Sam Thorne, guía del circuito El camino de Harry Potter, se ocupa de una veintena de seguidores del famoso pequeño mago, en una visita alternativa de Edimburgo, por las rutas del personaje de ficción en la ciudad escocesa.
Los aficionados de la saga acuden desde todos los rincones del planeta a Escocia y al Reino Unido, generando miles de millones de libras en ingresos, una ganancia que sigue creciendo casi 30 años después de la publicación de los primeros volúmenes de la escritora J.K. Rowling.
“Aquí encontrarán la tumba de Voldemort», el «malo» de la serie, continúa el guía, delante de su grupo de turistas de todas las edades.
El grupo atraviesa el cementerio Greyfriars, donde las tumbas llevan nombres similares a los de varios personajes creados por J.K. Rowling, aunque la autora nunca confirmó haberse inspirado en ellos.
Kate Merson, de 43 años, forma parte de la visita, con su marido y sus dos hijos. Vino a Edimburgo por cuestiones profesionales, pero, como muchos estadounidenses, aprovecha la oportunidad para explorar sus raíces escocesas y satisfacer la «Pottermanía» de su hija de nueve años.
Con una tarifa de 25,5 dólares por persona, y varias decenas de participantes cada vez, estas visitas guiadas de una hora y media por las calles góticas de la capital escocesa dan mucho dinero.
«Cada vez más popular»
El Potter trail (o el camino de Potter), guiado por Sam Thorne, termina en la multicolor y muy fotografiada Victoria Street, frente a dos comercios de recuerdos.
Briya Maru, una india de 27 años, que vive en la ciudad canadiense de Toronto, hace cola bajo la lluvia delante de uno de ellos, junto con una quincena de aficionados más, dispuestos a gastar lo que sea.
Aunque admite que en Toronto puede encontrar todo tipo de productos derivados, señala que para ella «fue simbólico comprarlos aquí, en la ciudad de Harry Potter», donde J.K. Rowling escribió la saga que la convirtió en multimillonaria.
En uno de los comercios, llamado Enchanted Galaxy, cuesta 51 dólares una varita «mágica» de plástico y 831 dólares una edición limitada de una escultura de un personaje de las películas.
«El comercio va bien, Harry Potter es cada vez más popular», señala la responsable del comercio, Mónica Alsina, que se niega a revelar la facturación del negocio.
Aunque no ha habido nuevas películas ni libros de Harry Potter, en los últimos años la vigencia de la serie de ficción se ha mantenido con un videojuego, que ha sido un éxito, una obra de teatro en Londres, y la película «Animales fantásticos y dónde encontrarlos», una historia relacionada con la saga, mientras se espera una serie de televisión, que está en preparación.
«Motor para turismo de Escocia»
«Harry Potter es un motor fantástico para el turismo en Escocia», explica a la AFP Jenni Steele, de la agencia de promoción Visit Scotland.
El turismo aporta 4.000 millones de libras (5.113 millones de dólares) a la economía escocesa anualmente.
Pero los seguidores del pequeño mago también acuden en masa a Inglaterra, a sitios como York, la región de Cotswolds, Oxford o Londres, para descubrir los lugares de rodaje.
Una atracción de Warner Studios, en relación con el rodaje, fue visitada por 19 millones de personas desde su inauguración hace doce años, lo que ha permitido superar los 1.000 millones de dólares de ingresos.
Las polémicas sobre comentarios considerados transfóbicos de J.K. Rowling no han influido por el momento en las ventas.
Sam Thorne habla de «traición», porque el universo de Harry Potter era visto como «acogedor para quienes se sienten diferentes».
“No estamos de acuerdo con ella pero no vemos ningún impacto” en las ventas, afirma Mónica Alsina.
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