«Nadie tiene licencia para cometer crímenes de guerra o crímenes contra la humanidad», afirmó el fiscal de la CPI, Karim Khan, quien recientemente pidió emitir órdenes de captura contra el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y contra dirigentes de Hamás.
El pedido, formulado el lunes ante la Corte Penal Internacional (CPI) por presuntos crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad en la Franja de Gaza y en Israel, le valieron a Khan un aluvión de críticas.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, consideró «escandalosa» la solicitud y aseveró que Israel y el movimiento islamista palestino Hamás «no son equiparables».
«Nuestro trabajo no es hacer amigos», dijo Khan en una entrevista publicada este domingo por el rotativo británico Sunday Times.
«Debemos destacar el valor similar de cada niño, cada mujer, cada civil en un mundo cada vez más polarizado», argumentó.
«No podemos tener doble rasero», subrayó, añadiendo que «el mundo observa la situación» y que los países de América Latina, África y Asia sacarán sus conclusiones sobre la capacidad de las instituciones globales para defender el derecho internacional.
«¿Son sinceros los Estados poderosos cuando afirman que existe un cuerpo de leyes, o bien ese sistema basado en reglas es un sinsentido, una mera herramienta de la OTAN y de un mundo poscolonial, sin ninguna intención real de aplicar la ley por igual?», preguntó Khan.
Fiscal de la CPI niega semejanza entre Israel y Hamás
El fiscal, de 54 años y nacionalidad británica, niega cualquier semejanza entre Israel y Hamás.
«No estoy diciendo que Israel, con su democracia y su tribunal supremo, sea similar a Hamás, por supuesto que no», afirmó.
«Israel tiene todo el derecho a proteger a su población y a recuperar a los rehenes» capturados por Hamás. «Pero nadie tiene licencia para cometer crímenes de guerra o crímenes contra la humanidad», explicó.
Khan expuso una serie de situaciones en la Franja de Gaza, como «el hecho de que se cortara el agua (…), que personas que hacían cola para recibir alimentos fueran atacadas, que personas de las agencias de ayuda fueron abatidas».
La guerra estalló el 7 de octubre, cuando comandos islamistas mataron a más de 1.170 personas, en su mayoría civiles, en el sur de Israel. Esto, según un balance de la AFP basado en datos oficiales israelíes.
Los milicianos también secuestraron a 252 personas. Israel afirma que 121 permanecen secuestradas en Gaza, de las cuales 37 habrían muerto.
En respuesta, Israel lanzó una ofensiva contra Gaza, en la cual han muerto hasta el momento 35.984 palestinos. En su mayoría civiles, según el ministerio de Salud del territorio palestino, gobernado por Hamás.
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