En medio de la peor crisis sanitaria y epidemiológica, 21 millones de personas en Venezuela no poseen cobertura de seguro y la cifra de desprotegidos aumentará en 2018. Es “el hallazgo terrible” que hizo el médico investigador Marino González, coordinador de la Unidad de Políticas Públicas de la USB y miembro de la Academia Nacional de Medicina, junto con la profesora Elena Rincón, durante el análisis de la protección financiera en salud, en el Estudio Nacional de Condiciones de Vida de 2017.
De 63% de personas que no estaban aseguradas, según los resultados del Encovi de 2016, la cantidad de desamparados de atención médica hasta el año pasado se elevó a 68,3%, lo cual significa que 7 de cada 10 venezolanos en todo el territorio nacional no tienen ningún tipo de seguro o quedaron sin cobertura o la redujeron.
“Venezuela ha perdido 20% de la cobertura de seguro en 4 años. Es el país con mayor gasto de bolsillo en América y uno de los más altos del mundo; es la demostración de cómo se ha perdido la protección financiera”, afirmó González luego de explicar que el gasto de bolsillo es el indicador más crítico en el tema de salud, especialmente porque cuesta más en los estratos más pobres.
Hasta 2014 el gasto de bolsillo en Venezuela fue de 64%, solo superada por Yemen (76%), Sudán (75%) y Camboya (74%), entre otros, según el Banco Mundial. En 2016 en el país la gente gastaba de su bolsillo 65 bolívares de cada 100 bolívares en asistencia de salud, según la OMS; un año más tarde ese monto aumentó a 75%.
“Ese financiamiento en Venezuela es el más alto de América y significa que las personas están completamente desprotegidas. Es tarea del financiamiento público evitar esta situación, pero eso no se ha hecho. En los países más desarrollados el gasto de bolsillo no pasa de 15% del total de lo que se gasta en salud. Colombia, entre los países de América Latina, es el de menor gasto con 15%. El peor es Venezuela con 75%”.
Todos por igual. El investigador afirma que cuando la protección financiera se analiza por estrato social, a través de quintiles –que consiste en ordenar a todas las personas de la muestra por el índice de recursos, de activos de cada hogar y también por el nivel educativo del jefe del hogar–, la situación es aún más grave.
9 de cada 10 personas (84,9%) clasificadas en el quintil 1, en el que se ubica a la población de bajo nivel educativo y con menos recursos, no pueden pagar seguro; 60% de las personas profesionales y con mayores activos, clasificadas en el quintil 4, no está cubierta, y tampoco 3 de cada 10 profesionales con posgrado y mayores recursos, ubicados en el quintil 5, según los resultados del estudio que fue realizado en los meses de julio, agosto y septiembre de 2017, es decir, dos meses antes de que comenzara el proceso hiperinflacionario que afecta a la sociedad venezolana. “Es un desastre total”, señala.
—¿Cómo se proyecta esta situación en hiperinflación?
—El escenario en hiperinflación se agudiza. En 2018 tendremos menos gente con seguro, menos gente cubierta por servicios públicos, menos inmunizaciones y menos control prenatal. Es la constante; la tendencia es la del empeoramiento. Cuando comenzamos a realizar el Encovi había 56% de la población sin seguro y en 2015 subió a 53,2%; en 2016 sin hiperinflación calculábamos 60%, pero llegó a 64%, es decir, subió casi 10 puntos en un año. Ahora entre 2017 y 2018 esto aumenta 75% y será peor.
González afirma que esta situación no tiene parangón con ningún país del mundo. “Ni siquiera ocurre en los países más pobres porque tienen gastos de bolsillo menores, como Haiti”.
—¿Cree que los organismos internacionales, como parte de la cooperación internacional, han actuado con la urgencia que exige la crisis?
—En este momento la Organización Panamericana de la Salud está cooperando y es más consciente de la crítica situación que atraviesa Venezuela en esta materia. Hay también mayor conciencia en la Organización Mundial de la Salud, en Ginebra; en Acnur y en la Organización Internacional de Migraciones. El hecho de que tengamos epidemias y las exportemos a otros países como Colombia y Brasil, lo cual se refleja en el más reciente informe de Acnur, ya es un elemento significativo. La situación se está desbordando en el ámbito internacional.
—¿Cuánto más pueden esperar los venezolanos?
—Ya Venezuela está en el punto de emergencia. El gran marcador es el tema de la frontera. La mayor cantidad de emigración se está dando en Colombia y ya comienzan con un plan de vacunación para los venezolanos que ingresan a ese país. Esta situación sin medidas o planes de estabilización económica se va a profundizar. Sin un programa el país marchará hacia la destrucción.
Brechas abismales por la crisis
Venezuela es actualmente una de las economías más inviables del mundo y las brechas externa e interna se hacen cada vez más profundas, afirma Marino González, quien afirma que el país está en proceso de mayor destrucción debido a “la peor combinación de políticas públicas, a lo cual se suma la hiperinflación que se acerca a 13.000% pronosticado por el FMI”.
El investigador se basa en datos reales para 2017. De acuerdo con estudios del Foro Económico Mundial el mundo avanza hacia sociedades que aumentan sus empleos de mayor capacidad analítica e inteligencia artificial, y calcula que para 2055 la mitad de los puestos de trabajo serán sustituidos por estos últimos para procesos complejos. “¿Y qué hace Venezuela en este contexto? ¿Qué diversidad produce y cuál es la cantidad de ciencia que posee?, pregunta el experto. “Hace menos cosas que las que hace el promedio del mundo entero. En 1960 el país tenía 10 veces más ingreso per cápita que Corea del Sur que entonces solo exportaba arroz y pescado, pero ahora produce más que eso y acá solo tenemos petróleo. Somos una sociedad sin diversidad económica. El problema no es la riqueza actual sino la futura que tiene que ver con la capacidad de crear conocimiento. Por eso vemos esta situación de pobreza en el país y la brecha es cada vez peor: 1,2 millones de niños menores de 3 años de edad no tienen acceso mínimo a los requerimientos de una sociedad compleja en el mundo presente. Esa es la brecha más importante en este momento, la brecha de no producir la diversidad necesaria para acometer los cambios, un país en el que aumenta la proporción de personas con más de 35 años, y los enfermos crónicos. Y cada día que pasa, con la crisis, se agravará más”.
EL DATO
La Encuesta de Condiciones de Vida, que realizaron la Universidad Católica Andrés Bello, la Universidad Simón Bolívar y la Universidad Central de Venezuela, partió de una muestra de 6.000 hogares con 23.000 personas. “Todos los porcentajes que usamos toman en cuenta la población del país”, asegura Marino González.
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