Nancy Toro está decidida. Es el momento del regreso, de renacer. Pero también de celebrar 40 años de carrera. La voz de “Amor más grande”, la célebre canción de La dueña, un clásico de la telenovela venezolana, no quiere dejar ninguna deuda pendiente.
No solo se presentará el domingo para festejar un larga trayectoria, sino también prevé editar este año Picardía, su séptimo disco de estudio que está grabado y que su productor Gustavo Carecí guarda a la espera de poder concretar su lanzamiento. Y hay mucho más material grabado.
Es una vida dedicada no solo a la música, sino también a la actuación. Recuerda con emoción su trabajo en cine, televisión y teatro. Sonríe cuando habla de su participación en el montaje de El pez que fuma.
Toro viene de la noche, de esa época en la que era común y seguro visitar locales nocturnos y conocer artistas en ascenso. Fue su caso. En el restaurante El Parque de Parque Central conoció a Julio César Mármol, autor del tema que la hizo famosa y responsable de La dueña. “Fue a verme cantar”, recuerda con la sonrisa del orgullo y la añoranza.
Hubo un hiato. Tiene más de 5 años en Venezuela. Estuvo casi 13 en Tenerife. A su regreso, pasó la mayor parte del tiempo en Maracay. “Allá están mis padres y estuve cuidando a mi mamá durante 5 años. Falleció en noviembre y fui a dar apoyo. Pero ahora estamos retomando todo, por eso estoy en Caracas, donde ocurren las cosas”.
No recuerda los años que han transcurrido desde su última presentación en solitario. En 2017 cantó en público en el Ateneo de Caracas, pero fue más bien una fiesta por su cumpleaños con sus allegados más queridos. “Lo del domingo en el Centro Cultural BOD será un concierto a todo dar”, prevé sobre el espectáculo En ir y venir… 40 años de arte.
A Tenerife fue por una oferta: “Vente a cantar, me dijeron. Eso fue a finales de los noventa. Ya la noche estaba cayendo y era una ventana que se abría. Me costó tomar la decisión. Me llevé a mi hijo. Aprendí a valorar, aunque sea un lugar común decirlo, el país, la familia, la amistad y lo que Venezuela fue. Digo fue porque cuando regresé me encontré con el país que no era. Allá trabajé y entendí que hay que echarle pichón para sobrevivir en lo que sea. En el programa de radio comencé a tener contacto con muchos artistas que entonces me empezaron a buscar como cantante. Participé en dos discos de uno de los grupos más importantes de España, Los Sabandeños. Canté en distintos ambientes, en fiestas privadas y en sitios emblemáticos como el Auditorio de Tenerife”.
—Su carrera ha estado vinculada a compositores como Henry Martínez, Ignacio Izcaray, Luis Laguna y Aquiles Báez. ¿Cómo ve el futuro en este campo?
—Depende del género. Pienso que hay una cantera. Me atrevería a cantar algo de Laura Guevara. Tenemos compositores nuevos que es preciso tener en cuenta. Si para el cantante es complicado, para el compositor lo es mucho más, porque a su labor no se le da la debida importancia. Esta juventud no sabe quién es Henry Martínez, a menos que sean músicos o investigadores. Hay muchos instrumentistas que consideran que la música está dividida en un antes y después de Luis Laguna. Por eso escudriño en estos compositores, porque todavía tienen bastante repertorio. Siempre se descubren bellezas cuando se indaga.
En ir y venir… 40 años de arte
Centro Cultural BOD
Domingo, 11:30 am
Entradas: Entre 179.245 y 301.886
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