El régimen venezolano se inventa una ley, supuestamente, contra el fascismo. Lo cierto es que es un nuevo instrumento de represión y acoso en contra de la disidencia política.
La fulana ley, una nueva versión de la vieja Ley contra el Odio, es el nuevo método del gobierno para tratar de amordazar a la sociedad, justificar persecuciones políticas y encubrir el encarcelamiento de dirigentes políticos.
En Miraflores han convertido el Estado de Derecho venezolano es un mecanismo de asfixia para todo aquel que se atreva a opinar de forma distinta a los poderosos.
La misma ley encierra un objetivo digno de las leyes de la Alemania nazi o de la Italia fascista. Es un nuevo método que se empleará para llenar las mazmorras políticas de luchadores por la libertad.
No hay más fascista que quienes están en el poder en Venezuela; y no hay nadie menos fascista que quienes militan en partidos como Vente Venezuela, pues creen en la libertad plena y el derecho a la libre expresión y opinión.
Este eufemismo político solo esconde el afán de Nicolás Maduro de atar las manos de los luchadores por la libertad, detenerlos en sus cárceles y de silenciar a quienes se atreven a pensar y decir lo que piensan.
La Ley contra el Fascismo fácilmente pudiera aplicarse para derogar la misma ley, pues el objetivo final es la de construir un sistema opresor digno de los regímenes de mediados del siglo XX en tierras alemanas, italianas, portuguesas o españolas (nazis, fascistas, corporativistas o falangistas, respectivamente).
La aplicación de esa ley es sencillamente un nuevo atropello de Maduro, una nueva iniciativa ideada para asustar a los ciudadanos y que persigue desmovilizarlos ante la cita electoral venidera.
Sin embargo, hagan lo que hagan, la inmensa mayoría de los venezolanos ya decidimos salir del socialismo; y ya decidimos que lo haremos bajo el liderazgo de María Corina Machado, así de sencillo.
Los demócratas estamos claros en que la ruta es electoral y estamos convencidos de que lograremos ese objetivo sin caer en los chantajes, manipulaciones y jugarretas ocultas del régimen ni de sus cómplices. Aquí seguimos adelante con visión democrática y compromiso ciudadano.
Nadie nos sacará de nuestra ruta, y mientras Maduro se inventa leyes opresivas y tiránicas, María Corina Machado sigue conectándose con la inmensa mayoría del país; sigue allí al lado de la gente construyendo la gran fuerza liberadora de la nación.
Sin más que agregar, nos leemos la próxima semana.
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