Los días han pasado y tanto el dolor como la sed de justicia permanecen intactos, tal como en el momento en que recibieron la noticia de que sus hijos habían sido letalmente heridos. Los padres de los jóvenes asesinados en las manifestaciones del año pasado honraron la memoria de “los héroes de la libertad” y exigieron celeridad en las investigaciones, condena para los responsables de las muertes y a los organismos de seguridad del Estado, respeto a la vida.
El este de Caracas volvió a sentir los gritos de libertad. Esta vez Juan Pablo Pernalete, Fabián Urbina, David Vallenilla, Armando Cañizález, Miguel Castillo y Neomar Lander se hicieron sentir en las voces de sus padres, familiares y amigos, quienes recorrieron los lugares donde los jóvenes fueron víctimas de la represión de los cuerpos de seguridad el año pasado.
Los dolientes junto a la sociedad civil y políticos caminaron desde la plaza Francia de Altamira hasta la intersección de la avenida Libertador con Chacao, donde fue asesinado Lander, de 17 años de edad, el 7 de junio durante una manifestación que era reprimida por la Policía Nacional Bolivariana. La movilización recorrió también la autopista Francisco Fajardo y Las Mercedes, lugares donde fueron asesinados cuatro de los seis muchachos homenajeados.
Voces de la impunidad
“Juan está hoy otra vez en la calle marchando con nosotros. Seguimos levantando sus voces para que esas muertes de todos nuestros jóvenes no sean en vano, para que haya justicia y por la libertad que ellos lucharon”, expresó José Pernalete, padre del estudiante de 20 años de edad, quien murió el 26 de abril luego de ser impactado en el pecho por una bomba lacrimógena disparada a quemarropa, frente a la torre Británica en Altamira.
“Nuestro hijo cayó acá –a una cuadra de la torre–. Ellos –la Guardia Nacional Bolivariana– no pudieron verlo caer, él los enfrentó con su dignidad y con sus ganas de ver a Venezuela libre”, agregó cuando le rendían homenaje con aplausos y consignas exigiendo justicia.
A casi un año del asesinato del joven deportista, no ha habido ningún funcionario identificado ni sentenciado, pese a que la fiscal general Luisa Ortega Díaz responsabilizó a la GNB de la muerte y solicitó el nombre del presunto asesino, pero hasta la fecha no han dado respuesta.
A unas cuadras de distancia de ese lugar, en el distribuidor Altamira, Urbina, de 18 años de edad, recibió un disparo por arma de fuego que le segó la vida el 19 de junio. Allí, Auris García, amiga del estudiante del tercer trimestre de Mercadeo en Maracay, puso una vela y dio unas palabras en representación de los familiares del joven, que no pudieron llegar a Caracas ayer.
“Espero que de aquí salgan muchos líderes como Fabián”, dijo, luego de citar la última frase que publicó Urbina en sus redes sociales horas antes de ir a la protesta: “Un buen líder debe estar dispuesto a sacrificarlo todo por Venezuela”.
Por la muerte de Urbina tampoco ha habido ningún responsable sentenciado. El caso se mantiene paralizado. El único avance que hubo fue la detención de tres GNB implicados en el asesinato, los cuales fueron identificados por el Ministerio Público –en la administración de Ortega Díaz– dos días después del suceso. El jueves pasado fue diferida por sexta vez la audiencia preliminar.
¿Vigilancia o intimidación? 15 minutos faltaban para el mediodía y la caminata transcurría con normalidad hasta que los agentes de la PNB que se encontraban armados con equipo antimotín hicieron presencia en el recorrido a la altura del puesto de Tránsito del distribuidor Altamira.
Desde ese momento, los ciudadanos que se dirigían a la Base Aérea de La Carlota, donde fue asesinado Vallenilla, estuvieron vigilados por motorizados de la PNB armados.
David Vallenilla, padre del enfermero de 22 años de edad, pisó por primera vez el lugar desde donde un oficial de la Policía Aérea le disparó a su hijo el 22 de junio. El lugar estaba resguardado por agentes de la GNB a quienes el padre del joven increpó exigiendo justicia. “Nunca lo olviden, mi hijo entregó su vida por nosotros. Luchen por este país como él luchó”, expresó entre lágrimas.
La movilización tomó fuerza. Entre centenas de personas se encontraban los familiares de César Pereira, Rubén Darío y Robert Redman, quienes también fueron asesinados en protestas contra el gobierno de Nicolás Maduro.
Los diputados Carlos Paparoni, Juan Guaidó y Juan Andrés Mejías, acompañaron a los familiares de los caídos, así como la activista por los derechos humanos Lilian Tintori y el concejal de Chacao Gustavo Jimeno.
En Las Mercedes, homenajearon a Cañizález, músico de 18 años de edad y a Castillo, comunicador social de 27 años.
“Gracias por no olvidar a nuestros ángeles que fueron asesinados por el gobierno de Maduro. Hijo, desde este lugar donde caíste dejaste una semilla para la libertad de Venezuela”, expresó Carmen Bracho, madre de Castillo.
La movilización cerró en el sitio donde cayó Lander. Allí sus padres rindieron tributo y varias personas de la sociedad civil, entre ellas una monja, tomaron la palabra para recordar a los jóvenes.
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