La candidata del Partido Popular Europeo para la presidencia de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, se mostró este viernes convencida de que cuenta con el apoyo de muchos jefes de Estado y de gobierno para repetir en el cargo tras las elecciones europeas, cuando se renovarán los altos cargos de las instituciones comunitarias.
«Estoy convencida de que tengo el apoyo de muchos líderes. Me conocen y conocen mi experiencia», dijo Von der Leyen a un grupo de periodistas que viajó con ella a una de las últimas paradas de su campaña electoral en Oporto (Portugal), entre ellos EFE.
La candidata y actual presidenta del Ejecutivo comunitario apuntó a que el primer ladrillo para construir una coalición amplia para una Europa fuerte es la unidad de su propio partido, el Partido Popular Europeo.
En ese sentido, aseguró que los miembros de su familia política están en la misma línea en el Consejo Europeo, donde hay una docena de jefes de Estado y de gobierno populares, y en el Parlamento Europeo, donde previsiblemente se mantendrán como la primera fuerza tras las elecciones europeas que se celebran desde este jueves hasta el domingo en toda la UE.
Si Von der Leyen logra la nominación del Consejo Europeo para permanecer como presidenta de la Comisión Europea, tendrá también que certificar el apoyo de al menos 361 de los 720 diputados del Parlamento Europeo, una tarea compleja dado que los partidos que le apoyan aparte del PPE —socialdemócratas y liberales— tendrán menos escaños y ganarán más los ultraconservadores y extrema derecha, según los sondeos.
El Partido Popular Europeo quiere que sus socios tradicionales sean el punto de partida de las negociaciones, ya que la suma de populares, socialdemócratas y liberales estaría aún por encima de 50% del hemiciclo. El voto, sin embargo, es secreto, un caldo de cultivo perfecto para diputados rebeldes y delegaciones abiertamente descontentas con ella, como los populares franceses.
Para tratar de asentar una mayoría más cómoda, Von der Leyen tiene dos opciones: tender la mano a los Verdes/Alianza Libre Europea, que perderán muchos escaños pero tendrían aún suficientes como para decantar el voto, o a algunas delegaciones que ella considera aceptables dentro de los ultraconservadores, como los Hermanos de Italia de la primera ministra italiana, Giorgia Meloni.
Con este último movimiento arriesga, eso sí, perder el apoyo de socialdemócratas y liberales, que tildan de inaceptables los acercamientos a la extrema derecha.
Preguntada por si estaría dispuesta a hablar con los Verdes para asentar esa mayoría que le apoye, Von der Leyen insistió en que trabajará desde el centro y que está abierta a sentarse a trabajar con todos los eurodiputados que sean proeuropeos, estén a favor de Ucrania ante la agresión de Rusia y defiendan el Estado de derecho.
«Los extremistas de la extrema izquierda y ultraderecha están tratando de dividirnos y no dejaremos que suceda. El centro debe prevalecer», dijo la alemana, quien durante la campaña ha considerado que Meloni cumple las tres condiciones citadas.
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