Esta columna es parte de un pequeño libro que estoy preparando sobre ciencias empresariales y dirección de compañías del sector energético.
Y el principal objetivo de todo buen presidente de Directorio o de un CEO es, en la formulación del plan anual estratégico o quinquenal, buscar de forma permanente la eficiencia de los procesos operativos de nuestra empresa.
El Directorio debe incidir en su instrucción al CEO en aplicar fórmulas de eficiencia en la empresa.
¿Qué es la eficiencia empresarial?
Esa esa capacidad para cumplir o ejecutar adecuadamente una determinada función, con optimización de recursos con enfoque en el éxito organizacional; de manera que es un proceso de mejora complejo/continuo, que está orientado a la conquista de resultados y abarca tecnología, recursos humanos, logística, finanzas y muchos otros elementos corporativos[1].
Para las empresas que buscan aumentar la productividad y reducir costos, el control de procesos es crucial. La clave es identificar ineficiencias: maximización de recursos, automatización de tareas, mejora de la calidad y reducción de los tiempos de ciclo, que permitirá a nuestra compañía reducir significativamente costos operativos.[2]
Una rápida lista de algunas empresas que se destacan por su eficiencia operativa, innovación y rendimiento financiero[3]:
Aquí hay algunos ejemplos de empresas que suelen ser consideradas eficientes, junto con algunas fuentes que respaldan su éxito:
- Amazon: conocida por su eficiencia en logística y operaciones; .
- Alibaba: se destaca por su eficiencia en la gestión de la cadena de suministro;
- Toyota: conocida por su eficiencia en la fabricación y gestión de la cadena de suministro en la industria automotriz;
- Tesla: reconocida por su eficiencia en la producción de vehículos eléctricos y su enfoque en la innovación tecnológica.
¿Puede una buena empresa convertirse en una gran empresa?
¿Cómo?
Jim Collins y su equipo de investigadores nos dieron una aproximación de respuesta muy interesante cuando analizaron una decena de empresas que dieron el salto de “buenas” a “excelentes” y luego mantuvieron esos resultados durante al menos 15 años[4].
De Collins aprendimos que a) una empresa definitivamente tiene que tener buen desempeño para hacer una transición a excelencia; b) las empresas tienen que estar en marcha y funcionando y no ser una startup; c) tienen que estar cotizado en bolsa con datos de rendimiento de acciones disponibles durante al menos 10 años antes de su transición.
Pero cómo se realiza la transición de bueno a excelente: la respuesta parece sencilla: cada una de las empresas buenas fue emparejada con una empresa de comparación, una empresa con atributos similares pero mejor posicionada en el mercado.
Y así llegamos a la técnica que de seguro escucharon, o aplicaron o al menos estudiaron en Administración l: Benchmark: que no es otra cosa que comparar para mejorar.
Es una referencia que se usa para hacer comparaciones. En el ámbito financiero, cualquier índice que se tome como referencia para valorar la eficiencia en la gestión de una cartera, es un benchmark.[5]
Entre las ventajas que podemos atribuirle al empleo de esta técnica es que ayuda a definir el destino de la inversión y que mediante ésta el inversionista se hace con una herramienta con la cual compara y evalúa sus desempeños actuales e históricos. Sirve para realizar un análisis comparativo de los productos o servicios que ofrece la competencia, realizado a fin de mejorar un producto ya existente o de diseñar uno nuevo en cualquier sector. Este estudio o técnica busca orientar las mejores prácticas y estrategias con la finalidad de encaminarse a la mejora continuada y orientada a los clientes.
Es una técnica de negocios fundamental para el éxito de las empresas.
Y lo que se compara, entre otras codas, con compañías del mismo rubro, son básicamente los Key Performance Indicators.
Cada industria tiene propios medidores o KPI para lograr equiparar el funcionamiento de una compañía A versus el funcionamiento de una compañía B, tomando en cuenta particularidades, escenarios económicos etc. Pero estar siempre comparados con “los mejores” es importante porque nos obliga a tener una compañía en constante estado-de/mejora.
Estas técnicas pueden aplicarse para, por ejemplo:
- Comparación de rendimiento operativo: mediante análisis de sus indicadores clave de rendimiento (KPI) operativos, como la disponibilidad de la planta, la eficiencia de combustible, la utilización de la capacidad y la confiabilidad del sistema, con los de otras empresas del mismo tamaño y sector;
- Análisis de costos y eficiencia: para con la data disponible, siempre y cuando se tenga toda la data, comparar costos operativos, costos de generación de energía y eficiencia en el uso de recursos con los de empresas similares;
- Procesos y prácticas de gestión, para mejorar gestión de activos, cadena de suministro, de riesgos y de la calidad, con las de empresas líderes en el sector.
Vuelvo a insistir, mis queridos amigos, no teman a la inteligencia artificial que me ayudó a organizar éste libro y que será la que dirija operaciones eficientes de todas las compañías. La tecnología va a permitir al mundo avanzar más rápido que en el pasado y los países o regiones del mundo que inviertan en tecnología e IA van a ser los que se muevan de una manera acelerada.
Soy un gran creyente en que la tecnología, especialmente IA, va a reconfigurar el mundo, y va a reconfigurar los ganadores y perdedores en el mundo[6].
¿Dónde podemos ajustar procesos para llevar a nivel óptimo de eficiencia en nuestro sector energético en empresas de generación, transmisión y distribución de electricidad?:
- Invertir en tecnología que incluye adopción de tecnologías de generación más limpias y eficientes, así como modernización de la red de transmisión y distribución para reducir pérdidas y mejorar la fiabilidad del suministro;
- Implementar sistemas de gestión de la demanda optimizando el uso de la infraestructura existente. No olvidemos que normalmente las infraestructuras caen en obsolescencia sin tener la capacidad de su recambio inmediato;
- Implementar prácticas de gestión de activos y mantenimiento preventivo puede ayudar a maximizar la vida útil de equipos y reducir costos de reparación y reemplazo a largo plazo.
- Automatización de procesos y la digitalización de la infraestructura pueden aumentar la eficiencia operativa al reducir los errores humanos, mejorar la monitorización en tiempo real y facilitar la toma de decisiones basada en datos.
[1] Definición tomada de: Eficiencia empresarial: ¿cómo aumentarla? Diego Dueñas. (2022). En https://www.hermosilloresendiz.com/eficiencia-empresarial/eficiencia-empresarial/
[2] Tomado de: Eficiencia empresarial: ¿Cómo puede la gestión de procesos lograr una reducción de costos sostenible? (2023). En: https://www.linkedin.com/pulse/eficiencia-empresarial-c%C3%B3mo-puede-la/
[3] Una vez más Grok y ChatGPT (motores de inteligencia artificial) formularon la lista en base a criterios y conceptos de selección que se les proveyó.
[4] En Good to Great de Jim Collins: analiza las características que distinguen a las empresas sobresalientes de las simplemente buenas, enfatizando principios como la responsabilidad social y la gestión del talento. Ver: https://www.jimcollins.com/article_topics/articles/good-to-great.html
[5] Para profundizar sobre esta técnica de compasión, cf: Benchmark, en: https://www.eleconomista.es/diccionario-de-economia/benchmark
[6] Larry Fink, CEO de BlackRock, la mayor gestora internacional de fondos, cree que la inteligencia artificial va a remodelar el mundo dejando «ganadores y perdedores”. En: https://www.larepublica.co/globoeconomia/palabras-de-larry-fink-ceo-de-blackrock-a-inversionistas-en-foro-de-expansion-espana-3858361
@BorisSGomezU
Noticias Relacionadas
El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!
Apoya a El Nacional