A casi 100 días de la inauguración de los Juegos de París, el relevo de la llama olímpica comenzó este martes luego de su encendido en el sitio arqueológico griego de Olimpia. Allí se celebró una ceremonia marcada por los mensajes de esperanza en un contexto internacional de tensión.
En Olimpia, delante de las ruinas de 2.600 años de antigüedad del templo de Hera, la llama olímpica de los Juegos que tendrán lugar en París del 26 de julio al 11 de agosto cobró vida.
Debido al cielo nublado sobre el enclave que albergó los primeros Juegos Olímpicos de la Antigüedad, el encendido no pudo realizarse con los rayos del sol como marca la tradición clásica, sino mediante una llama de reserva conservada desde el ensayo general del lunes, gracias a la intervención de las sacerdotisas vestidas con largas faldas inspiradas en la Grecia clásica.
El presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), el alemán Thomas Bach, insistió en el mensaje de «esperanza» que transmite la llama olímpica, símbolo de la paz en la Antigüedad. La llama se encendió en un clima internacional marcado por los conflictos en Ucrania y en Oriente Próximo.
«Esperanza»
«Aspiramos a algo que nos congregue de nuevo, a algo que nos reúna, a algo que nos dé esperanza», indicó.
«La llama olímpica que encendemos hoy simboliza esa esperanza«, afirmó también el alemán en presencia entre otros de la presidenta de Grecia, Katerina Sakellaropoulou. También estuvo la ministra francesa de Deportes y de los Juegos Olímpicos Amélie Oudéa-Castéra y de la alcaldesa de París, Anne Hidalgo.
El presidente del comité de organización de los Juegos Olímpicos de París, Tony Estanguet, también ve en estos Juegos «más que nunca una fuerza de inspiración (…) para todos nosotros y para las generaciones futuras».
La antorcha fue después llevada al estadio olímpico antiguo para ser entregada al primer relevista, el griego Stéfanos Duskos, campeón olímpico de remo en Tokio en 2021. El atleta también portaba una rama de olivo.
La nadadora Laure Manaudou, que logró el título olímpico en los 400 m libres en los Juegos de Atenas en 2004, le sucedió como primera relevista francesa.
La llama olímpica comenzará ahora un vasto periplo que la llevará hasta París el 26 de julio.
Su recorrido desde Olimpia hasta la ciudad anfitriona de los Juegos Olímpicos es uno de los eventos más simbólicos asociados a los Juegos.
600 relevistas
En Grecia, 600 relevistas se pasarán la llama, que recorrerá 5.000 kilómetros a través de siete islas, 10 enclaves arqueológicos y la Acrópolis de Atenas. Allí pasará una noche junto al Partenón.
En El Pireo, la llama embarcará el 26 de abril rumbo a Marsella, ciudad a la que llegará el 8 de mayo.
A partir de esa fecha, el símbolo de los Juegos Olímpicos recorrerá toda Francia. Pasará por las Antillas y la Polinesia Francesa, hasta la ceremonia inaugural en París como punto de destino.
En París, la víspera del encendido de la llama, el presidente francés Emmanuel Macron lanzó la cuenta atrás de los Juegos, tranquilizando sobre la ceremonia inaugural prevista en el Sena, aunque esbozando planes alternativos en caso de amenaza terrorista.
Como cada dos años la ceremonia de encendido de la llama tuvo lugar cerca del estadio. Allí los jóvenes atletas de la Antigüedad disputaron los primeros Juegos, en el siglo VIII a.C. Fue una época en que las mujeres tenían prohibido participar.
Pero en París «serán los primeros Juegos Olímpicos con una perfecta paridad mujeres-hombres«, recordó Thomas Bach.
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