La pesadilla sobre el regreso de Zara al país que vaticinaba un fracaso, y que tuvo dos noches atrás uno de los directivos de la marca en Venezuela, no fue premonitoria. Las kilométricas colas tanto en probadores como en las cajas a tempranas horas de la mañana, con las santamarías recién levantadas, vaticinan éxito rotundo.
No se hizo convocatoria de prensa o medios. Tampoco, y extrañamente, de influencers. No hizo falta. «Una marca como esta no los necesita», le decía una joven clienta a su amiga, Atestadas de prendas, se movían con torpeza hacia la segunda planta de la tienda.
Ambas fueron parte del grupo de 50 personas que pudieron disfrutar, como si de una visita guiada se tratase, de los espacios justo a las 10:00 am. El reloj marcaba las 11:45 y les quedaba mucho por recorrer… y probarse.
No hay Zara igual
La estructura prometía. Fue un secreto a voces, incluso desde que Freddy Cohen, CEO de Constructora Sambil, diera la primicia del regreso de la marca hace par de meses. Además de la gran valla de casi 8 metros, en vertical, que solo contaba con el nombre Zara en gris en las afueras del centro comercial, atravesar el Nivel Diversión desde la entrada, era ser testigo de la magnitud de los casi 6.000 metros cuadrados que se levantaron para darle vida de nuevo a Zara.
El proyecto, que se gestó hace 7 meses y que puso manos a la obra hace 4, prometía el regreso en noviembre de 2024 gracias a Grupo Futura, la franquicia encargada de traerla. Pero la casa matriz, Grupo Inditex, fue clara: «No. La queremos abierta lo más pronto posible». Según el arquitecto encargado de la construcción en Venezuela, Juan Luis Castellanos, tanto el equipo en España como en el país, trabajaron en conjunto. Desde el Viejo Continente ofrecieron apoyo y entrenamiento. Y el resultado ha sido el mejor.
Pisar la tienda es entender por qué Zara quiere desligarse de la percepción de fast fashion a través de sus colecciones. Este nuevo espacio, distribuido en dos plantas, una entera para la categoría de mujer (la primera) y otra para hombres y niños (planta baja) presenta el buen gusto de las internacionales, las de lujo. Es una experiencia que, completa, se recorre en no menos de 45 minutos, y con calma, viendo precios, sin probarse nada. Esa es otra historia.
«No hay diferencia entre Tokio, Londres y París», afirma Castellanos. «Caracas tiene los mismos acabados, cualidades técnicas, aún más, niveles de tecnología. Lo que ves es una centralización del diseño arquitectónico y mobiliario, solo así puede garantizarse la homogeneidad en el ecosistema», añade. Las obras de arte, en puntos estratégicos de las estanterías y hasta la ubicación de los arbustos artificiales de diseño, estuvieron a cargo del equipo de arquitectura de Zara.
«Las reglas vienen de afuera. Nadie lucha contra eso», destaca, incluso cuando se trata de la música. Las playlist, que gozan de gran popularidad en plataformas como YouTube o Spotify, son curados detenidamente por la marca. Lo que escuchaba en la capital, por ejemplo, también lo oirían en Singapur, Seúl o Melbourne.
Más que moda
Todo estaba fríamente calculado. El blanco y la luminosidad son el hilo conductor de este nuevo concepto. Se juega con estructuras innovadoras: falsas paredes curvadas y formas geométricas para separar áreas. Además, se rompe con la paleta de color crema, con detalles en madera natural o el metal de los dispositivos tecnológicos dispuestos a lo largo del espacio.
La explicación detrás de la idea del estudio surge de concebir el interior como un gran contenedor limpio y neutro, así, el protagonismo del color se enfocaría en las propuestas cromáticas de las prendas, accesorios y textiles expuestos.
La evidencia, para sorpresa de muchos de los asistentes y conocedores de la marca congregados la mañana de este jueves, fue encontrarlos no solo en los departamentos de Woman, TRF, Man o Kids, sino en las nuevos segmentos: Beauty (perfumería), Shoes & Bags, con forma de anfiteatro para ubicar los zapatos y carteras, y, finalmente, Lencería, por primera vez en físico en Venezuela; un espacio íntimo en el que se podrán probar todos los productos.
Sin embargo, entre masas de personas que iban y venían, la mayoría mujeres, unas solo viendo, contemplando, y otras cargando kilos de ropa entre sus brazos o en los coches de sus hijos y mascotas, lo que más llamó la atención fue el despliegue tecnológico como propuesta de valor de la marca.
Carlos Arias, vocero de Grupo Futura, explica que esto es, precisamente, lo que «nos trae de vuelta al primer mundo del comercio. Estábamos un poco rezagados al respecto, pero esta apuesta versa en darle bondades al cliente», señala.
«Además de las mismas colecciones que tenemos en nuestras tiendas más grandes del mundo, ahora brindamos acceso, por ejemplo, a cajas de autocobro y compras online a través de nuestra nueva página web que, si no las tenemos en el país, las traemos en máximo 7 días, y por vía aérea, desde cualquier parte del mundo», describe.
La tienda online mantiene los mismos precios que la tienda física. Además, los clientes pueden optar por recibir sus compras a domicilio o en el local. La entrega es gratuita si la compra llega al Sambil. Quienes eligen la entrega a domicilio, es gratis para pedidos superiores a los $70. La entrega con importes inferiores tiene un cargo de $4,95.
También cuentan con una política de cambios y devoluciones (con puntos específicos en físico en la tienda y en la plataforma online) dentro de un período de compra de 30 días.
La página web oficial de Zara se estrenó hoy en Venezuela bajo el dominio Zara.com/ve.
La tecnología, punto a favor
Además de media docena de cajas de autocobro, uno de los grandes atractivos son sus nuevos probadores inteligentes.
Estos, explica el personal encargado del área, asignan los probadores a clientes según la cantidad de piezas que tienen consigo luego de que sean pasadas por un scanner dispuesto justo en la entrada.
La tienda también está concebida, construida y gestionada para reducir el uso de energía y agua respecto al de una tienda convencional. En línea con el compromiso del Grupo Inditex de revisar constantemente sus estándares internos para alinearse con las mejores prácticas de ecoeficiencia del mercado, dan la oportunidad de reciclar el cartón o el papel de las bolsas y cajas de pedidos online. Disponen de una serie de depósitos para reunir el material.
También recogen la ropa de Zara que el cliente quiera desechar o donar con el fin de reutilizar los tejidos y seguir haciendo moda través de los textiles usados.
Lo más buscado: los precios
Los precios de Zara a nivel internacional aumentaron tras desligarse de la moda rápida. En Venezuela también.
La cantidad de personas haciendo cola para pagar, con las manos cargadas de bolsas, y una que otra con la promesa de regresar cuando habiliten los créditos o reúnan el dinero suficiente para adquirir lo que desean, es una muestra de que en un país en crisis, donde el sueldo mínimo es de 130 Bs o 3,60 dólares, Zara mantiene su público.
Carlos Arias afirma: «Los precios son competitivos a nivel internacional y manejan el precio global de la marca». Las clientes comparaban los precios con los de Estados Unidos. Todo depende, sin embargo, de la categoría.
En Woman, la línea top de la casa, se evidencian las prendas en tendencia por excelencia. Cuenta con la mayor diversidad, desde el más perfecto sastre, hasta el más elegante vestido. Su rango de precios es el más elevado y puede variar entre $50 y $120 por pieza dependiendo del estilo.
Los jeans, pantalones de tela y blazers cuestan entre 50 y 80 dólares. Las camisas entre 40 y 50. Por carteras y zapatos se pude pagar desde 50 hasta 80 dólares.
Por su parte, con TRF (Trafaluc) Zara no renuncia a su línea económica y adolescentes. No hay cuero o cashmere como en Woman, pero sí mucha comodidad. Las piezas se encuentran entre 15 y 30 dólares. Un outfit completo de franela y pantalón o short puede adquirirse por 50 dólares.
Los accesorios, en promedio, cuestan 20 dólares; la ropa de caballeros –dependiendo también la temporada- puede llegar a costar entre 30 y 80 dólares. La de niños también tiene un rango de entre $15 y $50.
Los métodos de pago son divisas en efectivo, pago móvil, tarjetas nacionales e internacionales. El cambio se regresa en bolívares o por pago móvil de forma inmediata. Por los momentos, no aceptan Cashea ni Zelle.
¿Qué esperar de Zara?
Lo que ocurrió en Zara este jueves tenía tiempo que no se veía con la inauguración de una tienda en Caracas. Mucha gente, pavería. Mujeres y hombres emocionados por lo nuevo, no solo en estructura, sino en prendas y ánimo. Madres con sus recién nacidos, novios complaciendo a sus parejas, esposos cargando con más peso de lo habitual entre zapatos y bolsos, grupos de amigas celebrando que, por fin, regresó su tienda favorita.
Una realidad que pocos, según expertos en estadísticas económicas y sociales de Venezuela, pueden disfrutar. Los que salen con las manos vacías, no obstante, celebran la aspiración detrás de la reaparición. «Ahora tendremos excusas para ahorrar», dijo una joven que, con 24 años y 3 trabajos -2 de ellos online-, aún no puede costearse un vestido que le gustó. «Pero pronto vendré por él».
Amancio Ortega, fundador de Grupo Inditex, cree en el mercado venezolano. «Su primera expansión en el año 98 hacia América, cuando apenas tenían 200 tiendas en el mundo, fue aquí», recuerda Carlos Arias. «Compró un local en el centro comercial y la experiencia que tuvimos hasta el año 2021, cuando nos fuimos, fue muy positiva y fructífera».
«Cuando se presentó la oportunidad de volver, no solamente se involucró y nos apoyó, todos los que conocen el país y saben de las bondades de Venezuela, también lo hicieron», rescata.
Esperan, finalmente, en un corto lapso de tiempo, ir desarrollando no solo más tiendas, sino traer marcas como Pull&Bear, Massimo Dutti, Bershka, Stradivarius, Oysho y Zara Home.
“Nada da más satisfacción y el orgullo que poder darle la opción al venezolano de acceder a productos de calidad y a buen precio”
Además de la página web, Zara en Venezuela ya tiene Instagram oficial: @zaravzla
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