Carlos Alcaraz venció el domingo a su ídolo Rafael Nadal en un partido de exhibición celebrado en Las Vegas (Estados Unidos). En el encuentro los gigantes del tenis español reaparecieron tras sus problemas físicos.
Alcaraz, de 20 años, remontó un set en contra frente a Nadal, de 37, para imponerse por 3-6, 6-4 y 14-12 en unas dos horas de partido en el Michelob Ultra Arena de Las Vega.
En el super tiebreak, Nadal sacó a relucir su legendario espíritu combativo y resistió hasta cinco puntos de partido entre las ovaciones de los alrededor de 12.000 aficionados.
El mallorquín, sin embargo, acabó encajando su segunda derrota en cuatro partidos ante Alcaraz, si bien este resultado no contará para su cara a cara oficial.
Este nuevo pulso entre el representante del Big 3 y el líder de la nueva generación del tenis fue organizado y retransmitido por la plataforma de streaming Netflix.
Bautizado como Netflix Slam, el partido careció de la intensidad de la competición pero brindó al público diversión, destellos de calidad y un trepidante desempate.
La cita permitió también observar el estado físico de los dos exnúmero uno mundiales a pocos días de que compitan en el primer Masters 1000 del año en Indian Wells (California).
Nadal, que se prepara para su previsible última temporada en el circuito, apenas ha jugado en los dos últimos años y su última aparición fue a principios de enero en Brisbane (Australia), donde sufrió un desgarro muscular.
«Una cosa es el nivel de tenis y otro el fantasma de las lesiones. Son dos cosas distintas pero en el primer set he jugado a buen nivel. Hacía mucho tiempo que no jugaba», declaró Nadal en un descanso del segundo parcial.
De su lado Alcaraz, que defenderá título en Indian Wells, también ha tenido un accidentado inicio de curso con una lesión del tobillo derecho padecida menos de dos semanas atrás en Rio de Janeiro.
Show deportivo en Las Vegas
La ambientación en el Michelob Ultra Arena estuvo totalmente alejada de las formalidades de los torneos tenísticos y más cercana a otros eventos de exhibición como la Laver Cup.
A ambos jugadores los recibieron con música tecno frente a unas gradas abarrotadas e iluminadas de un tono rojizo. La pista, de superficie dura pero no demasiado rápida, era de color negro y los tenistas fueron entrevistados en su banco aprovechando descansos del partido.
El show atrajo a invitados especiales como la exestrella de la NBA Pau Gasol y figuras de las pantallas como Charlize Theron, Michael Douglas y Danai Gurira.
Este espectáculo culminó un fin de semana de eventos sociales, incluidas clases privadas de tenis, promovidos por Netflix, que está invirtiendo en la retransmisión en vivo de deportes como el tenis, en el que ya incursionó con la serie documental «Break Point».
Las Vegas también se apuntó un nuevo tanto como nueva capital deportiva de Estados Unidos, después de albergar en los últimos meses grandes eventos como el Super Bowl de la NFL o un nuevo Gran Premio de Fórmula 1.
Poco ritmo, muchas sonrisas
Frente a un Alcaraz que inició a medio gas, Nadal tomó rápidamente el control del partido en Las Vegas con el apoyo mayoritario de la grada, ávida de volver a disfrutar del ganador de 22 torneos de Grand Slam.
El mallorquín se hizo fuerte en la zona central con su potente derecha y puso a correr a su aventajado discípulo, inusualmente errático en la devolución.
Alcaraz cedió su servicio en el segundo juego con una doble falta, lo que le condenó a ir a remolque de su ídolo durante todo el primer set.
El prodigio de Murcia acusaba la falta de actividad desperdiciando voleas asequibles mientras Nadal regalaba al público algunos malabarismos, como un golpe casi de espaldas en la red con el que se avanzó 3-0.
«Siempre es complicado jugar contra Rafa. Cuando entra en una pista demuestra lo que ha hecho en este deporte», reconoció Alcaraz en un descanso cuando caía por 5-1.
El vigente campeón de Wimbledon reclamó su cuota de aplausos al tomar la iniciativa en el arranque de la segunda manga.
Aunque el ritmo fue decayendo, el público se divirtió con varios brillantes intercambios que provocaron sonrisas de los protagonistas.
El duelo dejó los momentos más emocionantes para el ‘super tiebreak’, el desempate a diez puntos, en el que ambos se enzarzaron en intercambios más largos, algunos de los cuales tuvieron que resolverse con el ojo de halcón.
Nadal levantó al público de sus asientos en Las Vegas salvando hasta cinco pelotas de partido pero acabó hincando la rodilla ante Alcaraz.
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