Activistas y migrantes de la frontera norte de México expresaron su alivio después de que un juez estadounidense aplazó este jueves la entrada en vigor de la Ley SB4 de Texas que a partir del lunes permitiría a las autoridades de ese estado detener a los migrantes, encarcelarlos o expulsarlos.
Aun así, los migrantes y asociaciones civiles en Ciudad Juárez señalaron a EFE que persiste la preocupación por esta ley, pues temen abusos de las autoridades de Texas e, incluso, que detengan a personas que ya viven en Estados Unidos solo por su apariencia.
También advirtieron de la posibilidad de que la población migrante vuelva a acumularse en esta ciudad mexicana fronteriza con El Paso, Texas, ante la complicación de cruzar a Estados Unidos y las posibles deportaciones inmediatas.
Rosa Mani Arias, coordinadora del área de Servicio al Migrante de la organización civil Abara de Juárez-El Paso, celebró que se haya pospuesto la ley porque es «racista», e implica «graves riesgos» para los migrantes.
“Es una cacería completa, sería algo muy descontrolado el hecho de que por tu simple apariencia latina o hispana un policía te pueda parar, además que conlleva otras cosas, como la separación de muchas familias hispanas que se encuentran en las zonas fronterizas”, agregó la activista.
La ley, que se preveía entraba en efecto la próxima semana y queda suspendida temporalmente, es una de las medidas antiinmigrantes más drásticas en la historia estadounidense.
“Por el momento es un respiro que da a nuestras almas el hecho de que se haya detenido esto, esperamos que sea para siempre”, agregó.
El vocero de la Diócesis de Juárez, Juan Carlos López Morales, coincidió en que la legislación provocará una cacería de personas migrantes o de personas con aspecto hispano.
“Hay gente que ya tiene una vida establecida en Texas y que no ha logrado arreglar su estatus migratorio y esta ley les cierra la oportunidad de pedir ayuda en situaciones de emergencia, si alguien tiene un problema familiar, no va a buscar ayuda de emergencia porque entonces entra un riesgo para la familia”, indicó.
Sergio Abit, un migrante de Venezuela que se ubica en Juárez a la espera de su cita para pedir asilo en Estados Unidos, dijo que el camino ya ha sido muy difícil y que esta ley complicaría su vida, incluso cuando logre entrar a Estados Unidos.
“Con esta ley se nos va a poner más duro a los migrantes, porque no nos quieren admitir allá pero tampoco nos quieren dar oportunidades de salir adelante, lo que nosotros queremos es sacar adelante a nuestras familias no venimos a incomodar, no venimos a robar, no venimos a pedir», expuso.
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