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El gobierno sacrifica salarios y créditos con su política antiinflacionaria

Por EFE
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La inflación en Venezuela, que en junio cayó hasta 1%, se ha desacelerado a raíz de una política para estabilizar el precio del dólar -divisa usada en el país para cotizar bienes y servicios-, para lo que también se han sacrificado salarios y créditos bancarios, advierten expertos.

El Ejecutivo asegura que se trata de uno de los resultados positivos de un programa puesto en marcha en 2018 -cuando el país vivía una hiperinflación- que llevó a reducir el aumento de precios de 130.060% ese año a 189,8% en 2023.

Si bien Nicolás Maduro aseguró que la inflación de junio es la más baja del país desde hace 39 años, el histórico del Banco Central de Venezuela (BCV) refleja que en julio de 2012 se registró también 1%, mientras que en marzo y abril del mismo año la inflación fue 0,9% y 0,8%, respectivamente.

El economista jefe de la firma Ecoanalítica Luis Bárcenas dijo a Efe que las autoridades lograron mayor estabilidad en el precio del dólar mediante una agresiva venta de divisas, de las cuales la gran mayoría proviene de ingresos obtenidos por las exportaciones petroleras.

Entre enero y mayo de este año se vendieron en promedio más de 350 millones de dólares al mes a través de la banca, según cálculos de Ecoanalítica.

De esta manera, explicó el experto, se inunda de divisas el mercado nacional para generar una sobreoferta de la moneda estadounidense.

De acuerdo con el BCV, el precio del dólar pasó de 35,9 bolívares a 36,4 en el primer semestre de 2024, un alza de 1,3%, mientras que en el mismo período de 2023 la divisa subió de 17,4 bolívares a 27,8 bolívares, un aumento de 59,7%.

¿Por qué el salario se ve afectado con la estrategia antiinflacionaria del gobierno?

La estrategia antiinflacionaria contempla también mantener a raya la emisión de bolívares, y en este sentido Bárcenas indicó que el «primer sacrificado» es el salario mínimo -referencia para el resto de remuneraciones en el sector público- y las pensiones, en 130 bolívares desde marzo de 2022, que desde entonces pasaron de unos 30 dólares a 3,5 dólares hoy.

Señaló que pese a la migración, cifrada en cerca de 7,77 millones de venezolanos por la Plataforma de Coordinación Interagencial para Refugiados y Migrantes (R4V) -dato que el gobierno rebaja a menos de 2,5 millones-, todavía «el tamaño del Estado es tan grande en términos de personal y de dependientes» que «cualquier ajuste del salario haría que el gasto fiscal de un mes a otro pueda incrementarse de forma importante».

Bárcenas considera que se desarrolló una política «a costa del bolsillo del venezolano», que además se ha visto afectado por la restricción del crédito.

La desaceleración -prosiguió- también responde al mermado poder de compra, pues mientras «un sector de la población» tenga «todavía un consumo restringido» y priorice sus gastos, principalmente en alimentos, los precios de bienes y servicios se mantendrán relativamente estables.

El Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF), ente autónomo integrado por expertos económicos, asegura que la desaceleración de la inflación responde a la mayor estabilidad en el mercado cambiario y a la contención salarial que aplica el gobierno.

Una estabilidad frágil

Bárcenas aseveró que hoy Venezuela depende más que nunca del petróleo para mantener esa estabilidad cambiaria, con factores que pueden jugar en su contra, como las sanciones estadounidenses, retomadas en abril tras seis meses de alivio, que «limitan las ventas (de crudo) en el mercado internacional».

Esa estabilidad está sujeta a acontecimientos mundiales que tengan impacto en el sector energético, como un conflicto o un menor consumo de las grandes economías, lo que «hace que el precio del petróleo caiga» y, en consecuencia, los ingresos del país disminuyan, con el riesgo de enfrentar una «escasez de divisas».

«Toda esta tranquilidad en materia cambiaria (…) puede perderse si en un momento dado la economía comienza a enfrentar problemas en la generación de divisas», dijo el economista.

Las autoridades prevén que Venezuela, que vivió un proceso hiperinflacionario entre 2017 y 2021, cierre 2024 con inflación inferior a 50%.

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