La mamá de Karen* se cayó por las escaleras y se golpeó la cabeza. Tuvo que llevarla de emergencia al Hospital Miguel Pérez Carreño, donde lo primero que le solicitaron para atenderla fueron lapiceros, cinco hojas blancas y una copia de la planilla de ingreso.
“La pasaron por Emergencia y la refirieron a Neurocirugía. El doctor me solicitó dos tubos de ensayo y que le realizara la hematología por fuera porque no hay reactivos en el hospital”, dijo Karen.
Después de entregar los resultados de los exámenes, el médico le solicitó una lista de insumos para suturarle la herida a su mamá: “Me pidieron gasas, guantes, algodón, entre otros. Además, me exigieron que le hiciera otros exámenes de sangre”.
90% de los laboratorios funcionan de manera irregular porque carecen de personal especializado y reactivos para procesar las muestras, de acuerdo con Judith León, presidenta de la Federación de Colegios de Bioanalistas de Venezuela. En muchos casos, quienes pueden, deben recurrir al ámbito privado.
Karen gastó 150 dólares en todo lo solicitado por el personal médico. Esto equivale a 35 sueldos mínimos, según el monto vigente desde marzo de 2022.
“Además, tuve que comprar un inmovilizador que me costó 40 dólares, anticonvulsivos y analgésico porque en el hospital no había”, afirmó.
En los hospitales los pacientes deben comprar los insumos
La Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (Encovi) reportó que 67% de las personas tuvieron que comprar todos los insumos médicos y medicinas para que pudieran ser atendidos por la falta de insumos e implementos en los hospitales.
Gustavo Villasmil, médico internista y miembro de la Sociedad Venezolana de Medicina Interna, afirmó que la escasez de insumos es un problema estructural que ocurre en la salud pública desde hace cinco años, pero se ha ido agudizando por dos razones principalmente: “El Estado no tiene la capacidad económica de acceder a tratamientos de alta tecnología como son los medicamentos. Y tampoco capacidad gerencial para la distribución de los insumos de manera óptima y cuantitativa”.
Agregó que la salud en Venezuela dejó de ser gratuita desde que las personas empezaron a comprar los insumos para ser atendidos. “Lo que genera que se incumplan los estándares internacionales establecidos por la Organización Panamericana de la Salud (OPS)”, dijo.
No hay tomografía
La madre de Karen tuvo un derrame cerebral consecuencia del golpe que recibió, por lo que era necesario hacerle una tomografía. “Fui al servicio de tomografía en el hospital y me dijeron que el aparato estaba dañado y que debía hacerle el estudio a mi mamá por fuera. No te preguntan si tienes o no para hacerla y te la envían de ya para ya”, señaló.
Karen tuvo que acudir a la clínica para poder realizar el estudio a su mamá y tener un diagnóstico más claro. “La primera tomografía me salió en 150 dólares y la segunda me costó 100 dólares porque la hice en otro lado”, indicó.
84% de los servicios de tomografía y resonancia magnética en los 40 centros de salud públicos de Venezuela estuvieron cerrados en octubre de 2023, según la Encuesta Nacional de Hospitales (ENH). Esta situación obliga a los familiares del paciente a acudir al sector privado, donde una tomografía puede costar desde 100 dólares hasta más de 500 dólares.
Una semana de hospitalización
Felipe es hipertenso y tiene una trombosis en la pierna izquierda. En abril de 2024 llegó a la emergencia del hospital Vargas con la presión alta, y estuvo hospitalizado por cinco días en el área de observación.
En menos de una semana, Arianna, nieta de Felipe, gastó aproximadamente 100 dólares en los insumos que le pidieron, los exámenes que tuvo que hacerle a su abuelo en centros privados y hasta en el alquiler de un baño, cercano al hospital, ya que en el centro médico no hay agua.
Los médicos le pidieron ampollas de Clortalidona, buscapina, solución 0,9 para poder pasarle tratamiento al abuelo de Arianna, durante la hospitalización: “El primer día sí se los dieron, pero a partir del segundo día las enfermeras pedían el tratamiento”.
También solicitaron a diario el examen de troponina, pero el hospital no tenía reactivos para procesar las muestras. Además, la familia de Felipe debía pagar el electrocardiograma y llevar insumos de limpieza.
Villasmil, aseguró que solicitar insumos a los pacientes está prohibido por las autoridades gubernamentales, ya que ellos buscan evitar que la comunidad internacional considere que hay una emergencia humanitaria en Venezuela.
En mayo de 2022, Nicolás Maduro, durante la presentación del Plan 1×10 del Buen Gobierno, decidió instalar una comisión de inspectores en los hospitales con el fin de acabar con las mafias que exigen a los familiares de los pacientes comprar los insumos médicos en el mercado externo.
Sin embargo, los médicos continúan pidiendo la lista de insumos por la carencia. “Esto ha llevado que se desarrolle una especie de comercio informal entre los familiares, ya que algunos venden los medicamentos o materiales que le sobran a menor precio”, advirtió el especialista.
Sin insumos en quirófanos
Edwin* llevó a su hijo Arnaldo* al triaje de cirugía del hospital Vargas de Caracas, el pasado lunes, 29 de abril, porque tenía dolor abdominal.
A Arnaldo lo diagnosticaron con un problema de apendicitis y debía ser operado de emergencia antes de que se convirtiera en una peritonitis. Sin embargo, para poder obtener un cupo en el quirófano debía comprar varios insumos.
“Me pidieron los yelcos, gasas, los kits de médicos y debía comprarlo de urgencia antes de que entrara alguien más al quirófano, porque si entraba alguien tenía que esperar hasta al siguiente día y podía ser riesgoso”, mencionó Edwin.
Edwin fue a varias farmacias para averiguar el presupuesto y el más barato costaba 114 dólares sin incluir los kits de médicos: “El médico nos pidió lo que teníamos y luego nos informó que iba a ser operado”.
El informe de la ENH arrojó que solo 4 de cada 10 quirófanos en Venezuela funcionan correctamente, ya que el índice de desabastecimiento de insumos de quirófano fue de 74% en 2023.
A juicio del especialista, la falta de insumos ha hecho que existan lista de espera para un cupo en el quirófano, porque muchas personas no tienen para comprar materiales tan básicos como guantes o gasas, debido a que algunos dependen de las remesas que sus hijos le envían desde el exterior.
“Esa persona puede durar meses en reunir esa lista. Estamos hablando de 100 hasta 800 dólares en suministros y la gente tiene que buscarlo o reunirlo a través de las remesas enviadas por sus familiares y el poder acceder a un cupo en el quirófano puede tomar hasta un año”, afirmó.
Además, advirtió que la crisis en los quirófanos también se debe a la falta de personal y que actualmente el sistema de salud venezolano es muy pobre en cuanto a estructura, tecnología y atención. “Se necesita una inversión económica muy grande para poder recuperar las redes hospitalarias”, aseguró.
Por Yandris Saldivia
* Nombres ficticios usados a petición de las fuentes para resguardar su identidad.
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