Una mirada femenina explora el crimen perfecto

La vida de una persona podría cambiar si le ofrecen repartir un botín de 2.400 millones de euros. Nombres de distintas ciudades son los apodos de los 8 personajes con batas de trabajo rojas y máscaras con la cara del pintor Salvador Dalí, que portan armas, imprimen dinero, buscan un camino a la libertad y sueñan con una vida mejor.

El género del atraco es popular en el cine. Sin embargo, con el formato seriado para televisión, La casa de papel ha logrado atrapar a audiencias mundiales, sobre todo desde que Netflix compró los derechos de transmisión a la productora española Atresmedia el 20 de diciembre de 2017.

Un secuestro, un robo, una estafa son elementos que se entrelazan en el plan que “el Profesor” (Álvaro Morte) ha puesto en marcha. Pero no necesariamente las cosas seguirán el camino trazado, porque las pasiones humanas no se conducen por concepciones previas y ajenas.

El creador de La casa de papel, Alex Pina, no imaginó que al entrar en Netflix la serie alcanzaría tales niveles de popularidad, porque si bien el rating en España no fue óptimo, tampoco logró posicionarse de la misma forma que al ser exhibida internacionalmente.

Además, una de las inspiraciones para esta producción fue Breaking Bad. Pina piensa que el enfoque que se le dio a la historia tiene un punto de enganche importante. “Es una serie coral, de 20 actores en escena. Hemos utilizado un género norteamericano preexistente en cine, pero con personajes mucho más emocionales. Es una historia con un soporte masculino que tiene una mirada femenina”, comentó el creador a El Tiempo de Colombia.

A través de Tokyo (Úrsula Corberó) escuchamos la historia del asalto a la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre de España. Ella muestra lo que sucedió antes y todas las adversidades que enfrentaron durante el robo. La trágica historia detrás de Moscú (Paco Tous) y su hijo Denver (Jaime Lorente), su debilidad por el joven e inexperto Río (Miguel Herrán) y su amistad con Nairobi (Alba Flores). La frialdad en las acciones y en las palabras de Berlín (Pedro Alonso) lo lleva a no dudar en eliminar a cualquiera que ponga en peligro su autoridad.

Álvaro Morte comentó en una entrevista con La Nación de Argentina que una de las cosas que le dio más trabajo al momento de construir su personaje fue lograr que ese individuo llegara a ser lo suficientemente carismático como para que un grupo de bandidos se uniera a su proyecto: “No queríamos que fuera un tipo arrollador, seguro de sí mismo. Sino todo lo contrario: que fuera tímido, torpe en las relaciones sociales, introvertido. Fue muy complicado generar esa cosa que tiene el Profesor que los arrastra a todos. Eso de ‘no hacer nada para ser carismático’. ¡Y creo que lo conseguimos! El carisma del Profesor no solamente ha conquistado a los ex convictos, sino a fans de todo el mundo”.

La próxima temporada de La casa de papel se estrenará mañana en Netflix, aunque la audiencia española la vio cuando terminaba 2017. “Hablamos de la recta final, donde las cosas se están poniendo realmente feas y cada vez hay menos escapatoria”, aseguró Morte.