Radiografía de lo absurdo
La calamidad arropa como una sombra todos los hogares venezolanos. No hay nadie que no se queje por la terrible situación que nos hace vivir el régimen. Si no es por el hambre o por la ausencia de medicinas, es por la inseguridad.
El que no ha sido víctima de un atraco, un secuestro, seguramente ha perdido un familiar o un amigo producto de la violencia. No existe nadie que pueda decir que no le han arrebatado un celular a punto de pistola.
Si se documentara cada vez que suceda, batiríamos el récord como el país con más muertes por robo del celular, también el que mayor número de escoltas exhibe. No solo los funcionarios hacen gala de numerosos guardaespaldas, sino que también el tener dos protectores individuales ha pasado a formar parte de los signos externos de poder y de dinero. Toda una deformación ciudadana que será muy duro de corregir. Sin vainas que uno no sale del asombro. ¿Qué más tendrá que ocurrir? ¿Qué nuevos sin sentidos se nos presentarán en el camino? Pero, sobre todo, la gran pregunta es ¿cómo carajo vamos a salir de esta pesadilla y cuándo?
He allí lo que nos martiriza y nos revienta los sesos. Nadie escapa a esa necesidad. Ni siquiera los que ocupan altos cargos. Más bien están rogando que los despidan para irse con lo «conseguido» a montar una peluquería, un spa o cualquier otro negocio donde puedan vivir en paz.
Cada vez son más las informaciones que van apareciendo de «ex» que se han marchado al imperio o a Europa con tal de alejarse de este infierno rojo. Es tan grave el asunto que hasta Maduro, dicen no muy pocos chavistas, estaría considerando realizar un viaje sin retorno. Como diría el locutor estrella del beisbol Pepe Delgado: «Esto está feo, muy feo». Es tan diabólico lo que ocurre que la oposición ofrece una vía pacífica para solventar la crisis y el gobierno provoca, desea y liga una insurrección.
La oposición juega cuadro cerrado por la salida electoral. Evita a como dé lugar cualquier salida que implique un baño de sangre. Pero ante eso el régimen obstruye cualquier acto de campaña, persigue y detiene a los responsables políticos de Vente Venezuela. Percibe que María Corina Machado le enredó el juego.
A esto se suma la subordinación impuesta a los poderes públicos y la sumisión y encargo del Poder Electoral, donde un sujeto mal visto, demasiado rastrero y de pésimos antecedentes corruptos, venido de Acción Democrática con un resonado caso de apropiación de una docena de jeeps, cuando administraba su entrega a los dirigentes de Aragua, hoy es el encargado amoroso de torcer los resultados y bajo esa orden actúa y se desenvuelve
Han destruido la moral de nuestras Fuerzas Armadas y el Alto Mando Militar lo mantienen a fuerza de billete y contratos al servicio del régimen. En el Poder Judicial es donde más groseramente se comportan. Fabrican denuncias e inventan delitos para judicializar a opositores y partidarios. El Ministerio Público es la guillotina de estos tiempos de oscuridad en Venezuela.
No hay independencia de poderes, todos deben estar al servicio del régimen. No existe poder que los controle sino un gran concierto de delincuente. No existe en la tierra organismo, tratado o acuerdo que les haga entender el carácter autónomo y necesaria independencia de los poderes públicos.
Para hacer más delicada la situación, venezolanos que se habían hecho de una buena imagen en la sociedad dan una voltereta moral y se van a defender al régimen buscando resolverse económicamente sin importarles las posiciones que asumieran en el pasado y que gracias a Dios quedaron recogidas en su momento por los medios de comunicación, para cuando corresponda documentar la memoria colectiva de la Venezuela de Chávez.
Nunca más un astuto demagogo con pretensiones de héroe libertario se le debe permitir embaucar de nuevo a los venezolanos.
Los días que estamos viviendo y los que vienen serán reflejo del deseo incontenible de liberación del “manso pueblo” que se hartó de tanta opresión e injusticia.
Este 28J se termina un absurdo que no debió pasar de 2012. Es la hora para que los venezolanos unidos desde abajo por los intereses más sagrados de la libertad y la democracia detengan este absurdo.
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