Foto: EFE
A pesar del adelanto de las elecciones y las visibles manipulaciones emocionales que el régimen venezolano intenta hacer con su electorado en el mismo pulso donde hace lo posible por descomponer a la oposición, al efectuar el anuncio de las elecciones presidenciales el día de la conmemoración de la muerte de Hugo Chávez y estableciendo la elección en el día de su natalicio, aun con su tradicional y conocido esquema de ventajismos, no luce cómodo y seguro ante el acecho electoral.
Las elecciones presidenciales representan una oportunidad crucial para la reinstitucionalización de la democracia y el Estado de derecho en Venezuela, el régimen de Nicolás Maduro y los factores de poder detrás de él (Cuba-Rusia-Irán) sobre todo, han podido a lo largo de los 10 últimos años construir un ecosistema maleable de acuerdo con sus convenientes intereses, donde dirigentes de supuesta oposición constituyeron en su momento parte esencial del desarrollo de las políticas del gobierno y del PSUV, de cara a la preservación del poder.
No obstante, el sistema parece roto, por el surgimiento del liderazgo de María Corina Machado, a todas luces no convergente con el tradicional diseño de oposición, y aunque no parece tan claro que logre ser la candidata, la conexión popular, y el liderazgo sobredimensionado que posee en la población la convierten en el factor indiscutible que pone en jaque toda la estrategia y hegemonía que ha logrado construir el chavismo/madurismo en el país, con un respaldo que parte del resultado de las elecciones primarias, con una impensable aprobación de 92,93 %, mientras Nicolás Maduro cuenta con números similares pero de rechazo.
Ahora bien, el madurismo recrea escenarios, pero absolutamente en todos dependerá de la decisión de María Corina, la comunidad internacional tiende a descartar el proceso por las claras desventajas que se poseen, sin embargo, la voz nacionalista del Dr. Andrés Caleca también resurge desde los cimientos de la sociedad civil para advertir: “Solo la abstención y la división política de la oposición pueden salvar a Nicolás Maduro de la derrota electoral”.
Caleca ya había sentenciado en reciente oportunidad: “unidad y voto para derrotar al gobierno”, y quizás la clave de la permanencia de Nicolás Maduro en el poder se encuentre inserta en estas consideraciones, de manera que abandonar el proceso electoral puede significar la hecatombe para toda la población que aspira a conquistar la transformación del país a través del voto.
El balón está en manos de María Corina, todas las oportunidades están concentradas en su decisión, por supuesto que en el cálculo electoral también debe estar la posibilidad de seleccionar un candidato, condición que no resulta tan fácil por aquello del endosamiento del voto, aunque la población muestra rasgos de disposición de atender su llamado si cree que es la opción correcta.
Una decisión de esa naturaleza debe pasar por su clara disposición de encarar un escenario de este tipo, con su rol histórico de liderar el cambio del sistema y derrotar el actual modo opresivo, con el liderazgo y la confianza que le ha depositado la población más allá de ser o no la candidata. Para ello será imprescindible la puesta en escena en perfecta comunión de la ecuación María Corina Machado + Plataforma Unitaria, y adicionalmente, sea del gusto o no, contar con la aprobación de un sector del régimen, que entiende la necesidad de la legitimación del proceso electoral con la aprobación de quien posee el liderazgo mayoritario del país.
De llegarnos a encarrilar en unas elecciones de estas características, la misión esencial de todos los venezolanos es ir a votar y permanecer en las calles en defensa de la voluntad absoluta de nuestro pueblo a vivir diferente, a vivir en paz.
La apuesta general de la población venezolana es definitivamente a votar, la responsabilidad histórica de la oposición nacional y en quien recae la mayor responsabilidad es no dejar al pueblo sin opciones, coloquialmente algunos dicen: es más fácil votar que atravesar la selva del Darién.
En palabras de mi amigo el ex parlamentario Luis Beltrán Franco, del estado Bolívar: “La pelea es peleando”.
@jufraga12
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