]» Recordémoslo infinitamente porque Tarek purificó el alma de su gente en sus versos.
NOTAS.-
*JIMÉNEZ URE, Alberto: SAAB (Una historia).- «Vadell Hermanos Editores», Caracas, 2024.
**«El amor mueve el mundo y es el tema principal de todas las culturas y de todas las épocas. El amor es una realidad que nunca ha dejado de excitar el genio creativo de pueblos y culturas y cada tradición cultural desarrolla un clásico exponente de lo más sublime y elevado que considera expresable en el ámbito del amor humano. El amor se expresa en árabe con la palabra isq que indica a la vez amor/pasión y que es el sentimiento más común que los poetas árabes han plasmado en unos versos de gran belleza estética y sensual»: https://urescritorfilosofactoeinvestigador.wordpress.com/wp-content/uploads/2024/07/la-poesia-amorosa-arabe-por-mar-gomez-ranau-revision-2024.pdf
FUENTE:
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