Un acuerdo no es otra cosa que la expresión a través de la cual dos o más personas expresan coincidencia de opinión, conformidad con lo que se suscribe, asentimiento o aceptación.
Para que se produzca un acuerdo verbal o escrito es indispensable que las partes intervinientes dialoguen, debatan, contrasten opiniones y pareceres, hasta que estén plenamente de acuerdo en todo lo que se trató y se convino.
Lo que planteó el presidente del CNE a los candidatos presidenciales es un acto antidemocrático, de intimidación, puesto que valiéndose de su condición de presidente del ente rector electoral pretende que los candidatos a la presidencia de la República suscriban un documento que a todas luces esconde la clara intención de desconocer la soberana voluntad del pueblo venezolano en los comicios del 28 de julio de este año.
Son nueve los aspectos planteados en el acuerdo del CNE los cuales analizo a continuación, donde se expresa una clara intención por parte del presidente del CNE a no actuar conforme a la ley puesto que con ellos pretende dar un barniz de “legalidad” a lo que es un claro documento de ventajismo político electoral que busca presentarse como árbitro imparcial, cosa que a lo largo del tiempo en que ha desempeñado la conducción del CNE ha sido todo lo contrario.
Este paquete chileno, el único propósito es crear las bases para que el 28 de julio a las 10:00 de la noche, el ventrílocuo que preside el órgano electoral del gobierno, a sabiendas de que sufrió una derrota aplastante, informe que Nicolás Maduro obtuvo 10 millones de votos y ha sido reelecto. Es decir, que este redomado bribón, como lo expresó Enrique Márquez, lo que quería era que Edmundo González Urrutia, quien obtendrá una mayoría aplastante de votos, firme un cheque en blanco y renuncie a toda posibilidad de informar de su victoria, y peor aún, que no pueda reclamar el triunfo. Solo Edmundo González Urrutia y Enrique Márquez no suscribieron esa trampa cazabobos. El resto de candidatos que firmaron son los que incondicionalmente se han prestado para servir de instrumento a la patraña urdida haciéndose cómplices en contra del derecho del pueblo venezolano a darse un gobierno legítimo, el tiempo dará cuenta de su traición.
“PRIMERO Actuar en estricto cumplimiento de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, la Ley Orgánica del Poder Electoral, la Ley Orgánica de Procesos Electorales y demás normas que rigen este proceso electoral”.
Somos conscientes de que todos los órganos del poder público han violado de la forma más descarada el orden constitucional. Que el Consejo Nacional Electoral ha pisoteado como le ha dado la gana la Ley Orgánica del Poder Electoral, la Ley Orgánica de Procesos Electorales y las demás normas que rigen este proceso electoral. Abundan los ejemplos pero mencionemos 1.- La inhabilitación de María Corina Machado (violatorio de la Constitución) 2.- Haber torpedeado de la manera más grotesca el derecho de millones de venezolanos para inscribirse en el REP, dentro y fuera del país. 3.- Impedir a Corina Yoris su inscripción como candidata presidencial 4.- Inhabilitar partidos políticos y sus tarjetas, el cercenamiento de los derechos políticos de dirigentes como Henrique Capriles Radonski y muchísimas irregularidades más. Es una demostración más de leguleyismo de quienes han hecho de la Constitución y las leyes de la república letra muerta.
“SEGUNDO Reconocer al poder electoral como la única autoridad legítima y competente para la organización, administración, dirección y vigilancia de la elección presidencial del próximo 28 de julio de 2024”.
Eso no lo tiene que reconocer nadie, sencillamente está contenido en nuestra Constitución y en la Ley Orgánica del Poder Electoral. El sólo hecho de inscribir la candidatura por ante ese organismo es un reconocimiento expreso de tal condición y todas sus facultades y competencias. Solo alguien que tiene el temor de que lo que piensa hacer no estará bien, acude a ese salvavidas. Me atrevo a afirmar que la negativa a la observación de la Unión Europea, la OEA, etc, es para que no les estropee el pasodoble.
“TERCERO. Reconocer que el Consejo Nacional Electoral ha venido dando cumplimiento a las garantías electorales en cada una de las fases del proceso establecidos en el cronograma electoral. Asimismo, convalidar los resultados emitidos por el Poder Electoral, respetando la expresión perfecta de la voluntad popular manifestada a través del sufragio, en consonancia con lo previsto en los acuerdos de Barbados y Caracas”. ¿Cuáles garantías electorales? Si han creado centros de votación en sectores controlados por los llamados colectivos, para que mediante el uso de las armas impidan que los testigos opositores puedan estar en la mesa, igualmente, ubicando mesas en las llamadas base de misiones, que no es otra cosa que centros de activismo del madurismo, o en la casa de habitación de dirigentes oficialistas, como jefes de calle o quienes controlan el hambre de la gente. Cómo es posible que, a casi 30 días para el acto electoral, no se haya publicado una sola pieza publicitaria para invitar, estimular y orientar a los ciudadanos a votar, porque lo que persigue la tiranía es que haya abstención. Y por si fuera poco, pretenden que de antemano se convaliden los resultados emitidos por el Poder Electoral, para hacer lo mismo que ocurrió el 3 de diciembre pasado con el resultado del referendo consultivo sobre la Guayana Esequiba, que nadie votó y el ventrílocuo anunció que habían sufragado 10 millones de venezolanos. Hay que ser bien cara dura y bien pillo. Pero además pregunto: ¿Tienen ustedes moral para exigir la firma de ese acuerdo reconociendo el resultado, pero en ninguna parte se comprometen a reconocer y hacer respetar un resultado favorable a Edmundo González Urrutia, porque los otros candidatos son de utilería?
“CUARTO. Competir en un clima de respeto, paz y participación democrática, para que durante el proceso electoral del 28 de julio de 2024 y los días posteriores a éste no se interfiera o desconozca la voluntad del pueblo de Venezuela con hechos de violencia y desestabilización que atenten contra la estabilidad del país”.
Este aparte es un total irrespeto a la inteligencia de los venezolanos, plantear un proceso en un clima de respeto, paz y participación democrática, cuál respeto, comenzando por el candidato oficialista que no respeta ni siquiera a los miembros de su gabinete, menos a sus adversarios; cómo hablan de paz si este organismo no ha exigido que se respete el derecho que tienen María Corina Machado, Edmundo González Urrutia y demás dirigentes opositores de recorrer el país libremente, sin impedir su desplazamiento por el territorio nacional, o que quienes colaboran o prestan sus servicios sean víctimas de amenazas, chantajes, extorsiones o incluso de medidas administrativas como el cierre del kiosco de las Hernández en Corozo Pando, o la retención de vehículos y equipos de sonido utilizados en algún acto, o prohibir surtir de combustible o el comiso de una curiara, a quienes asistan a los actos de MCM. Cuál participación democrática, si el propio CNE acaba de inhabilitar a un grupo de alcaldes sin ningún fundamento jurídico y peor aún, les han cercenado el sagrado derecho constitucional al sufragio, mientras que a Tareck el Aissami, a Hugbel Roa y al resto de la banda de la trama Pdvsa Cripto les mantienen vivo ese derecho y seguramente votarán el 28 de julio. Pero, igualmente se habla de que el día de las elecciones y los días posteriores no se interfiera o desconozca la voluntad del pueblo con hechos de violencia y desestabilización, estos sí son arrechos, ellos que son los que están montando el fraude, nos quieren imponer el silencio y la inmovilidad a quienes tenemos los votos. Tengan la seguridad que defenderemos el resultado y no pasará lo ocurrido en 1952, el pueblo está claro en lo que hay que hacer.
“QUINTO. Solicitar a los gobiernos del mundo el respeto a la soberanía y autodeterminación de nuestra nación”.
Esta es materia del jefe del Estado y del canciller, no del CNE.
“SEXTO. Cumplir con el deber de honrar y defender la patria y exigir el levantamiento absoluto de las sanciones coercitivas unilaterales impuestas al noble pueblo de Venezuela”.
¿Es que esta tiranía lo cumple? Si ha entregado el país y sus riquezas a Cuba, China, Rusia, Irán, Turquía. Además de no cumplir con el Acuerdo de Barbados.
“SÉPTIMO. Los objetivo del presente acuerdo son la afirmación de la soberanía nacional, la estabilidad democrática, la gobernabilidad, el pleno respeto a los derechos humanos, las garantías de los procesos, la cooperación ante las coyunturas económico-sociales existentes, el estado de derecho constitucional, el desarrollo pleno de los derechos políticos y la democracia, fomentar una política de reconciliación como fundamento para la convivencia democrática nacional y el repudio absoluto a la violencia como instrumento político”.
Mayor cinismo imposible, ¿qué entenderán por derechos humanos? Todo lo que proponen es precisamente lo que a diario viola esta tiranía. Cuántos militares están privados de libertad solo por ser institucionales y cumplidores del orden constitucional. Cómo pueden hablar de reconciliación si se encarcelan a quienes enfrentan al régimen y pueden ser fichas de cambio, como Javier Tarazona, Rocío San Miguel, Dignora Hernández, Henry Alviarez, o quienes están refugiados en la Embajada de Argentina, encabezados por Magalli Meda, o los que han sido detenidos en lo últimos días por apoyar o prestar servicios como periodistas a Edmundo González.
“OCTAVO. Rechazar y denunciar cualquier financiamiento o recurso provenientes de hechos ilícitos nacionales e internacionales”.
Popularmente, esto se llama nombrar la soga en casa del ahorcado.
“NOVENO. Nosotros los candidatos reiteramos ante todas las venezolanas y los venezolanos, las rectoras y los rectores del Consejo Nacional Electoral, nuestra responsabilidad con la democracia, la plena sujeción al orden constitucional legalmente establecido en la República Bolivariana de Venezuela y la voluntad absoluta de reconocer los resultados emitidos por el Poder Electoral, como garante de la fuente creadora de los poderes públicos mediante el sufragio, fundamentando sus actos en la preservación de la voluntad del pueblo, expresada a través del voto en ejercicio de su soberanía”.
Quienes suscriben: Luis Eduardo Martínez, Daniel Ceballos, Antonio Ecarri, Benjamín Rausseo, José Brito, Claudio Fermín, Javier Bertucci, Nicolás Maduro. Que nadie los olvide, la historia los reconocerá como los actores del acto electoral más indigno, bochornoso e inmoral que hayamos conocido, pretendiendo obsequiar un caramelo lleno de cianuro.
Mi reconocimiento a Edmundo González Urrutia y a Enrique Márquez, por haber asumido una conducta correcta, firme, valiente, honorable e inequívocamente democrática.
Por último, la paz de Venezuela no depende de quien gane, sino que quien gane pueda exhibir sin ningún tipo de duda que su victoria es el reflejo prístino de lo expresado por la voluntad popular.
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