Confía en «la efervescencia ciudadana» para que Venezuela pueda salir del régimen de Nicolás Maduro, con los datos sobre la mesa demuestra que Colombia está peor ahora que durante su gobierno y con un análisis fino explica en El Debate que la presión de Iberoamérica sería definitiva para que las dictaduras de Daniel Ortega y Miguel Díaz- Canel pasarán a formar parte del pasado. Iván Duque, presidente de Colombia entre 2018 y 2022 mira hacia adelante y plantea soluciones a los problemas que hacen temblar las democracias a un lado y otro del Atlántico.
–Maduro anunció que retoma el diálogo con Estados Unidos que se inició en Qatar para ofrecer garantías de elecciones limpias el 28 de este mes de julio. ¿Hay que creerle?
–Creo que está tratando de buscar una salida para su régimen. Si Maduro se roba nuevamente las elecciones, que es lo que todos suponemos, creo que la efervescencia ciudadana y la presión de la comunidad internacional va a ser mayor que en cualquier otro momento. Esto me hace suponer que el restablecimiento de las conversaciones con EE.UU. a partir de lo que ocurrió en Qatar, puede dar paso a una transición democrática.
–¿Cambiará la política estadounidense en la región y con Venezuela si gana Donald Trump las elecciones?
–Más allá de quien sea el presidente, creo que hay un gran consenso político en defensa de Venezuela. El Congreso bicameral y de manera bipartidista no va a aceptar nada distinto al triunfo de la resistencia democrática. Están de acuerdo en que Venezuela es una dictadura y que se requiere una salida de esa dictadura hacia la democracia.
–¿Cree que Joe Biden está en condiciones de continuar con su candidatura después de lo que vimos en el debate con Trump?
–Más allá de si los candidatos tienen la edad o no están en las condiciones físicas de otras épocas, que demuestra lo atípico que será la próxima presidencia, hay tres fenómenos preocupantes en Joe Biden y Donald Trump: aislacionismo, proteccionismo y una posición antinmigración. Veo un riesgo de que los dos, con tal de ganar la elección, radicalicen sus posturas. Ese, es el verdadero debate
–En la Casa de América expuso la hoja de ruta o los diferentes niveles de actuación de los gobiernos que ponen en riesgo la democracia.
–Normalmente trabajan con cuatro actos. En el primero todos llegan con la ternura, invitan a grandes acuerdos, lucen moderados y tratan de aplacar expectativas de radicalización. Chávez lo hizo, Evo Morales, lo hizo, Rafael Correa lo hizo y lo mismo los Kirchner. Después pasan a la radicalización discursiva e ideológica, empiezan a atacar los sectores productivos, los persiguen, intimidan y arrinconan hasta entrar en una fase muy peligrosa, la que denomino teoría del caos.
«Petro empezó con ternura»
–¿En qué consiste?
–Sirve para dar paso al resquebrajamiento institucional e inclusive a una propuesta de perpetuación del poder. Así ha ocurrido en los países mencionados y en Colombia… Petro empezó con la ternura, después vino la radicalización ideológica y el caos lo ha venido activando parcialmente. Lo hizo en el sector de la salud y lo ha intentado con las pensiones. Lo siguiente seguro que será la banca, pero hasta ahora el Congreso y las Cortes le han frenado. Hoy lo que preocupa es que intenta hacerse con el control del Poder Judicial para legitimar lo que no es constitucional.
–¿Encaja en ese perfil el presidente Pedro Sánchez?
–Tener un gobierno en España que no ganó las elecciones, pero que se ha mantenido en el poder haciendo una serie de alianzas con sectores que no necesariamente son pro españoles o pro la unidad de España, es una apuesta bastante arriesgada. El gobierno ha tenido que aliarse con separatistas, con quienes defendieron en su momento el terrorismo de ETA y con quienes han tenido posturas absolutamente contrarias al Estado de Derecho. Formar una coalición en esa línea es peligroso. Y mucho más cuando se ha puesto sobre la mesa una amnistía para los que quisieron romper la unidad de España.
–¿Qué fue lo de Bolivia, golpe o autogolpe?
–Bolivia se encuentra en una situación muy peligrosa y puede entrar en cesación de pagos en cualquier momento. El MAS (Movimiento Al Socialismo) dilapidó la bonanza económica, los ingresos por el gas los desperdiciaron… Están empezando a ocurrir cosas que son bastante raras y por qué no decirlo, sospechosas… Luis Arce Catacora está arrinconado por el propio Más y por Evo Morales, que tiene el deseo de volver al poder. Lo cierto es que Bolivia tiene elecciones en el año 2025 y deberían ser libres y sin Evo Morales [inhabilitado por la Constitución que se saltó]
–Javier Milei es el presidente emergente en la región. ¿Va por el buen camino?
–Creo que Javier Milei está aplicando la quimioterapia necesaria para enfrentar el cáncer de la hiperinflación y de la irresponsabilidad fiscal activada por los Kirchner. Esa determinación le ha permitido seguir manteniendo altos niveles de respaldo popular. Los dos ejes centrales de su administración, que son la recuperación económica de la Argentina y una agenda de seguridad, liderada exitosamente por Patricia Bullrich, son temas que tenemos que respaldar quienes nos definimos como defensores de la libertad y de la democracia en América.
–¿No se equivoca al abrir tantos frentes internacionales? No asistirá al encuentro del Mercosur, no se habla con Lula y el caso con Pedro Sánchez…
–Las relaciones internacionales deben estar por encima de la personalidad de quien ocupa el poder, porque son relaciones que se han labrado históricamente. Más allá de si estoy de acuerdo o en desacuerdo en la forma en la que él ha manejado la relación, por ejemplo, con el gobierno español, creo que hay unos antecedentes que no son positivos. ¿Qué hacen ministros del gobierno español lanzando diatribas y ataques en redes sociales contra un candidato de un país como Argentina? Eso lo hicieron y en términos bastante displicentes, bastante despectivos que no son propios de quien ostenta un cargo en representación de toda una nación. Ahí es donde empieza el problema. Eso no quiere decir que se justifique la reacción, pero lo que no podemos es eludir que esos hechos anteceden a lo que hoy está ocurriendo. Nunca se pidieron disculpas ni se corrigió oportunamente.
«Tenemos que derrotar la demagogia y el populismo»
–¿Colombia está mejor o peor que cuando estaba usted en la presidencia?
–Los hechos son tozudos A mí me tocó enfrentar muchas situaciones adversas, incluyendo la pandemia y la post pandemia, pero dejamos una economía creciendo al 10.8 en el año 2021 y más del 8.5 para agosto del año 2022… Hoy tenemos una caída de la inversión extranjera directa notoria, caída en las exportaciones, incertidumbre. Se ha sido condescendiente con los grupos armados ilegales, hay un deterioro terrible de la seguridad… Vemos una Colombia que claramente está deteriorada, resquebrajada, pero también veo una Colombia donde se está empezando a evidenciar la aparición de personas que quieren gobernar en el 2026, que quieren presentar propuestas nuevas. Creo que Colombia debe caminar hacia una gran alianza Nacional republicana, donde más que pensar en partidos, pensemos en el país
–¿Qué movimientos o países son peligrosos en la región?
–Rafael Correa quiere incendiarle el país a Daniel Noboa para que el presidente no sea una opción en las elecciones de febrero del año entrante. En Argentina el kirchnerismo y sectores radicales quieren incendiarle la calle a Milei para que la terapia de choque que él está empleando para recuperar la economía no funcione…En Bolivia, el propio Evo Morales está conspirando contra Luis Arce porque quiere volver al poder para perpetuarse a través de otros mecanismos… Y en Colombia, tenemos que derrotar la demagogia y el populismo que encarna este gobierno y que ha dicho que a todas luces quiere perpetuarse, bien sea en cabeza del presidente, con un mecanismo hechizo o buscando un candidato obsecuente a la filosofía del gobierno.
Chávez ganaba elecciones, Maduro no
–¿Qué función desempeñan el Grupo de Puebla y el Foro de Sao Paulo en este contexto?
–Tanto Lula como Petro han sido bastante melifluos con Maduro. Y no obstante ese tratamiento melifluo tuvieron también que pronunciarse ante tantos abusos de la dictadura. Lo que hoy el mundo ve en las calles de Venezuela es tan ostensible, tan evidente, que les sería muy difícil a estos dos presidentes de países democráticos y quizás a otros presidentes pertenecientes al Foro de San Pablo y del Grupo de Puebla legitimar un triunfo que no tiene ningún sustento porque uno le puede censurar todo lo que quiera al modelo de Chávez. Pero Chávez ganaba elecciones.
–Ahí están los casos de Cuba y Nicaragua…
–No podemos seguir siendo obsecuentes con Cuba y con esos regímenes. Fidel Castro fue un sátrapa que destruyó, que sometió a su pueblo y pretendió exportar su modelo. Muchos países europeos estrecharon relaciones con Cuba para conseguir licencias o concesiones, para hacer negocios con el turismo y terminaron siendo permisivos. Pero cuando uno se acuesta con esos régimen, pues acaba mojado. Lo que se necesita es poner presión. Y lo mismo con Nicaragua…
–Pero Daniel Ortega y su mujer…
–Cuando Ortega volvió al poder mucha gente decía, ha cambiado, es pro mercado. ¿Por qué? Porque se enriquecían con sus negocios. Él, con Rosario Murillo, se han robado el Estado, arrinconan a la oposición y expropian hasta a la Cruz Roja, a la Iglesia, las universidades mientras Iberoamérica y las instituciones interamericanas guarda silencio. Tienen miedo a levantar la voz y eso, no puede ser. Es hora de que Iberoamérica reaccione.
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